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EFECTO ANTIPARASITARIO
PROBLEMATICA DE LA ENFERMEDAD DE CHAGAS
Simposio internacional. Academia Nacional de Medicina.
Buenos Aires, 19-20 abril 1999
EFECTO ANTIPARASITARIO DE INHIBIDORES DE CISTEIN PROTEASAS IN
VITRO E IN VIVO EN LA ENFERMEDAD DE CHAGAS EXPERIMENTAL
JUAN C. ENGEL, PATRICIA S.
DOYLE, JAMES H. McKERROW
Department of Pathology,
University of California and Veterans Administration Medical Center,
San Francisco, 94143, USA
Key words: Trypanosoma cruzi, cruzain, cysteine protease
inhibitors
Resumen
El mal
de Chagas, endémico en la mayoría de los países de América, causa
una alta morbilidad y mortalidad. Aunque evidencias experimentales y
clínicas muestran la importancia de la quimioterapia tanto en la fase
aguda como crónica de la enfermedad, el tratamiento de los pacientes
se ve limitado por la toxicidad de las drogas disponibles. En esta
revisión se describe el diseño, evolución y selección de péptidos
miméticos capaces de interrumpir el ciclo intracelular de T. cruzi y
de curar infecciones experimentales agudas en animales de laboratorio.
Los péptido-miméticos inhiben específicamente la actividad
enzimática de cruzaína, una cisteín proteasa de T. cruzi, y causan
alteraciones en el complejo de Golgi y retículo endoplásmico,
acumulación de enzima no procesada en cisternas del complejo de
Golgi, y disminución de la enzima acumulada en lisosomas. El
compuesto más efectivo, N-Pip-F-hF-VSf, cura infecciones letales
agudas en animales experimentales. No se observan lesiones
miocárdicas, infiltración linfocitaria, o nidos de amastigotes
intracelulares en animales tratados con el compuesto. Estudios
toxicológicos y farmacoquinéticos preliminares indican la ausencia
de toxicidad asociada a altas dosis y tratamientos prolongados. Los
inhibidores de proteasas podrían constituir en el futuro buenas
alternativas quimioterapéuticas para el tratamiento del Chagas agudo
y crónico.
Abstract
Trypanocidal
effect of cysteine protease inhibitors in vitro and in vivo in
experimental Chagas disease. Endemic in most American countries,
Chagas’ disease causes high morbidity and mortality. Recent
experimental and clinical evidence shows the importance of
chemotherapy in both the acute and chronic phases of this disease.
However, treatment is yet limited by the toxicity associated to
available drugs. This review describes the design, evolution, and
selection of dipeptides that interrupt the intracellular cycle of T.
cruzi and cure acute experimental infections in laboratory animals.
Peptido-mimetic inhibitors specifically bind cruzain, a T. cruzi
cystein protease. The inhibitors cause alterations in the Golgi
complex and ER, accumulation of unprocessed enzyme within Golgi
cisternae, and decrease of mature cruzain within lysosomes. The most
effective compound, N-Pip-F-hF-VSf, cured an acute lethal infection in
experimental animals. Myocardial lesions, lymphocyte infiltration and
intracellular amastigote clusters were absent in treated animals.
Preliminary toxicology and pharmacokinetic analyses suggest the lack
of toxicity associated to high doses and prolonged treatment regimes.
Protease inhibitors may soon become good chemotherapeutic alternatives
for acute and chronic Chagas’ disease.
Dirección postal: Dr. Juan C. Engel, VAMC, San Francisco
Tropical Disease Research Unit, 4150 Clement Street, 113B, San
Francisco, 94121, USA
Fax: (415)750-6947 E-mail: jcengel@itsa.ucsf.edu
Alrededor de 16-18 millones de personas en América están
infectadas con Trypanosoma cruzi y se calcula que más de 90 millones
de residentes de zonas endémicas están expuestos a contraer la
infección con el parásito1. La enfermedad de Chagas se subdivide en
dos fases, aguda y crónica. La fase aguda dura alrededor de 90 días
y se caracteriza por la presencia de parásitos circulantes. Aunque la
miocarditis aguda causa una alta mortalidad, la mayoría de los
pacientes muere durante la fase crónica2, 4. La quimioterapia
tradicional con nifurtimox y benznidazol es efectiva en alrededor del
60% de los casos y se restringe en general a la fase aguda debido a su
alta toxicidad5, 7. Sin embargo, existen nuevas evidencias
experimentales y clínicas que confirman la correlación entre
cardiopatía y carga parasitaria en el músculo cardíaco en ambas
fases de la enfermedad8, 12. Por ejemplo, el tratamiento de pacientes
crónicos con benznidazol trajo una disminución tanto de la
cardiopatía como de las alteraciones electrocardiográficas
asociadas11. Estos resultados recalcan la importancia de los estudios
destinados al desarrollo de nuevas terapéuticas para la enfermedad de
Chagas.
Cruzaína (cruzipaína, gp 51/57) es una cisteín proteasa
perteneciente a la familia de las catepsinas L. Descripta inicialmente
por Cazzulo y colaboradores13, cruzaína es la proteasa más abundante
en todos los estadíos de T. cruzi. Varios grupos científicos en
distintos países han caracterizado la enzima a nivel bioquímico,
molecular e inmunológico13, 21. Nosotros establecimos estrechas
colaboraciones tendientes al desarrollo de quimioterapia para la
enfermedad de Chagas basada en la síntesis de inhibidores reversibles
e irreversibles específicos contra cruzaína. El diseño de péptidos
miméticos (CPI) capaces de bloquear específi-camente el sitio activo
de la proteasa permitió el desarrollo de inhibidores sumamente
efectivos. Los dipéptidos iniciales20 se modificaron a posteriori con
el propósito de aumentar su afinidad por el sitio catalítico de la
enzima y vida media in vivo, incrementar la solubilidad en soluciones
acuosas y por ende posibilitar su uso en regímenes orales de
tratamiento y, finalmente, de minimizar la toxicidad asociada a
tratamientos prolongados21.
Los CPI se seleccionaron primero en base a resultados obtenidos en
ensayos enzimáticos en los que se evaluó la capacidad inhibitoria de
la actividad de cruzaína recombinante utilizándose Z-F-R-AMC como
sustrato25. Aquellos compuestos efectivos a concentraciones
nanomolares, se evaluaron en cultivos de células in vitro. A tal
efecto, diseñamos un método sencillo que consiste básicamente en
irradiar macrófagos de una línea celular para detener su ciclo
celular e infectarlos con tripo-mastigotes de cultivo de la cepa Y de
T. cruzi, con o sin el agregado de inhibidores a distintas
concentraciones en el medio de cultivo. Los cultivos se observan a
diario durante 30 días. En estas condiciones, el ciclo intracelular
del parásito se completa en 4-5 días en controles no tratados. El
grado de efectividad de los compuestos se determina en base a su
capacidad de prolongar y/o interrumpir el ciclo intracelular de T.
cruzi, o sea de impedir la multiplicación intracelular de amastigotes
y la liberación de tripomastigotes. Este segundo método de
selección permite descartar inhibidores con buena actividad en
ensayos enzimáticos que no son efectivos en cultivos de células por
diversas razones incluyendo baja solubilidad, toxicidad para la
célula huésped y escasa permeabilidad a través de la membrana
celular.
Para determinar la acción parasiticida de los CPI, estudiamos a
continuación diversos aspectos de las alteraciones inducidas por el
tratamiento de epimastigotes y amastigotes intracelulares a nivel
celular y ultraes-tructural23, 24. Mu-F-hF-VSf fue uno de los
compuestos más efectivos e indujo la muerte de ambos estadíos de T.
cruzi. El tratamiento del parásito con este inhibidor trajo
aparejadas: alteraciones en la morfología del complejo de Golgi y del
retículo endoplásmico, acumulación de precursores enzimáticos no
procesados en dilataciones periféricas de las cisternas del complejo
de Golgi y, finalmente, disminución en la cantidad de enzima
transportada a los lisosomas. Se observó también una marcada
disminución en la cruzaína expresada en la superficie celular del
estadío amastigote24. Para confirmar la internalización de los
inhibidores y su interacción con cruzaína en células vivas, se
incubaron epimastigotes y amastigotes intracelulares con inhibidor
radioactivo. Se detectaron bandas radioactivas en el perfil
electroforético consistentes con los Mr descriptos para cruzaína que
se abolieron específicamente con inhibidor no radioactivo. En
resumen, el efecto tripanocida de los CPI se puede atribuir al bloqueo
del tráfico normal de proteínas celulares y del proceso de
autoactivación de precursores de cruzaína que tiene lugar durante su
paso por el complejo de Golgi23, 26. Es importante notar que se
observaron alteraciones ultraestructurales similares en amastigotes
aislados de músculo cardíaco de ratones infectados con T. cruzi y
tratados con CPI, lo que sugiere que el mecanismo de acción de los
inhibidores en animales es similar al observado in vitro24.
A continuación, evaluamos en animales experimentales aquellos CPI
considerados promisorios tanto en ensayos preliminares de actividad
enzimática como en cultivo de células24. La evolución en el diseño
de algunos inhibidores de cruzaína y su efecto en la sobrevida de
animales infectados con 10 y 100 veces la DL50 de T. cruzi se detallan
en la Fig. 1 y Tabla 1. El más efectivo de los compuestos analizados
inicialmente durante la fase aguda de la infección en animales
infectados con la cepa Y de T. cruzi fue Mu-F-hF-VSf. En experimentos
posteriores, este inhibidor se sustituyó con el derivado
N-Pip-F-hF-VSf diseñado por J. Palmer (Axys Phar-maceuticals, San
Francisco, CA) con el objeto de aumentar la solubilidad en soluciones
acuosas sin alterar la afinidad por el sitio activo de la enzima.
N-Pip-F-hF-VSf curó una infección letal experimental en ratones de
laboratorio en dosis de 0.7 mg administrados tres veces al día i.p.
(dosis equivalente a 100 mg/kg de peso/día) por un lapso de 21 días
(Tabla 1). Los animales tratados no sólo sobrevivieron la infección
letal, sino que 6/10 animales sobrevivieron > 340 días
post-infección y presentaron cultivos de sangre reiteradamente
negativos, mientras que la totalidad de los controles no tratados
murió rápidamente24. La ausencia de parásitos en los ratones
tratados se confirmó por hibridización con sondas fluorescentes
específicas para T. cruzi (FISH) (C. Thompson, comunicación
personal). La observación histopatológica de varios órganos de
animales tratados con N-Pip-F-hF-VSf en dosis de hasta 400 mg/kg
peso/día durante lapsos prolongados demostró la ausencia de
alteraciones debidas al tratamiento, confirmando la baja toxicidad del
compuesto.
Estos resultados se confirmaron recientemente en un modelo animal que
reproduce algunas de las características de la fase aguda de la
enfermedad de Chagas tales como cardiopatía, esplenomegalia y edema
(Fig. 2). Ratones C3H infectados con una dosis letal de
tripomastigotes del clon CA-I/72 desarrollan la típica cardiopatía
chagásica con gran número de parásitos e intensa infiltración
(Fig. 3A y 4A) y mueren 25-30 días post-infección. Los animales
tratados por vía intra-peritoneal con 0.5 mg de N-Pip-F-hF-VSf dos
veces al día (dosis equivalente a 50 mg/kg de peso) durante un total
de 21 días no presentan parásitos y sólo se observan pequeñas
zonas de cicatrización en el músculo cardíaco (Figs. 3B y 4B) y
esquelético. Dichas cicatrices son consecuencia de la infección
primaria previa al tratamiento.
En este sentido, cabe mencionar que nuestros estudios preliminares
sobre el tratamiento de ratones en fase crónica de infección con
N-Pip-F-hF-VSf son también promisorios. Asimismo están en progreso
varios estudios paralelos sobre metabolismo y toxicidad en ratas de
laboratorio y en perros. En estos últimos, el inhibidor no presenta
toxicidad en dosis orales de hasta 1 g/kg de peso.
Los inhibidores de cisteín proteasas son compuestos parasiticidas
efectivos aun para parásitos resistentes a la quimioterapia
tradicional con nifurtimox y benznidazol, según comprobamos
recientemente en tripanosomas resistentes a estas drogas.
Inversamente, desarrollamos parásitos resistentes a CPI los que son
sensibles a nifurtimox y benznidazol y en los que estamos
caracterizando los mecanismos celulares involucrados en la resistencia
a estos compuestos27. En base a estos resultados que sugieren que las
drogas serían buena alternativas quimioterapéuticas, nuestros grupos
de investigación continúan con el diseño y evaluación de nuevos
compuestos en búsqueda de inhibidores reversibles e irreversibles de
más potencia y especificidad que sean efectivos para el tratamiento
no sólo de la enfermedad de Chagas en sus fases aguda y crónica,
sino de parasitosis relacionadas tales como leishmaniasis28,
tripanosomiasis africana29, toxoplasmosis (S. Reed, comunicación
personal) y malaria30.
Agradecimientos: Los autores agradecen a los Drs. James
Palmer (Axys Pharmaceuticals, San Francisco, CA), Mary Zimmerman y
Robert Smith (Prototek II, Dublin, CA) que proveyeron los inhibidores
de cruzaína utilizados en este trabajo. Se agradece al Dr. Curtis
Thompson, University of Albur-querque, NM, quien realizó los estudios
de FISH. Esta investigación fue financiada con subsidios de los
National Institutes of Health (AI35707-1), de la American Heart
Association (N° 93.015.380) y del Academic Senate, University of
California, San Francisco. JH McKerrow es Docente en Parasitología de
la Organización Burroughs Wellcome.
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Abreviaturas:
AMC, 7-amino 4-metilcumarina; DMSO, dimetil sulfóxido; F,
fenilalanina; hF, homofenilalanina; FMK, fluoro metilcetona; Mu,
morfolino urea; N-Pip, N-piperazina; OCH, compuesto heterocíclico;
Vsf, vinil sulfonil fenol; Z, benziloxicarbonilo
TABLA 1.– Evaluación en un modelo animal del efecto terapéutico de
inhibidores irreversibles de cruzaína durante la infección aguda con
Trypanosoma cruzi
Tratamiento1 Estructura Sobrevida de los
animales (días)2
Control (DMSO) - 8-10
P34081 Mu-F-hF-FMK 16-18
P35027 Mu-F-hF-OCH > 24
K11002 Mu-F-hF-VSf > 180
K11777 N-Pip-F-hF-VSf 240-3403
1 P34081, P35027 se administraron en 2 dosis diarias de 1 mg i.p.
durante 12 días. K11777 y K11002 se administraron en 3 dosis diarias
de 0.7 y 1 mg i.p., respectivamente, durante 21 días
2 En estos experimentos, los ratones C3H se infectaron con 10.5
(controles, P34081 y P35027) y 10.6 (K11777 y K11002) tripomastigotes
de la cepa Y de T. cruzi
3 Los animales se sacrificaron y evaluaron histopatológicamente
Fig. 1.– Evolución de la estructura química de algunos inhibidores
irreversibles de cruzaína. En esta figura se muestra el diseño
sucesivo de compuestos a partir de uno de los inhibidores
irreversibles de cruzaína. Las modificaciones químicas se
introdujeron con la finalidad de incrementar la solubilidad, reducir
la toxicidad y, finalmente, aumentar la vida media de los compuestos.
Fig. 2.– Aspecto comparativo de ratones C3H infectados con una dosis
letal de T. cruzi y tratados o no con CPI. A. Animal tratado por vía
intraperitoneal con 0.5 mg de N-Pip-F-hF-VSf dos veces al día durante
21 días. B. El animal no tratado presenta un notorio edema
generalizado.
Fig. 3.– Vista general del músculo cardíaco de ratones C3H
infectados con una dosis letal de T. cruzi. A. Los animales no
tratados (controles) presentan una intensa infiltración difusa
generalizada (s). B. En los animales tratados con N-Pip-F-hF-VSf se
nota escasa infiltración linfocitaria (Aumento 4X).
Fig. 4.– Histopatología del músculo cardíaco de ratones tratados
con CPI durante la fase aguda de la enfermedad de Chagas. A. En los
animales no tratados se destacan numerosos nidos de amastigotes
intracelulares (s) y una intensa infiltración celular. B. Se nota la
ausencia de parásitos intracelulares y de infiltración linfocitaria
en los animales tratados (Aumento 20X).
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