8° CONGRESO INTERNACIONAL DE MEDICINA INTERNA
del Hospital de Clínicas
Buenos Aires, 28-31 agosto 2000
TEMBLOR ESENCIAL
CARLOS CHOUZA
Hospital de Clínicas Dr.
Manuel Quintela. Facultad de Medicina. Universidad de la República.
Montevideo. Uruguay
El temblor es un movimiento anormal involuntario rítmico que oscila
alrededor de un eje.
Es el movimiento anormal más frecuente.
El temblor esencial es también denominado benigno y de acuerdo a
las circunstancias temblor hereditario o familiar o temblor senil.
Se desconoce la etiología aún cuando hay factores genéticos y
alta condición familiar de la afección.
Las nuevas tecnologías como el PET (Tomografía por emisión de
positrones) han permitido conocer algunos datos fisiopatológicos.
Se comprobó hiperactividad en cerebelo de carácter bilateral y que
obedece a disfunción gabaérgica (alteración receptorial?,
interacciones con otros sistemas de neurotransmisores?)
El temblor esencial es el que posee la mayor prevalencia dentro de
los temblores. En estudio epidemiológico realizado en Uruguay su
prevalencia fue de 2.34/1000 habitantes valor que se inscribe dentro
de los datos de otros países. En cambio el temblor parkinsoniano
que integra el síndrome del mismo nombre se observó en 1.36/1000
habitantes.
El temblor esencial es una afección monosintomática cuya
expresión clínica es el temblor de tipo postural. En cambio el
temblor parkinsoniano es de reposo y postural y se presenta
conformando el síndrome parkinsoniano que asocia aquinesia y
rigidez además de otros signos.
La incidencia familiar es francamente mayor en el temblor esencial.
El espectro etario es más amplio en el temblor esencial
observándose en el niño, en el joven y en el adulto pero con
marcada dominancia en el senil. En cambio el parkinsoniano tiene
franco predominio entre la 6ª y 8ª décadas.
El esencial tiene tendencia a iniciarse en forma bilateral y a
mantener la simetría mientras que el parkinsoniano habitualmente
inicia los síntomas en forma unilateral y en la evolución tiende a
mantener asimetría.
El compromiso axial y el temblor cefálico son claramente más
frecuentes en el esencial incluso afectando la voz (palabra “chevrote”
o “voz de cabra”). Un signo clínico diferencial importante que
se observa en casi todos los casos es que el temblor cefálico es en
“asentimiento” en el parkinsoniano mientras que en el temblor
esencial es en “negación” o sea un movimiento rotatorio de
cabeza.
Los registros electromiográficos y por acelerómetro señalan una
frecuencia del temblor esencial entre 4 y 15 ciclos / segundo
alcanzando los mayores valores en la infancia y juventud pero en el
adulto y anciano las frecuencias son similares al del temblor
parkinsoniano.
La evolución es más benigna y lenta, con períodos de
estabilización en el esencial de modo que en general no provoca
invalidez a diferencia del temblor parkin-soniano.
Un antecedente importante y muchas veces decisivo en el diagnóstico
es si el temblor se atenúa o desaparece con la ingesta de alcohol.
Esto ocurre en el temblor esencial y no en el parkinsoniano.
Hemos hecho una descripción clínica comparativa entre los 2 tipos
de temblores más frecuentes.
En la mayoría de los casos, no se admite el error en el
diagnóstico diferencial de ambas entidades.
Si así ocurre es porque no se interrogó o examinó correctamente
al paciente.
El error en el diagnóstico diferencial ocurre con relativa
frecuencia por parte del médico general y aún por parte del
neurólogo.
Hemos asistido pacientes con temblor esencial diagnosticados como
parkinsonianos y medicados con levodopa por prolongados períodos de
tiempo o sea varios años. La levodopa es ineficaz para el temblor
esencial, es potencialmente iatrógena y el costo del tratamiento es
francamente mayor.
En el caso de ancianos el diagnóstico diferencial puede ser más
difícil por asociación de parkinsonismo senil.
Los tests farmacológicos-terapéuticos nos pueden ayudar a definir
el diagnóstico pues el alcohol, la primidona y los beta-bloqueantes
son eficaces en el temblor esencial, no así en el parkinsoniano. En
cambio los anticolinérgicos, la levodopa y los agonistas
dopaminérgicos mejoran al parkinsoniano pero no al paciente con
temblor esencial.