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Absceso tibial
por Histoplasma capsulatum
Absceso tibial causado
por Histoplasma capsulatum
Maria
I.G. de Fernandez1, Ricardo Negroni2, Alicia Arechavala2
1 Microbiología, Instituto
Quirúrgico del Callao; 2 Unidad Micología, Hospital de Enfermedades
Infecciosas Francisco J. Muñiz, Buenos Aires
Resumen
La
histoplasmosis diseminada es la forma más seria de enfermedad causada
por el hongo Histoplasma capsulatum. La histoplasmosis fue descrita
por primera vez por Darling en 1906 y es endémica en ciertas áreas
de las regiones Central y Sudeste de Estados Unidos y en la mayoría
de los países de Latinoamérica, incluyendo la región de la Pampa
húmeda y la Mesopotamia en Argentina, pero en otros continentes tiene
una distribución regional limitada. Los pulmones están implicados en
el 90% de los casos, pero H.capsulatum puede involucrar hueso y
tejidos blandos. Las lesiones óseas sin otro signo de infección son
raras y a menudo mal diagnosticadas como cáncer. Se informa aquí un
caso de histoplasmosis diseminada en un hombre con mielodisplasia
quien presentó un absceso tibial izquierdo, sin evidencia clínica
pulmonar. El paciente fue tratado con itraconazol en forma exitosa.
Palabras clave: Histoplasma capsulatum, absceso
tibial
Abstract
Tibial
abscess caused by Histoplasma capsulatum. Disseminated
histoplasmosis is the most serious form of the disease produced by the
fungus Histoplasma capsulatum. Histoplasmosis was first described by
Darling in 1906, and it is endemic in certain areas of Central and
Southeastern regions of USA, and most Latin America countries,
including the Pampa h?eda and Mesopotamia regions in Argentina, but in
other continents it has a limited regional distribution. Lung
involvement predominates in 90% of cases, but H.capsulatum may involve
bone and soft tissues. Bone lesions without other signs of infection
are very rare, and are often misdiagnosed as cancer. We report a case
of disseminated histoplasmosis in a man with a myelodisplasia who
presented a left tibial abscess, without any clinical evidence of
pulmonary involvement. The patient was succesfully treated with
itraconazole.
Key words: Histoplasma capsulatum, tibial abscess
Dirección postal: Dra. María I.G. de Fernández, Riobamba
1040, 1116 Buenos Aires, Argentina. Fax: e-mail: migf@infovia.com.ar
Recibido: 3-XI-2000 Aceptado: 11-I-2001
La histoplasmosis es una micosis granulomatosa con afinidad por el
sistema fagocítico mononuclear. Histo-plasma capsulatum se encuentra
en áreas cálidas y húmedas, especialmente en suelos fertilizados
por heces de pájaros y murciélagos1. Es un hongo dimórfico con una
forma vegetativa que se encuentra como hifas y conidias dentro del
suelo y una forma de levadura que existe a la temperatura corporal.
Con pocas excepciones, este hongo infecta al huésped por la vía
respiratoria. Las infecciones suelen ocurrir después de la rotura del
suelo por el hombre durante la siembra o cosecha o la construcción ,
debido a la aerosolización de las hifas y conidias2.
En pacientes con enfermedad diseminada aguda, las lesiones pueden
aparecer especialmente en el sistema reticuloendotelial (médula
ósea, hígado, sangre, bazo y nódulos linfáticos), pero también en
muchas otras partes del cuerpo que contienen, relativamente, pocos
macrófagos (piel, corazón, cerebro, etc). En la forma diseminada
crónica, las lesiones mucocutáneas son muy frecuentes y pueden
involucrar a una amplia variedad de órganos. Las formas diseminadas
progresivas son presumiblemente el resultado de una inmunidad celular
deprimida. La reactivación, también puede ocurrir, después de una
infección moderada o inaparente. La inmunosupresión debida a la
quimioterapia está claramente asociada con la reactivación. Una
alteración transitoria en el estado inmune de un individuo puede
explicar los casos adicionales1-4.
La enfermedad se caracteriza por la presencia de lesiones
granulomatosas en la piel, tejido subcutáneo y hueso, siendo el
fémur el hueso más frecuentemente involucrado en la enfermedad.
H. capsulatum var capsulatum es una especie cosmopolita que vive en su
forma vegetativa en suelos ricos en sustancia orgánica con pH ácido,
en zonas de clima templado o tropical y húmedo. Las áreas endémicas
de mayor importancia se localizan en los valles de los ríos
Mississippi- Missouri y Ohio en los EE.UU., en la zona de la Pampa
húmeda y parte de la Mesopotamia en Argentina y en la Serra do Mar en
Brasil. También se han descrito algunos casos autóctonos en Europa,
Africa, Australia, India y Extremo Oriente2-4.
Caso clínico
Paciente de 60 años con historia previa de várices, supuración
en la rodilla izquierda y secreción de una adenopatía inguinal
izquierda. La rutina de laboratorio mostró los siguientes datos:
leucocitos 7 000/mm3; hemoglobina 8.1 g/dl; recuento de plaquetas 35
.000/mm3; eritrosedimentaci? 120 mm/h; crea-tinina 2.43 mg/dl;
fosfatasa alcalina 215 mU/ml.
La resonancia magnética de ambas piernas mostró: una imagen
subcutánea de 5 cm de diámetro, de bordes netos, por encima de la
tuberosidad tibial anterior izquierda, compatible con colección
superficial, con erosión cortical subyacente. Se observó también
una lesión irregular que involucraba el músculo tibial anterior
izquierdo. No hubo evidencia de alteraciones en la pierna derecha.
El examen histológico de la muestra obtenida del absceso tibial
izquierdo mostró un tejido granulomatoso con histiocitos y leucocitos
y elementos compatibles con levaduras dentro de los histiocitos. En el
laboratorio de microbiología se recibieron dos materiales diferentes,
una pieza de tejido blando y pequeños trozos de tejido óseo. La
coloración de Gram de ambos materiales mostró abundantes leucocitos
polimorfonucleares y cocos gram positivos. En la coloración de Giemsa
se observaron múltiples levaduras de 4-5 mm de diámetro con un halo
claro y el protoplasma teñido de púrpura, dentro de los macrófagos
y las células epiteliales, compatibles con la forma parasítica de H.
capsulatum. Los materiales fueron desmenuzados antes de ser
plaqueados, inoculados en agar base Columbia con 5% de sangre (ABC/s)
y en caldo tioglicolato e incubados a 37° C en condiciones
aeróbicas. A las 24 horas crecieron en ABC/s cocos gram positivos que
fueron identificados como Staphylococcus aureus meticilino sensible. A
los 10 días de incubación crecieron en la placa de ABC/s colonias
arrugadas de color crema a marrón, identificadas como H.capsulatum. A
los materiales desmenuzados se les adicionó una solución salina
isotónica conteniendo antibióticos (cloranfenicol/estreptomicina).
Los mismos fueron inoculados en 6 tubos con agar Sabouraud y agar
infusión cerebro corazón conteniendo cloranfenicol y estreptomicina
en una proporción de 100 mg/ml e incubados a 28°C y 37°C por 10
días.
En los tubos a 28°C crecieron colonias que variaban del color blanco
al marrón. El corto micelio aéreo presentó hifas filamentosas
delgadas y septadas con abundantes macro-conidias esféricas de pared
gruesa (8-6 mm) y pequeñas microconidias ovales (2-4 mm). En los
tubos a 37°C, crecieron colonias pastosas, arrugadas, de color crema
a marrón claro que correspondieron a levaduras con brotes polares,
las cuales fueron identificadas como H.capsulatum.
El paciente fue tratado con una combinación de ceftriaxona más
rifampicina durante 3 días, cambiando luego el esquema antibiótico a
cefalexina. Después del diagnóstico de histoplas-mosis diseminada
(por los resultados microscópicos e histológicos), se agregó
itraconazol (400 mg/día). El paciente mejoró y fue dado de alta del
Instituto con un tratamiento oral de tres meses de itraconazol (400
mg/día).
Discusión
La infección diseminada es la más seria manifestación de
histoplasmosis, la cual causa enfermedad progresiva. Esta enfermedad
es fatal si no es tratada. La presencia de una inmunodeficiencia es un
factor predispo-nente para la forma progresiva de histoplasmosis4. Las
manifestaciones clínicas pueden ser clasificadas de acuerdo al sitio
(pulmonar, extrapulmonar o infección diseminada) , duración de la
infección ( aguda, subaguda y crónica) y patrones de infección
(primaria versus reactivación)5. La histoplasmosis puede reactivarse
muchos años más tarde en tejidos aislados (por ejemplo: superficies
mucocutáneas, sistema nervioso central, etc.). Ese patrón sucede en
pacientes ancianos e inmunocomprometidos y debe ser diferenciada de
otras micosis, tuberculosis y enfermedades neoplásicas5.
Manifestaciones clínicas como fiebre, malestar, pérdida de peso, a
menudo acompañadas de hepatoesplenome-galia, se describen en la
mayoría de los pacientes con enfermedad diseminada4.
Debido a que H. capsulatum es una enfermedad tratable y la demora en
su tratamiento puede ser fatal, un diagnóstico temprano y la
instauración de una terapia antibiótica correspondiente es muy
importante.
El tratamiento convencional de la histoplasmosis diseminada severa
consiste en anfotericina B, el uso de la cual puede estar limitado por
intolerancia o por efectos tóxicos renales. La otra droga de
elección es itraconazol, la cual es altamente activa contra H.
capsulatum. La misma es bien tolerada y el único efecto adverso
observado es un incremento leve y asintomático de las enzimas
hepáticas6. La profilaxis antifúngica para la prevención de la
histoplasmosis, debe ser indicada en aquellas áreas en las cuales los
rangos de prevalencia de la enfermedad son altos.
Bibliografía
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