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COFACTOR II DE LA HEPARINA
COFACTOR II DE LA HEPARINA (HCII), UN INHIBIDOR DE TROMBINA CUYO
ROL FISIOLOGICO NO ESTA COMPLETAMENTE ESCLARECIDO
ELEONORA B. ROSSI, CRISTINA
L. DUBOSCQ, LUCIA C. KORDICH
Laboratorio de Hemostasia y
Trombosis, Departamento de Química Biológica, Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires
Key words: heparin cofactor II, thrombin, dermatan sulfate
Resumen
El
Cofactor II de la Heparina (HCII) es una proteína perteneciente al
sistema de coagulación que inhibe específicamente trombina, proceso
que es potenciado por acción de los glicosaminoglicanos dermatán
sulfato y heparina. Hasta el momento las deficiencias congénitas de
HCII encontradas en forma aislada no están asociadas con eventos
trombóticos, sí desarrollan eventos trombóticos cuando están
asociadas a otros factores predisponentes. Se observó disminución en
los niveles de HCII en hepatopatías, coagulación intravascular
diseminada, en anemia drepanocítica, encontrándose niveles elevados
en embarazo a término y por el uso de contraceptivos orales. En el
laboratorio realizamos el dosaje del HCII en la población normal de
la ciudad de Buenos Aires, en diversas patologías como sepsis,
quemados, anticoagulados con dicumarínicos y con heparina,
diabéticos, hiperhomocisteinemia, observándose valores disminuidos
principalmente en sepsis y pacientes diabéticos. El HCII es una
glicoproteína que participa en la inhibición de trombina pero cuyo
rol fisiológico no está completamente esclarecido. Es probable que
el HCII inhiba trombina en el espacio extravascular, y esté
relacionado con la regulación de procesos inflamatorios y de
reparación tisular.
Abstract
Heparin
cofactor II, a thrombin inhibitor with a still unclarified physiologic
role. Heparin Cofactor II (HCII) is a glycoprotein in human plasma
which inactivates thrombin rapidly in the presence of dermatan
sulfate. Inhibition occurs by formation of a stable equimolar complex
between HCII and thrombin. HCII association with thrombotic events has
not always been observed, thus decreased HCII does not appear to be a
strong risk factor for thromboembolic events. Reduced HCII levels have
been detected in different clinical conditions, such as hepatic
failure, disseminated intravascular coagulation, thalasemina, sickle
cell anemia. Increased physiological levels have been found in
pregnant women and oral contraception. In our laboratory, we measured
HCII plasmatic levels in the normal Buenos Aires city population and
in patients under different clinical conditions, such as sepsis,
diabetis, burns, oral anticoagulation and in patients treated with
heparin, hyperhomcysteinemia in whom septic and diabetic patients
showed decreased values. HCII thrombin inhibition possibly takes place
in extravascular sites where dermatan sulfate is present. HCII
activity would be important in the regulation of wound healing,
inflammation, or neuronal development.
Dirección postal: Dra. Eleonora Rossi, Departamento de
Química Biológica, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales,
Universidad de Buenos Aires, 4to piso, Pabellón II, Ciudad
Universitaria, 1428 Buenos Aires, Argentina
Fax: 54-1-4576-3342; E-mail: lht@qb.fcen.UBA.ar
Recibido: 14-VII-1998 Aceptado: 19-VIII-1998
El Cofactor II de la Heparina (HCII) es un inhibidor fisiológico
del sistema de coagulación que inhibe específicamente trombina. La
coagulación sanguínea es un sistema de defensa del organismo que
mantiene la integridad del sistema vascular. Cuando se produce una
injuria tisular, un daño en los capilares o vasos sanguíneos, el
sistema hemostático es el encargado de impedir la extravasación de
sangre.
En el sistema hemostático intervienen plaquetas, célula endotelial,
sistema de coagulación (factores de coagulación e inhibidores
fisiológicos), sistema fibrinolítico (factores e inhibidores
fisiológicos), también otros sistemas como el complemento,
renina-angio-tensina, quininas-calicreínas, factores reológicos,
etc. Alteraciones en alguno de los componentes de estos sistemas puede
afectar al sistema hemostático y conducir a procesos hemorrágicos o
estados hipercoagula-bles1, 2.
La activación del sistema de coagulación conduce a la formación de
trombina, enzima clave del sistema de coagulación. La trombina
presenta múltiples funciones, transforma fibrinógeno en fibrina para
formar la malla insoluble del coágulo3, colaborando en la
estabilización de la malla activando al factor XIII, amplifica el
sistema de coagulación activando los factores V, VIII y XI y activa
plaquetas, interviene en el proceso de inhibición del sistema de
coagulación ya que a través de trombo-modulina activa la Proteína C
(inhibidor fisiológico del sistema de coagulación) y produce la
activación de la célula endotelial colaborando de este modo en el
proceso trombolítico4.
La formación de trombina en los lugares de injuria vascular se
produce de manera explosiva, auto amplificada y muy regulada. Existen
dos niveles de regulación, uno que modula la formación de trombina
por acción del inhibidor de la vía extrínseca (TFPI) que inhibe a
nivel del FXa y FVIIa-factor tisular y el sistema de la Proteína C y
Proteína S (PC y PS) que actúa inhibiendo el FVa y FVIIIa. El
segundo nivel de regulación está dado por la inhibición directa de
la trombina formada. La vida media de la trombina en plasma está
limitada por la acción de inhibidores de serino proteasas como
Antitrombina III (ATIII), Cofactor II de la Heparina (HCII) y Proteasa
Nexina I5.
En 1939 Brinkhous y col.6 demostraron que ATIII era la proteína
plasmática necesaria para la actividad anticoagulante de la heparina.
Históricamente había 6 Antitrombinas, la que actualmente se denomina
ATIII era la que presentaba actividad de «antitrombina progresiva» y
«cofactor de heparina».
En 1968 Abildgaard7 aisló una proteína plasmática que presentaba
estas dos actividades. En 1974 Briginshaw y Shanberge8 identificaron
en plasma dos inhibidores de trombina dependientes de heparina,
cofactor de heparina A y B. El cofactor de heparina B inhibía
trombina y factor Xa, presentaba un peso molecular similar a
Antitrombina III (ATIII). El cofactor de heparina A (actualmente
conocido como HCII) no inhibía factor Xa y presentaba un peso
molecular distinto al de ATIII.
Tollefsen y Blank9 en 1981 confirmaron los trabajos de Briginshaw y
Shanberge al identificar inmunológi-camente ATIII y HCII como dos
entidades distintas pero con similitudes funcionales.
El HCII es una glicoproteína plasmática, miembro de la superfamilia
de las serpinas (inhibidores de serinoproteasas) que inhibe
principalmente trombina. El HCII actúa como un pseudosustrato ya que
la trombina intenta escindir al HCII y queda atrapada formando un
complejo 1:1 donde la trombina permanece inactiva. El Dermatán
sulfato (DS), heparina y otros glicosamino-glicanos potencian
aproximadamente 1000 veces, la inhibición de trombina por HCII. HCII
también inhibe quimiotripsina, pero la interacción no es potenciada
por glicosaminoglicanos.
Estructura proteica
El HCII es una cadena polipeptídica simple de un peso molecular de
65.600 D10. Es sintetizado en el hígado como una cadena
polipeptídica de 480 aminoácidos11 y su concentración plasmática
es de aproximadamente 1.2 µM, con una vida media de 2.5 días12. El
gen que codifica su síntesis está ubicado en la banda 11 del brazo
largo del cromosoma 22 (22q11)13.
El HCII presenta estructuralmente un sitio activo, un sitio de unión
a los glicosaminoglicanos y un dominio acídico aminoterminal. (Fig.
N° 1).
El sitio activo del HCII, como otras serpinas, está conformado por
una secuencia de aminoácidos que son accesibles al ataque
proteolítico que se denomina sitio activo. La proteasa blanco
(trombina) reconoce la unión peptídica llamada P1-P1' la cual en el
HCII está constituida por Leu444-Ser445, y así la trombina queda
atrapada en un complejo 1:1 altamente estable donde la trombina está
inactiva.
Estudios con HCII mutado demostraron que Leu en posición P1, hecho
poco habitual para los sustratos de trombina, es el responsable de que
la inhibición de trombina por HCII en ausencia de glicosaminoglicanos
sea mínima14.
El dominio de unión a glicosaminoglicanos del HCII presenta distintos
subsitios discretos para la unión de heparina y dermatán sulfato,
los cuales se superponen parcialmente15, 16.
La inhibición de trombina por HCII aumenta más de 1000 veces por
acción de heparina, heparán sulfato o dermatán sulfato17 así como
también por otras macromoléculas polianiónicas como
policarboxilatos, polifosfatos y polisulfatos18, 20. La cantidad de
heparina necesaria para potenciar al HCII es 20 veces mayor que la
requerida para potenciar ATIII, mientras que el DS potencia
exclusivamente HCII no ejerciendo efecto sobre la potenciación de
ATIII21.
En el extremo aminoterminal de la molécula el HCII posee una
secuencia que es similar al segmento carboxiterminal de la hirudina,
porción que reconoce una secuencia específica de trombina22, lo que
facilitaría la formación del complejo trombina-HCII. Se comprobó
que la unión de la secuencia similar a hirudina del HCII con trombina
se favorece por la presencia de glicosamino-glicanos23.
Mecanismo de inhibición de trombina
Debido a la gran similitud estructural y funcional de ATIII y HCII
y a que ambos son potenciados por glicosa-minoglicanos, en un
principio se pensó que presentaban el mismo mecanismo de inhibición
de trombina, mediante el proceso de templado. Estudios recientes
postularon que la inhibición de trombina por HCII se produce mediante
un mecanismo de inhibición alostérica, mientras que la inhibición
de trombina por ATIII se produce mediante el mecanismo de templado24.
Modelo de inhibición alostérica
El modelo de inhibición de trombina por HCII propuesto por
Tollefsen se muestran en la Figura 2A. La molécula de HCII está
estructuralmente conformada de manera que el dominio acídico
aminoterminal está unido intramolecularmente al sitio de unión a los
glicosami-noglicanos, de esta manera el dominio similar a hirudina
está bloqueado y no puede interaccionar con trombina (conformación
no expuesta). Cuando Dermatán Sulfato está presente compite por el
sitio de unión a GAG, produce el desplazamiento del extremo
aminoterminal del HCII, liberando el extremo aminoterminal del HCII
que interactúa con trombina (conformación expuesta). La unión de
HCII a trombina produciría el acercamiento de ambas moléculas en la
orientación adecuada, o induciría un cambio conformacional en la
molécula de HCII, colocando el sitio activo de HCII en una posición
que facilitaría la interacción del sitio activo de trombina sobre el
HCII, promoviendo la formación del complejo.
Podría haber un equilibrio entre conformaciones de HCII expuestas y
no expuestas, el agregado de glicosaminoglicanos desplazaría este
equilibrio hacia la conformación expuesta, acelerando de esta manera
la inhibición24, 25.
El mecanismo de inhibición alostérico no requiere la unión de
trombina al glicosaminoglicano.
Modelo de inhibición por templado
El mecanismo de inhibición por templado requiere que la molécula
de trombina y el inhibidor se unan simultáneamente a una misma
molécula de glicosaminoglicano (Fig. 2 B).
Este modelo de templado es el propuesto para la inhibición de
trombina por ATIII. La molécula de ATIII se une a un pentasacárido
específico de heparina que produce un cambio conformacional en ATIII,
la misma molécula de heparina se une también a trombina y como
consecuencia del acercamiento de ambas moléculas y del cambio
conformacional de ATIII se forma el complejo trombina-ATIII-heparina
altamente estable, el que pierde su afinidad por la heparina que es
liberada26-29.
La base del modelo de «templado», «puente» o «complejo ternario»
es la unión de una misma molécula de heparina a trombina y a su
inhibidor.
Inhibición de meizotrombina
En el proceso de formación de trombina se forma un producto
intermedio que se denomina meizotrombina30. Recientemente se demostró
que el HCII en presencia de Dermatán Sulfato inhibe más
eficientemente meizotrombina que el complejo ATIII-heparina31.
Esta diferencia estaría determinada porque el HCII utiliza el
mecanismo alostérico de inhibición, por lo tanto sólo HCII se une
al glicosaminoglicano. En cambio ATIII utiliza el mecanismo de
inhibición de templado en donde tanto la serinoproteasa como la ATIII
se unen a la misma cadena de glicosaminoglicano, meizotrombina no
presenta la capacidad de unirse a heparina, por lo tanto no puede
formar el templado.
Esto indicaría que el HCII presenta la capacidad de inhibir un
producto intermediario previo a la formación de trombina.
Por otra parte demostró que el complejo HCII-DS es más eficiente en
inhibir trombina unida al coágulo que el complejo ATIII-heparina
indicando un importante rol del HCII en la hemostasia32.
En circulación existen varias proteínas que modulan la acción de
los glicosaminoglicanos endógenos y exógenos. Además de ATIII que
es el principal factor de unión a heparina, están presentes:
glicoproteína rica en histidina, vitronectina multimérica,
componente P amiloide del suero, factor plaquetario 4 y proteínas
básicas que unen heparina de los eosinófilos. De todas ellas se
demostró que sólo el FP4 secretado por las plaquetas activadas tiene
la capacidad de prevenir la inhibición de trombina por HCII en
presencia de Dermatán Sulfato33, 34.
Depuración del complejo trombina-HCII
Una vez formado el complejo HCII-Trombina tiene una vida media de
aproximadamente 10 minutos y es removido de la circulación por un
receptor hepático que depura los complejos trombina-ATIII,
trombina-HCII, a1Antitripsina-tripsina y a1Antitripsina-elastasa. Se
propone que este receptor hepático sería la Proteína Relacionada
con el Receptor de la Lipoproteína de Baja Densidad (LRP)35.
Si bien los receptores hepáticos para el complejo serpina-trombina
fueron identificados, se demostró que la mayor parte del complejo
trombina-serpina se une a vitronectina, una proteína plasmática
adhesiva, formando complejos ternarios
serpina-trombina-vitronectina36. La unión de vitronectina al complejo
trombina-serpina se realiza a través de trombina por una secuencia
que está oculta en la molécula de alfa trombina, pero que se expone
en la molécula de trombina complejada, concluyendo que vitronectina
se une a conformaciones alteradas de trombina.
Vitronectina forma complejos ternarios con los complejos binarios:
trombina-ATIII, trombina-HCII, trombina-Inhibidor de la proteína C,
trombina-proteasa nexina 1 sugiriendo que vitronectina desempeña la
función depuradora de los complejos trombina-serpina37.
La unión de trombina-serpina (trombina-HCII) a vitronectina induce un
cambio conformacional en el plegamiento de la molécula de
vitronectina de manera que expone sitios de unión a heparina y se
produce la adhesión a células endoteliales mediada por heparina, ya
que vitronectina no pierde sus propiedades como proteína adhesiva38.
Se postula que las células endoteliales internalizan los complejos
ternarios a través de un mecanismo de transcitosis desde la
superficie luminal de la célula a la matriz extracelular
transportándolos mayormente sin degradarlos39.
El Dermatán Sulfato como droga antitrombótica
El Dermatán Sulfato es un glicosaminoglicano sintetizado por los
fibroblastos y se localiza en las paredes vasculares40.
Normalmente este glicosaminoglicano no se encuentra en circulación,
ya que los niveles de DS plasmáticos en personas sanas son casi
nulos41. Se encontraron niveles plasmáticos de DS elevados en mujeres
embarazadas y en pacientes con hemodiálisis crónica42, 43.
Se realizaron estudios en animales y en pacientes utilizando Dermatán
Sulfato que confirmaron su capacidad como droga antitrombótica. El DS
presenta la ventaja de presentar menor tendencia al sangrado que la
heparina de bajo peso molecular, pero el DS presenta baja
biodisponibilidad después de la administración subcutánea e
intramuscular. Se desarrollaron Dermatán Sulfatos de bajo peso
molecular (LMWDS) que presentan mejor biodisponibilidad pero mayor
depuración plasmática, aún no se realizaron ensayos clínicos con
LMWDS.
Dos ensayos clínicos demostraron que 100 mg de DS intramuscular
previene la trombosis venosa profunda post cirugía, presentando menor
incidencia de sangrado que con heparina no fraccionada44. También se
comprobó que 300 mg de DS es efectivo en prevenir la trombosis venosa
profunda en paciente con fractura de cadera45.
La mejor indicación para la administración de Dermatán Sulfato
sería en la prevención y tratamiento de la trombosis venosa profunda
en pacientes con alto riesgo de sangrado como procedimientos
ortopédicos, neurocirugía, infarto y coagulación intravascular
diseminada46.
La determinación de HCII en el laboratorio
En el plasma se puede medir la actividad y el nivel antigénico del
HCII.
La actividad se mide por métodos amidolíticos utilizando sustratos
cromogénicos. En una primera etapa se agrega trombina humana en
exceso y Dermatán Sulfato a una dilución del plasma en estudio, se
forma el complejo trombina-HCII y se mide la actividad amidolítica de
la trombina residual sobre el sustrato cromogénico que desarrolla
color y se lee espectofotométricamente a 405 nm. El desarrollo del
color es inversamente proporcional a la concentración de HCII47, 48.
Para diferenciar el dosaje de HCII del de ATIII se utiliza trombina
humana ya que el HCII presenta especificidad de especie y el Dermatán
Sulfato como potenciador específico para HCII; mientras que para la
medición de ATIII se utiliza trombina bovina y heparina a
concentraciones que no potencian al HCII49.
El nivel antigénico de HCII se mide mediante electroinmunodifusión.
Los valores de referencia obtenidos para la actividad plasmática de
HCII son de 75 a 110% y los valores antigénicos de HCII son de 70 a
130%.
Como se observa el rango de normalidad de este inhibidor es
considerablemente amplio, cuando se lo compara con el valor de
referencia de otros inhibidores (ATIII 80-120%).
Estados deficitarios de HCII
Los estados deficitarios de HCII pueden ser congénitos o
adquiridos.
La trombofilia es la tendencia a la trombosis. Trombofilia hereditaria
es la tendencia al tromboem-bolismo venoso genéticamente determinada.
Anormalidades dominantes o combinaciones de defectos menos severos
pueden presentarse clínicamente desde edad temprana, recurrencia
frecuente o historia familiar. Alteraciones más leves sólo pueden
ser descubiertas por investigaciones de laboratorio50.
La deficiencia hereditaria de algún inhibidor fisiológico de la
coagulación (ATIII, PC, PS) está asociada con riesgo trombótico,
pero cuando se estudian familias con igual genotipo y se observa que
no todos los miembros desarrollan trombosis, se considera la
hipótesis que debe contribuir más de un factor de riesgo genético
de trombosis para que el paciente tenga un fenotipo trombofílico,
motivo por el cual actualmente se considera a la trombofilia como un
desorden multigénico combinado51.
Deficiencia congénita de HCII
La siguiente clasificación se realizó para las mutaciones de
ATIII y actualmente se utiliza también para las alteraciones del
HCII.
Tipo I: Disminución concordante de la actividad funcional y
antigénica.
Tipo II: Actividad funcional disminuida y antigénica normal. RS:
Alteración en el sitio activo del inhibidor. HBS: Alteración en el
sitio de unión a glicosaminoglicanos. PE: Alteraciones funcionales
múltiples (efecto pleotró-pico).
Algunos autores detectaron deficiencias de HCII asociadas a eventos
trombóticos47, 52, 53, pero otros autores sostienen que la
prevalencia de la deficiencia de HCII es similar en personas sanas que
en pacientes trombó-ticos54.
En la actualidad se la considera como una causa potencial de
trombofilia hereditaria pero sin evidencia firme50.
Si tenemos en cuenta las mutaciones del HCII identificadas hasta el
momento (Tabla 1): HCII Oslo55, HCII Awaji56 y HCII Rimini57 en donde
la primera se identificó en dadores de sangre donde no estaban
asociadas a eventos trombóticos, el HCII Rimini se encontró en dos
pacientes con trombofilia pero que además de presentar la deficiencia
de HCII, un paciente tenía asociado factor V Leiden y el otro
deficiencia de PC del tipo I; el HCII Awaji en un paciente con angina
pectoris severa y enfermedad arterial coronaria. Podemos coincidir que
la deficiencia congénita de HCII representa un ligero riesgo de
trombosis, que se manifiesta clínicamente cuando se presentan
asociadas otras condiciones trombogénicas hereditarias o
adquiridas51.
Deficiencia de HCII adquirida
La disminución de la concentración de cualquier proteína
plasmática puede deberse a: a. disminución de la síntesis de la
proteína; b. pérdida de la proteína; c. aumento del consumo.
La concentración de HCII está marcadamente disminuida en neonatos
por la inmadurez hepática, en pacientes con hepatopatías que lleva a
una disminución de la síntesis y en coagulación intravascular
diseminada donde ocurre un aumento en el consumo, pero en todos estos
casos los niveles de HCII y ATIII disminuyen en forma conjunta58, 59.
Se demostró también que la concentración de HCII está ligeramente
disminuida (0.68 ± 15 U/ml) en pacientes que presentan anemia
drepanocítica no observándose en estos casos la disminución
paralela de ATIII, también el HCII se encuentra disminuido en la
Talasemia intermedia y en la deficiencia de piruvato kinasa,
sugiriendo que la hemólisis intravascular es la responsable de la
disminución de HCII60.
Se observó que el HCII se encuentra elevado en el embarazo a término
y en mujeres con contracepción oral61, 62 (Ver Tabla 2).
Nuestra experiencia en la determinación del HCII en población
normal de Buenos Aires y en pacientes con distintas patologías
Valor de referencia del HCII en Capital Federal
Se midieron los niveles de HCII en 150 muestras de 83 mujeres y 67
hombres seleccionados de acuerdo a las recomendaciones del Panel de
Expertos en teoría de Valores de Referencia de la Federación
Internacional de Química Clínica67.
En esta población de Capital Federal se determinó los niveles
plasmáticos de actividad y antigenicidad del HCII. Los intervalos de
referencia definidos por fractiles y determinados por métodos no
paramétricos fueron 75-110% de actividad y 70-130% de antigenicidad.
Se puede observar que esta referencia coincide con lo descripto por la
literatura para otras poblaciones. El rango de referencia de este
inhibidor es amplio comparado con otros inhibidores fisiológicos como
ATIII68. (Ver Tabla 3).
HCII en pacientes sépticos
Dado que los pacientes sépticos presentan un estado
hipercoagulable, nos pareció interesante estudiar cómo se comportaba
el HCII con respecto al resto de los inhibidores del sistema de
coagulación (PC, PS, ATIII).
Se dosaron la actividad plasmática del HCII en 45 pacientes sépticos
(25 hombres y 32 mujeres) de acuerdo al diagnóstico de sepsis
propuesto por el Conference Committee of The American College of Chest
Physicians and Society of Critical Care Medicine75. Se determinó los
niveles de HCII en un grupo control formado por 17 pacientes de la
misma unidad de terapia intensiva con problemas traumatológicos o
accidente cerebrovascular. Los pacientes no presentaron evidencia
clínica de coagulación intravascular diseminada.
La muestra estudiada fue de plasma citratado con 10 Ul/ml de
aprotinina del día 1 del diagnóstico de sepsis.
Los niveles plasmáticos de HCII encontrados en la población séptica
fueron de 29% (15-120) mediana y rango con un grupo control de terapia
de 85% (80-110). Mientras que los valores de ATIII encontrados en los
pacientes sépticos fueron de 71% (25-140) y los controles de terapia
de ATIII fueron de 90% (70-110).
En estos pacientes sépticos se observaron niveles descendidos de
HCII, los que no correlacionan con los niveles de ATIII.
En la bibliografía no se encuentran datos de niveles plasmáticos de
HCII en pacientes sépticos sin coagulación intravascular diseminada.
Durante el proceso inflamatorio ocurre la liberación local de una
variedad de enzimas proteolíticas principalmente elastasa
leucocitaria liberada por degranulación de los polimorfonucleares. La
degradación de ATIII por la elastasa leucocitaria está ampliamente
comprobada76 y existen trabajos in vitro de Sie y colaboradores que
corroboran que la elastasa leucocitaria liberada de los
polimorfonucleares degradan HCII más rápidamente que ATIII77. Este
hecho nos hace pensar que el descenso de los niveles de HCII en
pacientes sépticos podría ser la resultante de dos fenómenos, por
un lado el consumo y por otro lado la degradación proteolítica por
acción de las eslastasas leucocitarias.
HCII en pacientes anticoagulados
Se estudió los niveles de actividad y antigenicidad plasmática de
HCII en 30 pacientes anticoagulados con dicumarínicos, estabilizados
en rango terapéutico con un RIN entre 2 y 3 y 26 pacientes
anticoagulados con heparina no fraccionada por vía endovenosa
continua en dosis terapéutica con valores de TTPA de 55-65 segundos.
Las muestras fueron obtenidas al tercer día de comenzada la
administración de heparina.
Se obtuvieron valores de HCII actividad en pacientes con
dicumarínicos de 97.5 ± 9.7% y antigénicos de 91 ± 6.9% y en los
pacientes heparinizados una actividad de HCII de 95.6 ± 7.4% y
antigenicidad de 94.8 ± 6.5%.
En los pacientes heparinizados los valores de ATIII fueron de 93.0 ±
15.1% y el de los pacientes con anticoagulación oral de 98.1 ± 5.2%.
El tratamiento con anticoagulantes orales no modifica los niveles
plasmáticos de HCII, lo que concuerda con lo descripto en la
literatura47.
HCII en pacientes quemados
Debido a que está ampliamente demostrado que los pacientes
quemados sufren un gran proceso de activación debido a la injuria
térmica se decidió estudiar los niveles plasmáticos de HCII en
pacientes quemados y compararlos con los niveles plasmáticos del
resto de los inhibidores fisiológicos de la coagulación.
Se determinó la actividad de HCII en 15 pacientes quemados cuya
superficie corporal quemada fue de 42% (30-75) mediana y rango con un
20% (2-55) de superficie quemada tipo AB y un 23% (2-44) de tipo B.
Las muestras estudiadas fueron obtenidas dentro de las 10 horas de
haberse producido la quemadura.
Los valores de la actividad de HCII encontrados en los pacientes
quemados fueron de 80% (70-95) con valores de HCII antigénico de 83%
(70-98); mientras que los niveles de ATIII plasmático encontrados
fueron de 20% (17-52).
Los niveles plasmáticos de HCII en los pacientes quemados se
encontraron en el límite inferior normal, mientras que los niveles
plasmáticos de ATIII estaban marcadamente disminuidos (17-52%) lo
cual indicaría que la ATIII es la primera en reaccionar frente a un
proceso agudo de activación del sistema de coagulación.
La bibliografía no relata otros valores de HCII en pacientes
quemados.
HCII en pacientes diabéticos
Debido a que está comprobado que ATIII sufre un proceso de
glicosilación en los pacientes diabéticos que disminuye su
funcionalidad, se decidió estudiar el comportamiento de este
inhibidor en pacientes diabéticos.
Se estudió la actividad y antigenicidad del HCII en pacientes
diabéticos, 20 diabéticos de tipo I con niveles normales de glucemia
y hemoglobina glicosilada y 40 diabéticos de tipo II con niveles
elevados de glucemia y hemoglobina glicosilada.
Los valores de HCII para los diabéticos tipo I fue de 90 ± 9%
actividad y 94 ± 14% antigenicidad. Para los diabéticos de tipo II
fue de 83 ± 7 para la actividad y de 98 ± 13 para la antigenicidad.
La actividad de HCII disminuye sólo cuando se observan altos niveles
de glicemia y hemoglobina glicosilada (Diabéticos tipo II). La
diferencia entre los niveles disminuidos de HCII actividad y los
niveles normales de HCII antigénicos sugieren que la molécula de
HCII es glicosilada no enzimáticamente, lo que concuerda con los
perfiles electroforéticos bidimensionales alterados que presentan
estos pacientes48.
HCII en hiperhomocisteinemia
Se determinó la actividad de HCII en 20 pacientes con elevados
valores de hiperhomocisteinemia 20.5 (14-40) µM (mediana y rango).
Los valores de HCII actividad obtenidos fueron de 94% (42-115) y los
niveles de ATIII fueron de 110% (56-134). Como se puede observar los
niveles elevados de homocisteína en plasma no modifican los niveles
ni actividad de HCII ni de ATIII.
No se encontraron datos en la bibliografía que indiquen los valores
de HCII en hiperhomocisteinemia. (Ver Tabla 4).
Los niveles de HCII plasmáticos no se modifican en pacientes
anticoagulados con heparina o con dicu-marínicos. La concentración
de HCII está marcadamente disminuida en adultos con coagulación
intravascular diseminada, en estas condiciones ATIII disminuye en
grado similar. En pacientes sépticos con leucocitosis el HCII
disminuye más marcadamente que la ATIII, debido probablemente a una
degradación proteolítica.
De esta manera observamos que el HCII sería una glicoproteína que
participa en la inhibición de trombina, pero su rol fisiológico aún
no está plenamente establecido.
Estudios in vitro han demostrado que las células del músculo liso y
los fibroblastos aumentan la inhibición de trombina por el HCII, lo
cual sugiere que el HCII podría inhibir trombina en el espacio
extravascular.
Es probable que el HCII inhiba trombina en situaciones no relacionadas
con el sistema de coagulación. La capacidad del HCII de bloquear esas
otras actividades de trombina (activar la célula endotelial, activar
fibroblastos, promover la adhesión de neutrófilos, proliferación de
fibroblastos) podría ser importante en la regulación de procesos
inflamatorios y reparación tisular.
Será necesario realizar mayores estudios para establecer la verdadera
función fisiológica del Cofactor II de la Heparina.
Agradecimientos: Este trabajo fue realizado con el
financiamiento económico de la Universidad de Buenos Aires a través
del subsidio EX 192 (CS) 1411/94.
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TABLA 1.- Clasificación de las deficiencias congénitas de HCII
encontradas hasta el momento
Nombre Tipo Alteración genética Alteración
molecular
HCII Rimini I Altera el plegamiento
HCII Oslo II HBS Reducción en la potenciación
por DS
HCII Awaji I Pérdida del sitio activo para la inhibición de
trombina
Deleción de dos Timidinas consecutivas en el exón 5 que produce
un cambio del marco de lectura y una traducción elongada
Sustitución G por A en la posición 651 del DNA que produce cambio
de His por Arg 189
Inserción T después de GAT que codifica para Asp88 en el exón
II. Cambio del marco de lectura con alteración en la secuencia de los
aminoácidos 89 a 107 con acortamiento
TABLA 2.- Niveles de HCII plasmáticos en diversas patologías
n Ul/ml Valor de ATIII Ref
referencia
Hepatopatías 21 0.42 ± 0.15 1.00 ± 0.16 - 59
CID 95 0.40 ± 0.12 1.18 ± 0.45 - 58
HIV 96 0.75 ± 0.24 0.99 ± 0.17 1.02 ± 0.12 63
Drepanosistosis 61 0.63 ± 0.13 01.0 ± 0.23 0.96 ± 0.15 60
Renal crónico 33 0.85 0.75 ± 1.80 0.80 ± 0.24 64
Anticoag dicum 28 1.17 ± 0.24 1.10 ± 0.21 47
Anticoag Hep 10 1.09 ± 0.25 1.11 ± 0.26 0.81 ± 0.15 65
Diabetes 40 0.83 ± 0.70 0.95 ± 0.17 66
TABLA 3.- Valores de referencia de HCII plasmáticos de la literatura
Autor n media SD rango Ref
Tran y Duckert 40 - 0.70-1.15 69
Andersson y col 197 09.95 ± 0.17 0.43-1.46 70
182 0.92 ± 0.15 0.44-1.50
Sie y col 70 1.10 ± 0.21 0.75-1.80 47
Abilgaard y Larsen 50 1.00 ± 0.15 0.75-1.39 71
Tollefsen y Petska 34 1.18 ± 0.22 0.62-1.40 58
Toulon y col 80 1.05 ± 0.22 0.58-1.92 72
Griffith y col 140 - 0.60-1.40 73
Proyecto VITA 4000 0.93 ± 0.18 0.65-1.28 68
Kordich y col 150 - 0.70-1.30 74
TABLA 4.- Valores de HCII actividad y antigenicidad en el Laboratorio
de Hemostasia y Trombosis. UBA. Buenos Aires
n HCII actividad HCII antigénico ATIII (%)
Valor de ref 150 75-110 70-130 -
Sépticos 45 29 (15-120) - 71 (25-140)
Dicumarínicos 30 91 ± 6.9 97.5 ± 9.7 98.1 ± 5.2
Heparina 26 94.8 ± 6.5 95.6 ± 7.4 93.0 ± 15.1
Quemados 15 80 (70-95) 83 (70-98) 20 (17-52)
Diabéticos I 20 87 (80-100) 90 (87-110) -
Diabéticos II 40 82 (79-94) 98 (80-120) -
Hiperhomoc. 20 94 (42-115) - 110 (56-134)
Fig. 1.- Diagrama esquemático de la molécula de HCII
Fig. 2.- Mecanismos de inhibición de trombina. A. Modelo de
inhibición alostérica. B. Modelo de inhibición por templado.
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