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VATS EN NEUMOTORAX ESPONTANEO
VENTAJAS DE LA CIRUGIA TORACICA VIDEOASISTIDA EN EL TRATAMIENTO
DEL NEUMOTORAX ESPONTANEO
Oscar
A. Abdala, Roberto R. Levy, Ruben H. Bibiloni, Hugo D. viso,
Marisa De Souza, VIctor H. Satler
Instituto de Enfermedades
Torácicas, Sanatorio Modelo Quilmes, Quilmes, Provincia de Buenos
Aires
Resumen
El
neumotórax espontaneo (NE) es una condición invalidante que afecta
principalmente varones jóvenes delgados, sin otras enfermedades
asociadas. Comúnmente es causado por la rotura de bullas
subpleurales. El primer episodio se resuelve generalmente con un tubo
bajo agua (TBA) pero un alto porcentaje de pacientes sufre recidivas
de la enfermedad Pensamos que la cirugía torácica vídeo asistida
(VATS) es un mejor método de tratamiento puesto que permite
identificar y tratar la causa en forma radical evitando las recidivas.
Para determinar si esto es cierto 40 pacientes ingresados en un
periodo de 5 años, con NE fueron distribuidos en forma aleatoria para
ser tratados mediante TBA o VATS. El tiempo total de internación fue
de 7.5 (4-15)días contra 5.3 (2-7)días en los grupos TBA y VATS
respectivamente (p<.05). El requerimiento de analgésicos duró
76.8 ± 31 horas en el grupo TBA y 38.4 ± 3 horas en el grupo VATS
(p<.05). Del grupo TBA, 8 (53%) pacientes presentaron recidiva de
la enfermedad y 6 (40%) tuvieron persistencia de la fístula, los del
grupo VATS no tuvieron complicaciones postoperatorias (p<.001). El
análisis de los costos mostró un valor de $850 para el grupo TBA y
un valor de $1730 para el VATS. De acuerdo con estos resultados VATS
seria el procedimiento de elección en el tratamiento del NE puesto
que resuelve la causa de la enfermedad, además disminuye el tiempo de
internación, con menor requerimiento de analgesia postoperatoria,
reduce la tasa de recidiva y por ende los costos. Asimismo los
pacientes vuelven a trabajar en menos de 10 días
Palabras clave: cirugía torácica videoasistida,
neumotórax espontáneo
Abstract
Advantage
of video assisted thoracoscopy in the treatment of spontaneous
pneumothorax. Spontaneous pneumothorax (SP) is a disabling
condition mostly affecting young, thin and otherwise healthy males. It
is usually caused by ruptured pleural blebs. The first treatment is
the insertion of a chest tube (ICT) but in a great number of patients
there is recurrence of the disease. We believe that the video assisted
thoracoscopy (VATS) is the best treatment possible because it allows
us to treat the ruptured bleb radically avoiding any recurrence. In
order to prove it, 40 patients admitted in a five-year period, with a
SP, were randomly assigned to be treated by ICT or VATS. The ICT
patients were in the hospital a mean time of 7.5 (4 to 15) days and
the VATS patients, 5.3 (2 to 7) days (P<.05). ICT patients required
analgesic drugs during 76.8 ± 31 hours and VATS patietns 38.4 ± 13
hours (p<.05). From the ICT group, 8 (53%) patients had recurrence
of the disease and 6 (40%) had a prolonged air leak, while none of the
patients of the VATS group had any complication (<.001). Cost of
ICT and VATS were $ 850 and $ 1730, respectively. According to these
results, VATS should be the treatment of choice in SP patients. It
treats the cause of the disease. It also reduces the hospitalization
time, the use of analgesic drugs post surgery, decreases recurrence of
the disease and the cost of the treatment. Moreover, the patients were
back to work in less than 10 days.
Key words: video assisted thoracoscopy, spontaneous
pneumothorax
Dirección electrónica: Dr. Oscar A. Abdala, Chaco 61,
1424 Buenos Aires, Argentina
Fax: (54-11) 4983-2740 e-mail: oabdala1642@aol.com.ar
Recibido:2-XII-1999 Aceptado: 19-X-2000
Podemos definir al neumotorax espontáneo (NE) como la acumulación
de aire en el espacio pleural con colapso secundario del parénquima
pulmonar.
Esta situación obedece a diferentes causas, siendo la ruptura de
bullas subpleurales con la consiguiente perdida de aire la causa mas
frecuente.
El neumotorax puede ocurrir tanto en reposo como durante el ejercicio,
siendo mas frecuente en hombres altos; delgados entre los 20 y 40
años de edad¹. El tabaquismo se considera un factor predisponente²
Es una enfermedad benigna que afecta a 9 de cada 100.000 personas por
año (7 hombres y 2 mujeres por cada 100.000 habitantes), en EE.UU se
diagnostican 17.000 nuevos casos por año¹.
Los síntomas y signos de presentación son dolor en puntada de
costado, disnea , taquicardia, fatiga y cianosis, estos pueden
presentarse inclusive durante el reposo o aun durmiendo. Al examen
físico se puede observar que el paciente se presenta con aleteo
nasal, taquipneico, ansioso y puede inclusive quejarse de dolor
abdominal, la auscultación del tórax revela disminución de la
entrada de aire en el hemitórax afectado. La radiografía de tórax
muestra aire fuera del pulmón en el espacio pleural con colapso
parcial o total del mismo.
El objetivo del tratamiento es sacar el aire del espacio pleural
permitiendo de esa manera la reexpansión del pulmón, lo cual se
logra colocando un tubo en la cavidad torácica que permita la
evacuación del mismo. Esto puede demorar algunos dias, requiriendo
para el manejo del tubo pleural, la internación del enfermo durante
todo este tiempo. Se han informado un promedio de 21.4 ± 26.9 dias de
actividad perdidos por cada episodio³ .
Para prevenir la repetici? del neumot?ax se recomienda a los enfermos
dejar de fumar, evitar las altitudes, la pr?tica del buceo y el vuelo
en aviones que no tengan cabinas presurizadas.
A pesar de todo esto casi un 50% de los pacientes experimentan
residiva del neumotorax¹², ¹³. Esta incidencia es aun mayor
después del segundo episodio.
Actualmente VATS constituye el método de elección para el
tratamiento del NE ya que con un traumatismo mínimo, similar a la
colocación de un tubo pleural, se puede realizar una inspección
minuciosa del parénquima pulmonar permitiendo el tratamiento radical
de esta enfermedad.
En el presente trabajo, se analizan los resultados obtenidos en dos
grupos de pacientes, de acuerdo al tratamiento que recibieron: Grupo
T, enfermos que fueron drenados con un tubo bajo agua, y Grupo V
pacientes a los cuales se les realizó cirugía video asistida. Se
comparó el tiempo total de internación, el requerimiento de
analgésicos, las complicaciones y por último los costos en cada
procedimiento.
Material y métodos
Datos Demográficos: Desde enero de 1994 hasta diciembre de 1998
fueron admitidos en el Sanatorio Modelo de Quilmes 40 pacientes por
presentar un neumotorax espontáneo, la edad promedio de los pacientes
era de 39 (rango: 17 a 79) años y de ellos 27 (72%) eran hombres. El
antecedente de tabaquismo estaba presente en el 54% de los enfermos, 3
(8%) pacientes tenían diagnóstico de EPOC, 2 (5%) pacientes eran
asmáticos, otros 2 (5%) tenían diagnóstico de enfisema y uno de
ellos tenia diagnostico de asma y enfisema.
Al momento de la cirugía o del drenaje los pacientes presentaban un
neumotorax promedio del 61% (rango 30-100%).
Del total de 40 enfermos a 15 (40%) se les realizó drenaje pleural
bajo agua (Grupo T), mientras que a los 25 (60%) restantes se les
realizó VATS (Grupo V). Posteriormente en un lapso de tiempo que fue
desde 2 hasta 120 días, a 14 (93%) pacientes del grupo al cual
inicialmente se le había realizado drenaje bajo agua del neumotorax,
fue necesario operarlo por medio de cirugía video asistida, 8 (53%)
de ellos por recidiva del neumotorax, 6 (40%) por persistencia de la
fístula.
Métodos diagnósticos: A todos se les realizó una radiografía
simple de tórax de frente y perfil que confirmó el diagnóstico. En
algunos pacientes se realizó además una tomografía axial computada.
Técnica anestésica. Todas las cirugías videoasistidas fueron
realizadas bajo anestesia general. El protocolo anestésico básico
(salvo casos especiales con enfermedades agregadas a la pulmonar) fue
el siguiente:
Vías periféricas: cánula de teflón 16 g; premedicación:
indometacina 100mg. Vía rectal/ Droperidol Fentanilo 2mg/Kg
endovenoso; preoxigenación: con Oxigeno al 100% por 10 minutos;
monitoreos: ECG, presión arterial sistólica diastólica y media no
invasiva, oxigenocapnografia (equipo Artema 204®). El respirador
utilizado fue un Kontron 4100® volumétrico con monitoreo de volumen
minuto, volumen corriente, frecuencia respiratoria y presiones de las
vías aéreas. Inducción: tiopental sódico 4mg /kg y Atracurium 0.5
mg/kg.
Mantenimiento: Isofluorano 1,9% mas fentanilo según parámetros de
dolor. FiO² durante la cirugia, la mas baja que no resulte en una
saturación de O² menor del 97%. Intubación selectiva con tubo doble
lumen tipo Robert Shaw izquierdo corroborando su correcta posición
por fibroscopía. Analgesia del postoperatorio: las primeras 12 horas
Ibuprofeno/dextra-propoxifeno vía endovenosa. Las segundas 12 horas
codeina-paracetamol por vía oral.
Técnica quirúrgica: Para realizar la cirugía se coloca a los
pacientes en el decúbito lateral opuesto al lado afectado. La
posición del brazo homolateral es muy importante, el mismo se ubica
en abducción en un ángulo recto con el tórax para facilitar la
inserción del trocar en la parte alta del mismo y así permitir una
fácil movilización del lóbulo superior. Después de realizar
antisepcia de la piel y colocar campos quirúrgicos se realizó una
incisión de 2 cm de largo aproximadamente en la línea axilar media a
nivel del quinto espacio intercostal, una vez identificada la lesión
se realizan incisiones complementarias en línea axilar anterior y
línea axilar posterior a nivel del cuarto espacio intercostal las que
permiten aprehender el pulmón y colocar pinzas de autosutura.
En los casos en que no se pudo individualizar la lesión se colocó
suero fisiológico dentro de la cavidad pleural y se procedió a
insuflar el pulmón con presión de 20 cm de agua buscando con esta
maniobra identificar la pérdida aérea.
La mesa de operaciones, en estos casos puede ser colocada en posición
de Trendelemburg para lograr que el suero fisiológico cubra el
vértice del pulmón. Esto permite en muchos casos ubicar el lugar
donde el pulmón se encuentra lesionado sin necesidad de insuflarlo
demasiado, situación que dificulta la inspección.
El área del pulmón que presenta bullas es resecada colocando en la
base de la misma un dispositivo de autosutura, sobre tejido normal, el
que una vez disparado realiza la aerostasia y sección del segmento
enfermo.
En algunos pacientes en los que el sitio de la pérdida aérea no pudo
ser identificado pero que mostraban signos indirectos de enfermedad
como adherencias o engrosamiento pleural, se procedió a resecar el
segmento enfermo, realizando además pleurodesis mediante abrasión
mecánica de la pleura parietal con gasa, o usando el electrobisturí.
Al finalizar el procedimiento se coloca un tubo pleural a través de
una de las incisiones, el que se conecta a un dispositivo bajo agua.
La técnica de colocación de un tubo de drenaje torácico bajo agua
para el tratamiento del neumotorax fue la siguiente: el paciente se
coloca en decúbito dorsal, la cabeza se apoya sobre la palma de la
mano del lado a drenar. Después de realizar antisepcia de la piel y
colocar campos quirúrgicos se realiza anestesia local infiltrando la
pared torácica en forma romboidal con xilocaina® al 2% con
epinefrina 10 ml a nivel del quinto o sexto espacio intercostal l?ea
medio axilar. Se realiza una incisi? de piel de dos a tres cm a ese
nivel, se secciona el plano del celular subcut?eo y los haces
musculares hasta llegar a los m?culos intercostales, estos son
divulsionados hasta encontrar la pleura parietal, la cual se incide,
se inserta un dedo en la cavidad pleural para comprobar que el pulm?
no se halle adherido a la pared y se coloca un tubo siliconado k-227
que se fija a la pared torácica con lino 20.
Control postoperatorio: Posteriormente a la cirugía los pacientes
tratados mediante VATS fueron admitidos en el área de cuidados
intermedios, donde permanecieron las primeras 24 horas. Se realizó
aspiración continua con una presión de 10 cm de agua. Se realizó
una radiografía de tórax de control en el postoperatorio inmediato y
otra a las 24 horas. Si esta última mostraba reexpansión completa
sin pérdida de aire, el tubo era retirado a las 24 horas.
Posteriormente se realizó una nueva placa de control.
Los pacientes que fueron tratados con drenaje bajo agua, luego de
efectuado el procedimiento volvieron a su habitación. El tubo pleural
se mantuvo por lo menos 96 horas aun en los casos que mostraba
reexpansión total en la placa de control.
Análisis estadístico: Los datos de los pacientes se recogieron en
fichas separadas para cada uno, la información así obtenida se
incorporó a una base de datos construida en Microsoft® EXCEL 97.
Para realizar el análisis estadístico se utilizó el programa EPI
INFO VERSION 5.0. Las variables cuantitativas entre ambos grupos se
compararon utilizando el test de Mann-Whitney, mientras que las
variables cualitativas entre ambos grupos se analizaron utilizando el
test de Chi-square. Se estableció un valor menor de 0.05 como
estadísticamente significativo.
Resultados
Los resultados en el tiempo total durante el que permanecieron
internados los dos grupos de pacientes, la cantidad de horas que estos
pacientes requirieron analgésicos en el postoperatorio, las
complicaciones postoperatorias que tuvieron los dos grupos de
pacientes y los costos de los dos grupos se presentan en la Tabla 1.
En la figura 1 se muestra el número total de pacientes operados por
medio del VATS y el tiempo libre de recidiva (n: 39).
Discusión
El término neumotorax fue introducido por Etara en 1803 pero fue
Laennec en 1819 el primero en describir los signos y síntomas
asociados con esta entidad4. Por mucho tiempo la terapéutica del
neumotorax espontáneo consistía solamente en reposo en cama durante
varias semanas.
Aunque conocido desde el siglo XIX, el drenaje intercostal con un tubo
comenzó a introducirse gradualmente a partir de la década de los 50
como método terapéutico para acelerar la reexpanción del pulmón,
constituyéndose en el método de elección para el tratamiento del
primer episodio a partir de 19605. Locwood en 1928 hab? sugerido el
posible rol de la cirug? en el tratamiento del neumotorax y fue Bigger
en 1937 el primero en realizar una toracotom? para la resecci? de
bullas subpleurales. En 1941 Churchil realiz·abrasi? de la pleura con
gasa. Tyson y Crandall tambi? realizaron una toracotom? electiva con
resecci? de Bullas subpleurales. Gaensler y Thomas describieron la
t?nica de pleurectom? parietal para prevenir la recurrencia del
neumotorax6. Algunos Autores llaman la atención sobre este
procedimiento manifestando que es demasiado radical y sugieren el uso
de abrasión pleural en vez de pleurectomía, entre ellos está
Youmaus7 quien prueba experimental y clínicamente la eficacia de la
abrasión pleural para crear adherencias y con esto reducir las
recidivas8. sugiere la resección de bullas apicales asociada a una
pleurectomía apical limitada por medio de una pequeña incisión
axilar como método de elección para el tratamiento de la recurrencia
del neumotorax espontáneo.
Mas recientemente, el advenimiento de la técnica de
videotoracoscopía y su amplia difusión nos permite prever que la
técnica se convertirá en el método de elección para la resección
de bullas subpleurales y la realización de pleurectomía apical o
abrasión pleural9-11.
Luego del análisis de los datos de estos 40 pacientes podemos
concluir que:
1. El VATS permitió realizar el tratamiento radical de esta
enfermedad con un trauma mínimo, similar a la colocación de un tubo
pleural estando además prácticamente exenta de morbi mortalidad.
2. El VATS nos facilitó además la inspección del pulmón en su
totalidad.
3. Asimismo se pudo demostrar con el VATS un menor requerimiento de
analgésicos, lo que probó una disminución del dolor postoperatorio.
4. Los pacientes tratados por medio del VATS en su mayoría fueron
dados de alta a las 72 horas.
5. Con respecto a los costos debemos decir que: aunque los valores de
la colocación de un tubo bajo agua fueron menores que los del VATS no
se debe olvidar que alrededor del 50% de los pacientes tratados con un
tubo tienen recidiva de la enfermedad, esto significa que el costo del
tratamiento se duplicará en la mitad de ellos debido al nuevo
episodio. Además es necesario agregar en este grupo, como costo
adicional, los días perdidos de trabajo.
6. El hecho de no haber tenido recidivas luego de un período de
seguimiento entre 36 y 60 meses convierte al VATS en un procedimiento
eficaz ratificando así su utilización.
7. Por todo lo anterior nos atrevemos a aseverar que el VATS
constituirá, sin dudas, el método de elección para el tratamiento
de esta enfermedad en un futuro no muy lejano.
Agradecimiento: Agradecemos al Dr. Diego G. Casala por su
colaboración en el análisis de los costos operativos
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TABLA 1.– Comparación de requerimientos y costos de los
tratamientos por drenaje pleural bajo agua (grupo t, 15 pacientes) y
por cirugía torácica videoasistida (grupo v, 25 pacientes), en el
neumotórax espontáneo
Costos Grupo T Grupo V P
1) Tiempo de internación (4-15) días 5.3 (2-7) días < 0.01
2) Horas de analgésicos 76.8± 31 38.4 ± 13 < 0.05
3) Complicaciones postoperatorias
Nº Con recidiva 8 (53%) 0 <0.001
Nº con persistencia de fístula 6 (40%) 0 <0.001
Costos por paciente
Tratamiento $ 100 $ 1200
Internación $ 750 $ 0530
Costo Total $ 850 $ 1730
12 24 36 48 60
MESES
TIEMPO
Fig. 1.– Número total de pacientes operados por medio de cirugía
torácica videoasistida (VATS) y el tiempo de residiva.
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