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NEUMONIA DEL ANCIANO ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD
NEUMONIA ADQUIRIDA EN LA
COMUNIDAD EN ANCIANOS QUE REQUIEREN INTERNACION CUADRO CLINICO
Y PRONOSTICO
ALEJANDRO DIAZ FUENZALIDA1,
CLAUDIA VERA1, JOAQUIN SANTAMARINA1, LUCAS IZARDUY1, ROBERTO
BAGNASCO1, SEBASTIAN GRINSPON1, MARINA KHOURY1, CARLOS H. RODRIGUEZ2,
CARLOS M. LUNA3
1 Va Cátedra de Medicina
Interna; 2 Laboratorio de Bacteriología; 3 División Neumonología,
Hospital de Clínicas José de San Martín, Facultad de Medicina,
Universidad de Buenos Aires
Key words: pneumonia, elderly, severity, mortality,
prognosis
Resumen
Se
evaluaron retrospectivamente 96 pacientes mayores de 64 años
internados con diagnóstico de neumonía adquirida en la comundiad
(NAC) con el objetivo de describir el cuadro clínico, destacar la
severidad y estimar factores pronósticos. En un período de 18 meses
se incluyeron 100 casos (c) de NAC. El promedio de edad fue 82.3 ±
8.3 años (± DS). En el momento de la admisión, presentaron tos y
fiebre el 35% de los casos y estado mental alterado el 48%. El 14%
requirió asistencia respiratoria mecánica. La etiología se
demostró en el 21%. Los agentes más frecuentes fueron: S. pneumoniae
(38.1%), S. aureus (19%) y H. influenzae (14.3%). La mortalidad global
fue 29%. Los criterios de severidad más comunes fueron: taquipnea
(> 30 respiraciones/minuto) y una PaO2/FIO2 < 250. En el 60% de
los casos la neumonía se caracterizó como severa, con una mortalidad
del 40%. Mediante análisis multivariado se demostraron los siguientes
factores pronósticos independientemente asociados a un mayor riesgo
de muerte: uso de vasopresores (Odds Ratio [OR] = 22.0; Intervalo de
confianza para el 95% [IC] = 1.9-249.5), oliguria (OR = 9.9; IC =
1.5-66.2), antecedente de enfermedad neurológica (OR = 8.21; IC =
1.8-36.6), PaCO2 < 44 mm/Hg (OR = 6.9; IC = 1.1-43.2) y creatinina
> 1.4 mg/dl (OR = 4.7; IC = 1.2-19.1). Concluimos que la
presentación de la NAC en el anciano que requiere internación es
atípica, frecuentemetne severa y tiene alta mortalidad. La
estimación de factores pronósticos, como los hallados en este
estudio, pueden ayudar al médico a identificar aquellos pacientes que
requieren cuidados especiales.
Abstract
Community-acquired
pneumonia requiring hospitalization in the elderly. clinical features
and prognosis. We evaluated retrospectively 96 patients older than 64
years admitted with the diagnosis of Community Acquired Pneumonia
(CAP) in order to describe the clinical features, evaluate severity
and assess prognostic factors. During an 18-month period 100 cases of
CAP were included. Average age was 82.3 years ± 8.3 (± SD). By the
time of admission, cough and fever were found in 35% of cases and 48%
had altered mental status. Fourteen per cent needed mechanical
ventilation. Etiology was determined in 21% of cases. Most common
pathogens were S. pneumoniae (38.1%), S. aureus (19%) and H. infuenzae
(14.3%). Overall mortality was 29%. The most commonly present criteria
of severity were tachypnea (respiratory rate > 30) and a PaO2/FIO2
ratio < 250. Severe pneumonia was found in 60% of patients and
mortality in that group was 40%. Multivariate analysis demonstrated
that some independent prognostic factors were associated with higher
mortality: requirement of vasopressors (Odds Ratio [OR] = 22.0; 95%
confidence interval [CI] = 1.9-249.5), oliguria (OR = 9.9; CI =
1.5-66.2), previous neurologic disease (OR = 8.2; CI = 1.8-36.6),
PaCO2 > 44 mm/Hg (OR = 6.9; CI = 1.1-43.2), and creatinine > 1.4
mg/dl (OR = 4.7; CI = 1.2-19.1). We conclude that CAP features in
elderly patients requiring hospitalization are atypical, severe
presentations are frequent and mortality is high. Prognostic factors
as found in this study can help the evaluating physician to identify
those who require special care.
Dirección postal: Dr. Sebastián Grinspon, Mendoza 1770,
1428 Buenos Aires, Argentina. Fax: (54-11)4963-7260 E-mail: alediazf@hotmail.com
Recibido: 3-III-1999 Aceptado: 9-IX-1999
La neumonía adquirida en la comunidad (NAC) afecta a hasta 12 de
cada 1.000 personas por año1. Es más común, requiere
hospitalización más frecuentemente y tiene mayor mortalidad en los
pacientes de 65 años o más2, 3. Este segmento de la población es
creciente en la mayor parte del mundo y también en Buenos Aires. En
los países desarrollados, la neumonía es la sexta causa de muerte y
la primera entre las muertes por enfermedades infecciosas1. En el año
1997, en el servicio de Medicina Interna de nuestro hospital
constituyó la primera causa de internación entre los pacientes
mayores de 65 años. Algunos trabajos2, 12 en Estados Unidos y en
países europeos, han establecido las características clínicas,
etiología, tratamiento y los factores de riesgo y pronóstico en
ancianos con NAC. Precisamente, la edad avanzada, junto con las
enfermedades subyacentes y la severidad de la neumonía fueron los
criterios utilizados por la American Thoracic Society13 (ATS) y una
Guía de Práctica Clínica Argentina14 para indicar los probables
patógenos responsables y definir el tratamiento empírico en
pacientes adultos. Hasta lo que conocemos (red Medline 1982-1998), no
hay datos publicados sobre la caracterización clínica y factores
pronósticos en ancianos con NAC en nuestro medio. El objetivo de este
trabajo fue describir el cuadro clínico con especial énfasis en la
estimación de la severidad y los factores pronósticos de la NAC en
los gerontes.
Pacientes y métodos
La investigación se realizó en el Hospital de Clínicas «José
de San Martín», un hospital universitario, que atiende
principalmente a una población de personas ancianas. Los pacientes de
65 o más años fueron identificados retrospectivamente a partir de
una ficha de resumen de datos filiatorios y de diagnóstico
confeccionada luego del alta. Se revisaron las Historias Clínicas de
los pacientes en los cuales figuraba la palabra neumonía entre los
diagnósticos de alta, internados entre el 1/1/96 y el 30/6/97. Se
evaluaron todos los pacientes que provenían de la comunidad (casa o
un geriátrico) y presentaban los criterios diagnósticos de Fang15.
Estos son: 1) Presencia de un infiltrado nuevo en la radiografía de
tórax de admisión. 2) Presencia de uno de los siguientes criterios
mayores: tos, expectoración mucopurulenta o hemoptoica, temperatura
> 37.8°C o 2 de los siguientes criterios menores: dolor
pleurítico, disnea, estado mental alterado, consolidación a la
auscultación o recuento de glóbulos blancos mayor de 12.000/mm3.
Fueron excluidos aquellos con un infiltrado radiológico atribuible
solamente a otra causa (por ejemplo: insuficiencia cardíaca, tumor,
tromboem-bolismo) o que estuvieron hospitalizados dentro de los 28
días previos al episodio de neumonía. Se consideraron por igual
tanto a los pacientes provenientes de la comunidad como a aquellos que
residían en geriátricos, usando un criterio similar al recomendado
por algunos autores12, 13.
Variables, definiciones y clasificaciones
Se registraron los datos de edad, sexo, procedencia, lugar de
internación, comorbilidad, así como los síntomas y signos de la
enfermedad, los parámetros vitales y las siguientes variables de
laboratorio al ingreso: hematocrito, recuento de glóbulos blancos,
urea, creatinina, glucemia, sodio, potasio y pH, PaO2 y PaCO2
respirando aire ambiente. Los hallazgos radiológicos iniciales se
clasificaron en alguno de los siguientes patrones: neumonía del
espacio aéreo, intersticial y parches subseg-mentarios
(bronconeumonía). También se registró si el compromiso era lobar,
multilobar o bilateral y la presencia de derrame pleural, atelectasia,
cavitación o necrosis. Se analizaron parámetros predeterminados de
severidad13 (según la ATS). Los criterios de severidad tales como la
frecuencia respiratoria > 30 por minutos, la tensión arterial
sistólica (TAS) < 90 mm/Hg o diastólica < 60 mm/Hg, la
relación PaO2/FIO2 < 250 y la presencia de compromiso bilateral o
multilobar en la radiografía de tórax fueron aplicados en la
evaluación de la admisión. Los restantes como necesidad de
ventilación mecánica, requerimiento de vasopresores, insuficiencia
renal aguda y oliguria fueron considerados desde el inicio y durante
toda la internación. El aumento de los infiltrados en la radiografía
de tórax fue registrado si ocurrió a las 48 horas de la placa
inicial. Se registraron los datos acerca de los esquemas antibióticos
empíricos, la vía de administración y los cambios indicados por los
médicos asistenciales.
Se registraron los antecedentes patológicos, tales como tabaquismo,
alcoholismo, diabetes, insuficiencia renal crónica, enfermedad
pulmonar obstructiva crónica, asma, insuficiencia cardíaca,
hepatopatía crónica y neumonía previa durante el último año. La
enfermedad neurológica fue definida si estaba registrado el
antecedente de accidente cerebrovascular (ACV) con secuela actual o de
enfermedad de Parkinson con tratamiento. Los pacientes fueron
considerados con inmunosupre-sión si figuraba el antecedente de
cáncer sólido o hematológico, serología positiva para el virus
HIV, neutropenia (neutrófilos < 1.000 por mm3), corticoterapia de
5 mg/día o más de metilpred-nisona o su equivalente y quimioterapia
antineoplásica dentro de los 6 meses previos a la neumonía.
Los pacientes que recibieron cualquier dosis de antibiótico en los 7
días previos al ingreso fueron considerados con «antibiótico
previo». Se consideró que el estado mental estaba alterado si estaba
registrado que había deterioro de conciencia, confusión o
desorientación temporoespacial en el momento de la evaluación
inicial; se consideró que la mecánica ventilatoria era anormal si
estaba constatado uso de músculos accesorios o respiración
paradojal. La incapacidad fue definida si figuraba en la historia
clínica que el paciente antes de internarse estaba confinado
permanentemente en cama o que por sí mismo no podía realizar tareas
elementales (comer, caminar); la aspiración se consideró si había
un relato compatible antes del diagnóstico de neumonía o una
condición subyacente con evidencia previa de deterioro del sensorio,
disminución del reflejo tusígeno o alteración de la deglución15.
Cuando no había registro de las variables mencionadas, para el
análisis, se consideraron como ausentes.
Se clasificó a los pacientes inmunocompetentes de acuerdo al
compromiso clínico en: 1) NAC severa: según los criterios de la
ATS13, 2) NAC complicada: si no tenían ningún criterio de severidad
y presentaban uno de los siguientes: foco infeccioso extrapulmonar,
empiema o colocación de tubo torácico de drenaje, presencia de
hemocultivos positivos y cambio del esquema empírico a otro por vía
endovenosa o aislamiento de patógeno resistente al antibiótico
empírico. 3) NAC no complicada: si no presentaban criterio de
severidad ni de complicación. Aquellos con la inmunidad alterada se
agruparon como NAC del inmunocomprometido, utilizando la definición
de inmunosupresión señalada antes. Según la etiología la NAC se
clasificó, de acuerdo a Fang15, como: definida, presuntiva,
desconocida, aspirativa y postobstructiva.
Datos microbiológicos
Los datos del Laboratorio de Bacteriología de nuestro hospital
fueron revisados por uno de los investigadores (C.H.R). Se tomaron 3
muestras de hemocultivos durante las primeras 48 horas en 96 casos. En
20 casos se realizó cultivo del material de: esputo, en 6 de aspirado
traqueal, en 4 de líquido pleural y en 2 de lavado broncoalveolar.
Dos o más frascos de hemocultivos positivos para S. epidermidis, en
ausencia de otro foco, fueron considerados para implicar a este germen
como la etiología de la neumonía16. Para los demás microorganismos,
se consideró necesario el aislamiento en sólo un frasco. La muerte
se registró sólo si ocurrió durante la internación por neumonía.
No se practicaron determinaciones serológicas ni cultivos para C.
pneumoniae, M. pneumoniae, Legionella, hongos o virus.
Recolección, procesamiento y análisis estadístico
Los datos fueron transferidos en forma manual a una ficha de
relevamiento. Esta tarea estuvo a cargo de 6 clínicos investigadores
que trabajaron con un criterio uniforme. Luego se almacenaron en una
base de datos computarizada.
Los resultados se presentan como valores de media ± DS para las
variables medida en escala numérica y en porcentaje para las medidas
en escala nominal. Se calcularon intervalos de confianza (IC) para el
95%. Para estimar los factores pronósticos se compararon los
sobrevivientes y no sobrevivientes a la internación usando test de
Chi cuadrado o test exacto de Fisher (cuando fue necesario). Para ello
se utilizó el programa Epi-Info. Las variables que resultaron
asociadas significativamente (p < 0.05) con muerte en el análisis
univariado fueron ingresadas en un modelo de regresión logística
(modalidad stepwise) que permite el control simultáneo de múltiples
factores. De este modo los parámetros que no agregaron valor
predictivo no fueron retenidos en el modelo. Se calcularon los odds
ratio e intervalos de confianza para el 95%. Este último análisis
fue realizado con el programa de software SPSS (Statistical Package
for Social Sciences).
Resultados
Se revisaron las historias clínicas de 165 pacientes con
diagnóstico de neumonía. Sesenta y cinco fueron desechadas, en 29
pacientes por no cumplir con los criterios de Fang y 36 por presentar
otros diagnósticos finales (neumonía nosocomial 18, EPOC reagudizada
10, insuficiencia cardíaca 6, crisis asmática 1, trombo-embolismo
pulmonar 1). Noventa y seis pacientes, que presentaron 100 episodios
de NAC en el período de estudio, constituyeron el grupo de estudio.
Cuatro pacientes tuvieron 2 episodios de NAC. La mayoría de los
pacientes venían de su domicilio, pero 17 vivían en algún hogar
geriátrico antes de su internación en el hospital (éstos provenían
de varios diferentes hogares geriátricos de Buenos Aires).
Características generales
El promedio de edad fue de 82.3 años (± 8.3) y el 56.2% (54/96
pacientes) eran mujeres. El promedio de internación fue 13 días (±
12.8). Las enfermedades subyacentes y otras características se
muestran en la Tabla 1. El 79% de los pacientes presentó una o más
enfermedades subyacentes. El 26% tenía dos y el 14% tres.
Hallazgos clínicos
El promedio de días entre el comienzo de los síntomas y la
admisión fue de 5.1 días. El 29% tuvo síntomas por más de una
semana antes del ingreso y el 29% de los pacientes había tomado un
antibiótico antes de ingresar al hospital. Los síntomas y signos
más frecuentes en orden decreciente fueron: tos, taquipnea,
expectoración y estado mental alterado (Tabla 2). La presencia de tos
más fiebre se presentó en el 35% y la combinación de estos 2
parámetros más taquipnea (> 24 respiraciones /minuto) se
constató en 25% de los casos. Los hallazgos inespecíficos de
infección (combinación de fiebre, taquicardia y leucocitosis), se
encontraron en el 30% de los enfermos. En un 10% de los casos no se
registraron signos o síntomas respiratorios.
En la radiografía de tórax, el patrón de neumonía del espacio
aéreo se presentó en el 83% de los episodios, el intersticial en el
11% y los parches subsegmentarios (bronconeumonía) en el 6%. La
localización del compromiso fue más común en el lóbulo inferior
derecho (46%), siguiendo el medio derecho (12%) y el inferior
izquierdo (9%). En el 10% se observó afectación de 2 o más
lóbulos.
El promedio del recuento de leucocitos fue 13.385/mm3 (± 6.303.7).
Sólo tres pacientes tuvieron un recuento < 4.000/mm3. El promedio
del hematocrito era 39.4% y en 11 pacientes se registró un valor
igual o menor a 30%. El promedio de la urea fue 61.3 mg/dl (± 33.5) y
el de la PaCO2 fue 37.6 mm/Hg (± 11.8); nueve pacientes tuvieron un
resultado superior a 50 mm/Hg.
Etiología
La etiología pudo establecerse en el 21% de los episodios. Los
datos se muestran en la Tabla 3. El uso de antibióticos previo al
ingreso al hospital pareció haber influido en el resultado negativo
de los cultivos ya que en sólo 2 pacientes que habían tomado
antibiótico antes de internarse se aisló algún microorganismo. Los
patógenos más frecuentes fueron: Streptococcus pneumoniae 8/21 casos
(38.1%), Staphylococcus aureus 4/21 casos (19%) y Haemophylus
influenzae 3/21 casos (14.3%). En 17 pacientes se registró el
antecedente de aspiración pero en 3 de ellos se aisló un patógeno
pulmonar. De los 100 casos, la neumonía aspirativa se atribuyó al
14%. Ninguno tuvo neumonía postobstructiva.
Clasificación, severidad y complicaciones
Cuando aplicamos los criterios de clasificación, 20 casos eran del
grupo inmunocomprometidos y los otros 80 no tenían alteración de la
inmunidad (Tabla 4). En el resto, de acuerdo a los criterios de la
ATS, 60 episodios fueron NAC severa. De los 20 episodios restantes, 15
tuvieron NAC no complicada y 5 NAC complicada.
Pacientes con NAC severa: La mortalidad de estos casos fue del 40%
(24/60), significativamente mayor que aquellos con NAC no severa, que
fue 12.5% (5/40) (p = 0.022). En este grupo los tres criterios de
severidad más frecuentes fueron: frecuencia respiratoria > 30 por
minuto, PaO2/FIO2 < 250 e infiltrados bilaterales en la
radiografía de tórax. El 10% (6/60) ingresaron directamente a UTI.
Todos necesitaron ARM y 5 murieron; de los otros 54 que ingresaron a
sala general, durante la evolución 4 requirieron ARM. Cinco pacientes
con NAC severa presentaron derrame pleural, uno de ellos requirió un
tubo de drenaje torácico por empiema. Seis tuvieron hemo-cultivos
positivos. En 11 casos se necesitó un cambio del esquema antibiótico
empírico a otro de mayor cobertura por mala evolución clínica.
Pacientes con NAC No-severa inmunocompetentes: Dentro de los 20
episodios en este grupo, sólo 2 fueron fatales (10%). Quince tuvieron
una neumonía no complicada con buena respuesta al tratamiento inicial
y ninguno murió. Los 5 casos restantes estaban en la categoría de
NAC complicada. Cuatro presentaron hemo-cultivos positivos y uno
necesitó cambio de antibiótico empírico a otro por vía IV.
Pacientes inmunocomprometidos: Los pacientes inmunocomprometidos
tuvieron una mortalidad de 15% (3/20). Tres pacientes necesitaron ser
ventilados mecánicamente y dos de éstos murieron. Tres tuvieron
derrame pleural y 2 de ellos necesitaron tubo de drenaje. Un paciente
con neumonía por S. aureus presentó conco-mitantemente una
meningitis por el mismo germen como infección extrapulmonar y
falleció al noveno día. Dos enfermos presentaron hemocultivos
positivos y en 4 se requirió cambio a un antibiótico con mayor
cobertura o agregar otros al esquema inicial.
Tratamiento
El antibiótico más prescripto en estos 100 casos fue ceftriaxona
(73 casos), seguido de ampicilina-sulbactam (19 casos) (Tabla 5). De
los restantes, en 6 casos se utilizaron combinaciones que incluían
una penicilina o cefalosporina de tercera generación con actividad
anti-Pseudomonas más amikacina. En 52 casos, dada la buena evolución
se rotó el antibiótico a la vía oral, el agente más utilizado para
este propósito fue amoxilina-clavulanato (34 casos), seguido por
sultamicilina (8 casos). En 16 pacientes hubo un cambio a otro esquema
por vía intravenosa, principalmente a una combinación como las
descriptas antes con actividad anti-pseudomonas. En 5 casos se
utilizó imipenem. El resto de los pacientes siguieron recibiendo el
mismo esquema empírico inicial (aquí se incluyen los que murieron
dentro de las 72 hs) y en cuatro episodios no se dispuso de este dato.
Cuando se analizaron las indicaciones del tratamiento empírico de
acuerdo a los grupos establecidos por la ATS13 (grupos 3 y 4 de dicha
guía), el esquema prescripto para los pacientes inmunocompetentes fue
adecuado (consistente con la ATS) en el 13.4% de los pacientes con NAC
severa; en cambio, lo fue en el 90% de los pacientes con NAC no
severa. Todos los pacientes que presentaron un criterio de aspiración
recibieron cobertura inicial contra anaerobios con ornidazol y otro
tanto ocurrió con un 2% que no tenía registrado este antecedente.
Mortalidad y factores pronósticos
La mortalidad global fue 29% (IC, 20.1-37.9). Cinco de 29 casos
(17.2%) fallecieron en las primeras 48 hs. Dos pacientes murieron el
primer día y 3 el segundo. El 86.2% de las muertes ocurrió en la
primera semana y el resto luego de los 7 días.
Se consideraron 22 variables que podían influenciar el pronóstico
(Tabla 6). En el análisis univariado, las variables asociadas
significativamente con mayor riesgo de morir (p < 0.05) fueron
entre los antecedentes: la presencia de enfermedad neurológica; en la
evaluación inicial: sospecha de aspiración, frecuencia cardíaca
> 100 por minuto y TAS < 90 mm/Hg; en la gasometría: pH <
7.32 y PaCO2 > 44 mm/Hg; en la química sanguínea: creatinina >
1.4 mg/dl y urea > 50 mg/dl y al inicio o en la evolución:
requerimiento de ARM, necesidad de vasopresores, oliguria y el aumento
de los infiltrados en la radiografía de tórax. En el análisis
multivariado permanecieron asociadas con mayor riesgo de morir en
forma independiente las siguientes: enfermedad neurológica, uso de
vasopresores, oliguria, PaCO2 > 44 mm/Hg y creatinina sérica >
1.4 mg/dl. En la Tabla 7 se presentan los Odds Ratio, los intervalos
de confianza y los valores de p.
Discusión
En el presente estudio los tres hallazgos más destacados fueron la
frecuente presentación atípica, el alto porcentaje de pacientes con
NAC severa y la detección de cinco factores pronósticos
independientes.
Algunas enfermedades subyacentes se han asociado con un riesgo
aumentado para contraer neumonía en los ancianos y todas ellas
estuvieron presentes en nuestros pacientes9. Un hallazgo de interés
es que la enfermedad neurológica se correlacionó en forma
independiente con un peor pronóstico. Esta variable no había sido
descripta hasta ahora como asociada a peor pronóstico, y de acuerdo a
la definición usada por nosotros se trata de enfermedades que pueden
predisponer a la aspiración. Riquelme y cols. documentaron, mediante
análisis multivariado, que los desórdenes aspirativos en los
ancianos con NAC se asociaron con mayor mortalidad10. Sin embargo en
ese estudio no se mencionaron las enfermedades neurológicas
subyacentes. Otro trabajo demostró, mediante estudios
radioisotópicos, que un alto porcentaje de ancianos con neumonía
tuvieron aspiración silente17. La importancia de tener en cuenta los
antecedentes neurológicos en la evaluación inicial, estriba en que
éstos son frecuentes en los ancianos.
En nuestro estudio el hecho de proceder de un geriátrico no se
asoció con mal pronóstico a diferencia de lo descripto en otro
estudio en una población anciana en Finlandia9.
La presentación de la neumonía fue atípica en una proporción
importante de ancianos ya que sólo el 30% de los pacientes tuvieron
el conjunto de hallazgos clásicos de infección: fiebre, taquicardia
y leucocitosis. La combinación de tos y fiebre se observó en el 35%
de los pacientes y la de estos dos parámetros más taquipnea (> 24
respiraciones/minuto), sugestivos de la presencia de neumonía, sólo
estaba presente en el 25%. Más aún, en un 10% no se registraron
signos ni síntomas respiratorios. En una investigación, Metlay y
cols. demostraron que los ancianos con NAC referían menos síntomas
respiratorios y no respiratorios que los jóvenes, independientemente
de las características demográficas, enfermedades subyacentes y
severidad de la neumonía12. Sin embargo, la taquipnea, que a menudo
precede y es un indicador sensible de neumonía en el anciano4, estaba
presente en más de la mitad de la serie, reafirmando lo encontrado
por estos y otros autores en el sentido que es un signo clínico de
valor para el diagnóstico de neumonía en el geronte3, 12. Por otro
lado un signo no respiratorio como la alteración del estado mental
estuvo presente en el 48% de ellos, frecuencia similar a la de otros
trabajos8, 11. Harper y Newton encontraron una asociación
significativa entre el estado mental deteriorado y la ausencia de
síntomas clásicos de neumonía7. Estos hallazgos, sugieren que el
médico debe considerar la posibilidad de infección pulmonar ante un
anciano con estado mental alterado. La implicancia práctica de esta
observación es que en la evaluación de los ancianos con trastornos
en su estado mental debería incluirse una radiografía de tórax.
En el presente estudio, el tipo y orden de frecuencia de los
patógenos aislados fueron semejantes a los informados en otros
trabajos1-3, 8, 10, 15, 16, 18, 19. Es necesario aclarar sin embargo,
que estos resultados reflejan la práctica diaria con pacientes
ancianos y no una búsqueda exhaustiva de la etiología de la NAC, ya
que sólo se practicaron exámenes bacteriológicos para gérmenes
comunes, no se usó una sistemática precisa y no se realizaron
investigaciones serológicas.
Desde los primeros trabajos acerca de la NAC en los ancianos3, 5, 20,
se han sostenido que es una enfermedad más seria que en los jóvenes.
La mortalidad en aquellos con NAC severa internados en UTI puede
alcanzar hasta el 40%18. Sin embargo, no hay un acuerdo general para
definir NAC severa. Para este trabajo adoptamos la definición de la
American Thoracic Society. En nuestro estudio, 60 pacientes estaban en
la categoría de NAC severa de acuerdo a esa definición. Este grupo
«severo» tuvo una mortalidad (40%) significativamente mayor que en
aquellos con NAC no severa; Rello y cols. informaron en su serie una
mortalidad igual18. Sin embargo, en toda la población estudiada, de
los 10 criterios de severidad sugeridos por la ATS encontramos que
sólo dos (requerimiento de vasopresores y oliguria), estaban
asociados a mal pronóstico en el análisis multivariado. Otros
parámetros que sugieren compromiso clínico severo tales como
hipotensión sistólica (< 90 mm/Hg) y necesidad de ARM estuvieron
asociados a mayor riesgo de morir sólo en el análisis univariado. De
este modo, los resultados del presente trabajo aportan evidencia al
concepto que la NAC en los ancianos habitualmente es una entidad seria
y tiene mayor mortalidad. Una implicancia práctica de esta
«categorización» es que alerta sobre la correcta elección del
lugar de internación de estos pacientes. Sin embargo, la
conveniencia, por ejemplo, de internar a todos estos ancianos en una
UTI continúa en discusión. Debe señalarse, sin embargo, que la
proporción de gerontes con NAC severa en este grupo es alta, debido
en parte a que algunos pacientes fueron derivados al hospital por su
médico de cabecera para internarse, por la severidad de su
enfermedad. Esto representa una limitación de este estudio para ser
aplicados a la población general de ancianos con NAC.
La mortalidad global fue del 29%, cifras similares han sido informadas
en otros trabajos3, 8, 10. Los datos de este estudio confirman que la
mortalidad en este grupo etario continúa siendo alta, pese a los
avances en el cuidado de los pacientes con NAC.
Nuestra observación, no obstante, debe interpretarse con precaución
porque se consideró que la muerte estaba asociada a la neumonía
cuando ocurrió durante la internación por esta enfermedad. Dado que
pudieron llevarse a cabo autopsias sólo a 2 pacientes, dicha
asociación de la NAC con la muerte puede representar una
sobreestimación.
Pocos trabajos han enfocado la atención en la búsqueda de factores
pronósticos en ancianos con NAC8-10, 18. Encontramos cinco factores
independientemente asociados con un riesgo aumentado de muerte, a
saber: enfermedad neurológica; requerimiento de vasopresores;
oliguria; creatinina sérica > 1.4 mg/dl y PaCO2 > 44 mm/Hg. En
un estudio, la creatinina sérica elevada y el shock (definiéndose
con necesidad de vasopresores) estaban asociados a mal pronóstico en
el análisis univariado, pero no en el multivariado10; sin embargo, en
coincidencia con Rello y cols., shock (con uso de vasopresores) e
insuficiencia renal aguda (presencia de oliguria) también fueron
responsables independientes de mal pronóstico, aunque la evaluación
fue circunscripta a ancianos con NAC severa. Riquelme y col.10 en un
trabajo prospectivo y con análisis de regresión logística
encontraron los siguientes indicadores pronósticos: postración,
desórdenes aspirativos, compromiso radiológico ³ 3 lóbulos,
temperatura < 37°C y frecuencia respiratoria > 30 por minuto.
Nosotros evaluamos estos dos últimos y no resultaron asociados a mal
pronóstico en nuestros pacientes. Además, analizamos dos de las
cuatro variables (hipotensión sistólica y apirexia) encontradas por
Venkatesan y cols. asociadas por ellos a un mayor riesgo de muerte8.
Mediante análisis univariado, hallamos que la hipotensión sistólica
estaba asociada a mal pronóstico. En nuestra opinión, los factores
pronósticos independientes encontrados en el presente estudio
(excepto enfermedad neurológica) pueden ser modificados por la
intervención médica y estos posibles determinantes de mortalidad
pueden ser susceptibles de estrategias preventivas. Además, dos de
estos factores (creatinina sérica y PaCO2 elevadas) son parámetros
que habitualmente se solicitan en la evaluación de un paciente con
NAC. El primer parámetro sugiere falla renal por sepsis o
deshidratación (habitualmente con el aumento de urea) y puede ser
mejorado con la intervención médica.
Este trabajo presenta dos limitaciones importantes: por un lado su
diseño retrospectivo y por el otro el hecho que los resultados deben
circunscribirse a la proporción menor de ancianos que requieren
internación por un episodio de NAC. Pese a esto, algunos factores
pronósticos previamente observados han podido confirmarse. En nuestro
medio, es necesario el desarrollo de evaluaciones prospectivas y
basadas en la población general de ancianos buscando factores capaces
de predecir mortalidad en las personas mayores con NAC, una población
en expansión y gravitación creciente en la salud pública. También
debe enfatizarse el hecho que la población anciana, de alto riesgo,
es principal beneficiaria de estrategias preventivas para infecciones
respiratorias, tales como el uso de las vacunas antigripal y
antineumocóccica.
En conclusión, en los ancianos que requieren internación por NAC, la
presentación clínica es frecuentemente atípica y severa, con una
mortalidad alta. La presencia de ciertos parámetros de severidad y de
factores pronósticos, tales como los hallados en este estudio, pueden
ayudar al médico a identificar pacientes de alto riesgo que pueden
requerir cuidados especiales.
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TABLA 1.– Principales antecedentes presentes en los pacientes
Antecedentes Media o N° de casos
Edad 82.35 (8 ± 8.3)
Tabaquismo 30
Incapacidad 29
Insuficiencia cardíaca 25
EPOC/Asma 18
Enf. neurológica 18
Internado en geriátrico 17
Diabetes Mellitus 15
Corticoides 9
Bronquitis crónica 8
Neoplasia 8
Alcoholismo 8
Inmunosupresión* 7
Insuficiencia renal crónica 6
Neumonía previa el último año 1
Hepatopatía crónica 1
* Sólo incluye los paciente con inmunosupresores. Los datos de
pacientes con cáncer y corticoesteroides están separados
TABLA 2.– Hallazgos clínicos y complementarios en 100 episodios
de NAC
Hallazgo % Hallazgo %
Antecedentes Rx tórax
Aspiración previa 17 Neumonía del E. aéreo 83
Ex físico Neumonía intersticial 11
Tos 81 Bronconeumonía 6
Expectoración 51 Derrame pleural 8
Fiebre (> 37.8°C) 48 Compromiso bilateral 23
Dolor pleurítico 5 Atelectasia 1
Caída 4
Taquipnea (> 24/min) 69 Laboratorio
Taquicardia (> 100/min) 40 Leucocitosis (> 10.400) 64
Estado mental alterado 48 Creatinina > 1.4 mg/dl 23
Uso músculos accesorios/ Urea > 50 mg/dl 49
respiración paradojal 20 PaO2 < 60 mm/Hg 54
Cianosis 22 PaCO2 > 44 mm/Hg 15
Ingreso directo a:
Sala general 91
UTI 9
TABLA 3.– Etiología de la NAC. Hallazgos bacteriológicos
Clasificación etiológica N de casos (n = 100)
Definida + presuntiva 21
Patógenos Total H LBA E AT LP
S. pneumoniae 8 4* 1 2 1 1*
S. aureus 4 4* 0 0 1* 0
S. epidermidis 2 2 0 0 0 0
H. influenzae 3 1 0 2 0 0
B. catarrhalis 2 0 0 2 0 0
Bacilos Gram 2 1 0 0 0 1
negativos entéricos
Aspirativa 14
Desconocida 65
* En el mismo paciente se aisló de dos muestras
Referencias: H = sangre, LBA = lavado broncoalveolar, E = esputo, LP =
líquido pleural, AT = aspirado traqueal
TABLA 4.– Características seleccionadas de tres grupos de NAC
Característica NAC severa NAC en ic NAC no severa
N casos 60 20 20
Promedio frecuencia respiratoria 32 (± 7.13) 30 (± 7.6) 23 (± 4.19)
Estado mental alterado 32 7 9
Hemocultivo positivo 6 2 4
Promedio PaO2 53.2 (± 16) 54.1 (± 28.6) 69.1 (± 11.8)
ARM 10 3 -
Requirió inotrópicos 11 3 -
Ev. aumento infiltr. 7 1 -
Ev. con oliguria 12 1 -
Cambio ATB EV 11 4 1
Mortalidad 40% 15% 10%
Referencias: en ic = en inmunocomprometido; EV = Evolución; no
severa = suma de NAC complicada y no complicada
TABLA 5.– Antibióticos prescriptos en 100 pacientes ancianos con
NAC
N° casos
Antibiótico empírico 100
Ceftriaxona 73
Sola 47
Más ornidazol 19
Más macrólido 7
Ampicilina/sulbactama 19
Otros 6
Desconocido 2
Antibiótico, pasaje a vía oral 52
Amoxicilina/clavulanato 34
Sultamicilina 8
Ofloxacina 4
Macrólido 4
Cotrimoxazol 2
TABLA 6.– Factores de mal pronóstico evaluados por análisis
univariado
Factor vivos/ p Odds IC
muertos Ratio
Incapacidad 17/13 0.067 2.58 0.94-7.11
Enf. neurológica 8/10 0.014 4.14 1.28-13.68
Inmunosupresión 17/3 0.205 0.37 0.08-1.50
Aspiración 7/10 0.0064 4.81 1.43-16.55
Diabetes 11/4 1 0.87 0.21-3.88
EPOC/Asma 15/3 0.323 0.43 0.09-1.79
Proc. geriátrico 10/7 0.24 1.94 0.58-6.46
Frecuencia respiratoria > 30/minuto 24/14 0.26 1.83 0.69-4.83
< 37°C 25/4 0.057 0.29 0.08-1.03
Frecuencia cardíaca > 100/minuto 23/17 0.0275 2.96 1.11-7.95
Tensión arterial sistólica < 90 mm/Hg 2/5 0.0206 7.19 1.12-57.83
Tensión arterial diastólica < 60 mm/Hg 4/5 0.11 3.49 0.73-17.23
Cianosis 18/4 0.317 0.47 0.12-1.70
Asistencia respiratoria mecánica 3/10 0.0001 11.93 2.64-71.85
Vasopresores 1/13 0.0000001 56.88 7.20-2449.5
Oliguria 2/11 0.00001 21.08 3.93-204.16
Aumento infiltrados en Rx Tx 1/7 0.0006 22.27 2.54-1017.5
Relación PaO2/FIO2 22/13 0.275 1.81 0.08-1.03
PH < 7.32 3/6 0.016 5.91 1.13-38.65
PaCO2 > 44 mm/Hg 5/10 0.001 6.95 1.85-28.55
Urea sérica > 50 mg/dl 28/21 0.0055 4.03 1.44-11.59
Creatinina sérica > 1.4 mg/dl 11/12 0.0448 3 1.02-8.9
IC = intervalo de confianza para el 95%
TABLA 7.– Factores asociados a mal pronóstico por análisis
multivariado
Factor p Odds IC
ratio
Requerimiento vasopresores 0.0127 22 1.9-249.5
Oliguria 0.0180 9.9 1.5-66.2
Enfermedad neurológica previa 0.0059 8.2 1.8-36.6
PaCO2 > 44 mm/Hg 0.0385 6.9 1.1-43.2
Creatinina sérica > 1.4 mg/dl 0.0293 4.7 1.2-1.9
IC = intervalo de confianza para el 95%
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