MEDICINA - Volumen 60 - Nº 4, 2000
MEDICINA (Buenos Aires) 2000; 60:427-430

       
     

       
   

PROLACTINA E INFECCION POR HIV

LA HIPERPROLACTINEMIA ES UN HALLAZGO FRECUENTE EN INFECTADOS POR HIV PERO NO SE CORRELACIONA CON LA CARGA VIRAL

ANTONIO MONTERO*1, ADRIA G. GIOVANNONI1, LUISA SEN**2

1 Hospital Centenario, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Rosario; 2 Hospital de Pediatría J.P. Garrahan, Buenos Aires

* Miembro de la Carrera del Investigador Científico, Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario, (CIUNR)
** Miembro de la Carrera del Investigador del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas)

 

 

Key words: prolactin, hyperprolactinemia, cytokines, AIDS, HIV infection

Resumen

Aunque algunos autores han comunicado hiperprolactinemia durante la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (HIV), las circunstancias que determinan el aumento de las concentraciones de prolactina (PRL) en sangre son poco conocidas. Con el objetivo de estudiar la relación entre PRL en suero y otras variables clínicas en infectados por el HIV se estudiaron 46 infectados y 17 controles seronegativos. Las concentraciones de PRL en suero fueron significativamente mayores en el grupo de infectados por el HIV (p = 0.022; Prueba de la U de Mann-Whitney), y exhibieron algún grado de correlación con el título de IgG en suero (Rs = 0.42; p = 0.05, Spearman-Rank). Por el contrario, los valores de PRL en suero no guardaron correlación alguna con la carga viral de ARN-HIV-1 plasmática (Rs = 0.039; p = 0.841, Spearman-Rank). Estos datos confirman el frecuente hallazgo de hiperprolactinemia en el curso de la infección causada por el virus HIV con independencia de la tasa de replicación viral. Tomando en cuenta el cierto grado de correlación existente entre inmunoglobulinas y PRl en suero es posible hipotetizar que la concentración de PRL en sangre podría elevarse en respuesta a estímulos provenientes del sistema inmunológico, como activación inmune inespecífica o secundaria a infecciones se-veras.

Abstract

Hyperprolactinemia is frequently observed during HIV infection but does not correlate with viral burden. Although many authors have reported the finding of hyperprolactinemia during the course of HIV infection, the circumstances determining the rise of prolactin (PRL) concentrations in serum are poorly understood. To analyze the relationships between serum PRL and other clinical variables in HIV-infected patients, 46 HIV-infected patients and 17 seronegative controls were studied. Serum PRL concentrations were significantly higher in the HIV-infected group (p = 0.022). Furthermore, Serum PRL and serum IgG correlated positively (Rs = 0.42; p = 0.05, Spearman-Rank). On the contrary, serum PRL concentrations did not correlate with the plasmic viral burden (Rs 0.039; p = 0.841), Our data confirm that hyperprolactinemia is a frequent finding during the course of HIV infection, and that serum PRL are independent of viral replication kinetics. Considering that a positive correlation was found between serum PRL and immunoglobulins, it is possible that serum PRL might increase in response to non specific immunological activation, or even in response to immunological activation at the onset of infections.

 

Dirección postal: Dr. Antonio Montero, Dorrego 156, 2000 Rosario, Argentina
Fax: (54-0341) 4402768 e-mail: amontero@sede.unr.edu.ar

Recibido: 13-IX-1999 Aceptado: 2-VI-2000

 

Existen datos escasos y contradictorios acerca del rol cumplido por la hormona prolactina (PRL) en el curso de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (HIV). El análisis de los resultados comunicados por un pequeño número de autores permite asumir que la aparición de hiperprolactinemia resulta frecuente durante la infección por HIV, como lo documentan el 50% de las publicaciones que han analizado la cuestión1-4. Sin embargo, un número similar de autores han hallado niveles normales de prolactina en el suero de infectados por HIV, indicando que la hiper-prolactinemia no es un fenómeno constante durante la infección por HIV5-8.

Material y métodos

Población en estudio

Todos los infectados por el HIV asistidos durante un período de dos meses se incluyeron en el presente estudio. Como controles se tomó un grupo de pacientes libres de infección por el HIV que no presentaban ninguna patología reconocida como causa de hiperprolactinemia, definiendo como tal a toda concentración de PRL en suero que exceda los 25 ng/ml. Los pacientes infectados por el HIV fueron estratificados de acuerdo con la clasificación clínica del Centro para Control de Enfermedades de Atlanta (CDC), y se registraron los datos correspondientes a tratamiento antirretroviral y duración del mismo.
Un diagnóstico de embarazo, colagenopatía, endocri-nopatía, tumor de hipófisis, falla renal o cirrosis hepática, o la administración regular de agentes dopaminérgicos o antidopa-minérgicos, esteroides o contraceptivos orales fueron criterios de exclusión para estudios y controles.

Determinaciones de laboratorio

En las muestras de sangre obtenidas de los infectados por el HIV se cuantificaron las siguientes variables: subpoblaciones linfocitarias (CD3+, CD8+, CD4+, CD19+ y células NK), carga viral, PRL, inmunoglobulinas (Ig-) IgG, IgA e IgM. Las subpo-blaciones linfocitarias se determinaron mediante citometría de flujo con triple marcación mediante anticuerpos monoclonales. La carga viral plasmática de ARN-HIV-1 en plasma se midió utilizando la técnica Quantiplex branched-DNA (Chiron, Emeryville, CA), calibrada para un umbral de detección de 500 copias de ARN por ml.
La concentración de PRL en suero fue medida mediante inmunoensayo enzimático por micropartículas (MEIA) utilizando un equipo Prolactin Reagent Pack (Abbott Labs, Chicago, Ill) en un autoanalizador Abbott IMX de acuerdo con las especificaciones del fabricante.
La medición de las concentraciones de IgG, IgA e IgM en suero se realizó mediante una técnica de inmunoensayo turbidimétrico usando los respectivos equipos IgG, IgA o IgM System Multi-test (Merck Diagnostica, Darmstadt, Germany).
Consideraciones éticas: El presente estudio fue sometido a evaluación y aprobado por el comité de ética de la Universidad Nacional de Rosario.

Análisis estadístico

Los resultados correspondientes a pacientes y controles se compararon mediante la prueba de la U de Mann-Whitney. El coeficiente de correlación de Spearman-Rank fue utilizado para analizar el grado de correlación entre dos variables cuantitativas medidas con error estadístico.

Resultados

Se incluyeron 46 pacientes infectados por el HIV (33 hombres y 13 mujeres; 71.74% vs 28.26%) y 17 controles seronegativos (12 hombres y 5 mujeres; 70.59% vs 29.41%). De acuerdo con los criterios del CDC para la definición de caso clínico de SIDA, 15 infectados pertenecían al estadio III y 31 al estadio IV. La distribución por edad resultó similar en infectados y controles (promedio ± desvío estándar: 35.10 ± 16.14 años vs 31.60 ± 7.09 años respectivamente).
Las concentraciones de PRL en suero fueron signi-ficativamente mayores en el grupo de pacientes infectados por el HIV al compararlas con los valores hallados en los controles seronegativos (p = 0.022; Prueba de la U de Mann-Whitney). La Fig. 1 muestra los niveles de PRL en suero correspondientes a ambos grupos. Se detectó hiperprolactinemia en 10 de los 46 infectados por el HIV (21.74%), pero en ninguno de los 17 controles seronegativos (p = 0.032; prueba de significación exacta de Fisher). Al analizar el grupo de infectados por el HIV, 4 de los 10 pacientes que presentaron hiperprolactinemia y 19 de los 36 pacientes que exhibieron concentraciones normales de PRL en suero se hallaban bajo tratamiento antirretroviral. Estas diferencias no resultaron estadísticamente significativas (p = 0.48; prueba de significación exacta de Fisher).
Las concentraciones de PRL en el suero de los 21 infectados que se hallaban bajo tratamiento antirretroviral no mostraron diferencias estadísticamente significativas al compararlas con los valores hallados en los restantes 25 pacientes que no recibían tratamiento antirretroviral (p = 0.339; prueba de la U de Mann-Whitney). Todos los pacientes bajo tratamiento antirretroviral recibieron el mismo esquema terapéutico (AZT+3TC+Indinavir).
La Tabla 1 muestra los valores del coeficiente de correlación R de Spearman calculados en los infectados por el HIV tomando las concentraciones plasmáti-cas de prolactina por un lado, y las mediciones de subpo-blaciones linfocitarias CD3+, CD4+, CD8+, CD19+ y NK, carga viral plasmática, e inmunoglobulinas por el otro.
Cuando la población estudiada fue estratificada de acuerdo a la presencia de niveles elevados de carga viral plasmática (superiores a 10.000 copias/ml), no se hallaron diferencias estadísticamente significativas en los niveles séricos de PRL hallados en ambos grupos (p = 0.731; Prueba de la U de Mann-Whitney). La Fig. 2 muestra que los valores de PRL en suero no guardaron correlación alguna con la carga viral plasmática (Rs = 0.039; p = 0.841, Spearman-Rank). Por el contrario, las concentraciones de PRL en suero mostraron algún grado de correlación con la concentración de IgG en suero (Rs = 0.42; p = 0.05, Spearman-Rank).

Discusión

Aunque la PRL es actualmente reconocida como una citoquina9-10, y la activación inmune persistente es una característica inmunopatogénica común durante la infección por HIV, la causa y el significado del hallazgo frecuente pero no constante de hiperprolactinemia durante la infección causada por este agente continúa por esclarecerse. Existen escasos y a veces contradictorios datos acerca del rol que la hormona PRL cumple durante la infección por HIV, y diferentes autores han obtenido resultados opuestos al estudiar las concentraciones de PRL en el suero de infectados por HIV. El análisis de esos hallazgos permite concluir que la hiperprolactinemia es un hallazgo frecuente en infectados por el HIV, ya que el 50% de las comunicaciones informaron el hallazgo de hiperprolactinemia1-5. Sin embargo, este fenómeno no constituye un hallazgo constante puesto que un número similar de autores han hallado niveles normales de PRL en el suero de infectados por el HIV6-9.
Los resultados del presente trabajo confirman que la detección de hiperprolactinemia es un hallazgo frecuente durante el curso de la infección por HIV. Asimismo, la falta de una correlación significativa entre las concentraciones de PRL en suero y la carga viral plasmática permite inferir que estas variables no están directamente relacionadas. De este modo, aunque la aparición de hiperprolactinemia probablemente resulte favorecida por la infección por HIV, ella no puede considerarse como consecuencia directa de esta infección. Naturalmente, si la hiperprolactinemia fuese consecuencia directa de la infección por el HIV sería lógico hallar una buena correlación con la carga viral plasmática, conclusión que nuestros resultados no avalan.
Cuando se analizan las relaciones entre hiperprolac-tinemia y otros parámetros clínicos conviene tomar en cuenta la prevalencia global de hiperprolactinemia en humanos. A este respecto, dos comunicaciones sirven para ilustrar la bajísima frecuencia de esta condición clínica: En 1922, Batrinos y cols.11 estudiaron 4199 mujeres en edad fértil que presentaban trastornos mens-truales, infertilidad, galactorrea o hirsutismo, hallando que el 3% presentaban concentraciones plasmáticas de PRL superiores a 20 ng/ml. La prevalencia de hiperprolac-tinemia más pronunciada parece todavía menos común: Un grupo de investigadores nipones que condujo un estudio masivo de detección de hiperprolactinemia sobre 10.550 compatriotas en buen estado de salud halló concentraciones de PRL superiores a 75 ng/ml en 1.2% de 2100 mujeres y 0.17% de 8450 hombres12. La comparación de estos guarismos con nuestros hallazgos evidencia que los infectados por el HIV padecen una prevalencia de hiperprolactinemia notablemente mayor que la población general13.
Dado que la PRL ejerce una actividad bifásica (activación a dosis fisiológica e inhibición a altas dosis) sobre la síntesis de IgG14, este efecto bien conocido sobre la síntesis de inmunoglobulinas podría explicar parcialmente la débil correlación hallada entre ambas variables de nuestra serie.
Nuestros resultados confirman la frecuente aparición de hiperprolactinemia en el curso de la infección causada por el HIV, sugiriendo fuertemente que este hallazgo es independiente del grado de replicación viral. Considerando la correlación parcial hallada entre inmuno-globulinas y PRL en suero es posible hipotetizar que la concentración de PRL en sangre aumentaría en respuesta a estímulos inmunológicos como la presencia de infecciones severas.

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TABLA 1.– Coeficientes de correlación entre prolactinemia y otras variables inmunológicas

Pares de variables n Spearman R p

Prolactinemia y células CD3+ 35 – 0.057 ns
Prolactinemia y células CD4+ 46 0.033 ns
Prolactinemia y células CD8+ 35 – 0.113 ns
Prolactinemia y células CD19+ 35 – 0.115 ns
Prolactinemia y células NK 35 0.010 ns
Prolactinemia y carga viral 28 0.039 ns
Prolactinemia e IgG en suero 21 0.420 0.05
Prolactinemia e IgM en suero 21 0.073 ns
Prolactinemia e IgA en suero 21 – 0.105 ns

ns: no significativo

Fig. 2.– Carga viral plasmática y prolactinemia en infectados por HIV.
Rs=0.039; p = 0.841, Spearman-Rank