|
|
Osteoporosis
vertebral en una paciente con enfermedad de Still
OSTEOPOROSIS VERTEBRAL INDUCIDA POR CORTICOIDES Y CICLOSPORINA
EN UNA PACIENTE CON ENFERMEDAD DE STILL
Juliana
Fassi, Luisa Plantalech
Servicio de
Endocrinología, Metabolismo y Medicina Nuclear, Hospital Italiano,
Buenos Aires.
Resumen
Se
presenta el caso de una paciente de 29 años quien recibió prednisona
y ciclosporina en altas dosis como tratamiento de la enfermedad de
Still. Consultó por dolores invalidantes. Se comprobaron fracturas
vertebrales múltiples, densidad mineral ósea lumbar descendida en
rango de osteoporosis, alta remodelación ósea e hipercalciuria. Fue
tratada con pamidronato por vía endovenosa (225 mg en tres meses),
calcitonina nasal (200-400 UI/día), tiazidas (25 mg/día) y
kinesioterapia. Se obtuvo una rápida disminución del dolor y la
paciente se movilizó por sus propios medios. Se discuten estas
indicaciones en el marco de los conocimientos actuales sobre
enfermedades metabólicas del hueso.
Palabras clave: losteoporosis corticoidea,
pamidronato endovenoso, calcitonina, densitometría ósea, marcadores
óseos.
Abstract
Vertebral
osteoporosis due to high doses of corticoids and cyclosporine in a
patient with Still disease. We report on a 29-year-old patient who
received high doses of prednisone and cyclosporine for the treatment
of Still disease. She consulted about dorsolumbar pain leading to
physical disability. She presented multiple vertebral fractures,
decreased lumbar bone mineral density in the rank of osteoporosis,
high bone turnover, and associated hypercalciuria. Cyclosporine and
corticoids induced severe changes in bone and mineral metabolism. All
patients in treatment with these drugs should undergo radiology, bone
densitometry and biochemical determinations of mineral metabolism at
the beginning of therapy. Treatment with high doses of intravenous
pamidronate (225 mg in 3 months), calcitonin (200/400 IU daily),
tiazide (25 mg/daily), and kinesiotherapy mitigated the pain quickly
and she recovered motility. We discuss this approach of treating
osteoporosis with corticoids and immunosuppressors according to the
present knowledge of bone biology.
Key words: glucocorticoid induced osteoporosis,
intravenous pamidronate, calcitonin, bone densitometry, biochemical
markers of bone turnover.
Dirección postal: Dra. Luisa Plantalech, Servicio de
Endocrinología, Metabolismo y Medicina Nuclear, Hospital Italiano,
Gascón 450, 1181 Buenos Aires, Argentina.
FAX: (54-11) 4958-4564 e-mail: osteolitalia@osteored.com.ar
Recibido: 28-III-2000 Aceptado: 14-V-2001
Se presenta el caso de una paciente con diagnóstico de enfermedad
de Still, artritis crónica juvenil de presentación en adultos, que
ejemplifica las complicaciones esqueléticas derivadas del tratamiento
con corticoides y ciclosporinas.
Caso clínico
Una paciente de 29 años consulta por fracturas vertebrales
múltiples. Su enfermedad comenzó hace 3 años (1996), cuando se le
diagnosticó enfermedad de Still, por lo que recibió altas dosis de
corticoides: 80 a 60 mg de prednisona durante seis meses, con
disminución hasta llegar a una dosis de mantenimiento de 8 mg/día.
En 1997 presentó una reagudización de su enfermedad, por lo que se
aumentó nuevamente la prednisona a 60mg/día y se agregó diclofenac,
droga que se discontinuó por hepatitis tóxica. Se disminuyó
progresivamente la dosis de prednisona hasta 8 mg/día. Por un nuevo
rebrote de la artritis (1999) se incrementaron los corticoides a 80
mg/día y se le asoció ciclosporina 200 mg/día.
Su enfermedad actual comenzó hace 2 meses, en forma espontánea, con
intensos dolores a nivel dorsal y lumbar, que le imposibilitaban la
deambulación por sus propios medios. El día de la consulta se
encontraba confinada en su cama, con total dependencia para su higiene
y alimentación, en posición fetal por la intensidad del dolor. La
paciente refería menarca a los 12 años y ciclos menstruales
regulares hasta el diagnóstico de la enfermedad de Still, presentando
posteriormente amenorrea secundaria de 2 años de evolución.
Al examen físico, estando la paciente en posición decúbito dorsal
lateral, se comprobó que la percusión de la columna era dolorosa
desde la sexta vértebra dorsal hasta el sacro. Se solicitaron los
estudios complementarios mínimos y necesarios por las dificultades en
la movilización de la paciente.
Los datos bioquímicos (Tabla 1) indicaron un aumento de la
remodelación ósea, puesta en evidencia por la hipercalciuria, la
elevación de la fosfatasemia (total e isoenzima ósea) y de la
excreción urinaria de fragmentos del colágeno Tipo 1 (cross laps).
Además, se infería un hipogonadismo normogonadotrófico e
hipovitaminosis D.
Las imágenes de resonancia magnética nuclear (Figura 1) revelaban
las múltiples fracturas (D6 a D12, L1, L3 y L4). La densidad mineral
de la columna lumbar y la cadera presentaban valores en el rango de
osteoporosis y osteopenia, respectivamente (Tabla 1).
Se inició un plan intensivo de tratamiento con 1) calcitonina por via
nasal en dosis de 200/400 UI/días alternos 2) hidroclorotiazida 25
mg/día 3) pamidronato por venoclisis (dos dosis de 90 mg cada una y
una tercera de 45 mg, con un mes de intervalo entre dosis), 4) un
gramo de calcio elemento por día, 5) kinesioterapia intensiva con
electronalgesia y magnetoterapia. Al mismo tiempo se redujo la dosis
de prednisona a 34 mg/día, continuando con ciclosporina 200 mg/día.
A los cuatro meses la paciente presentaba una notable mejoría
clínica (Tabla 1) y deambulaba por sus propios medios.
Discusión
La paciente presentó una buena evolución al poco tiempo de
iniciado el tratamiento, observándose la desaparición de los dolores
y la recuperación de su independencia para la deambulación y el
autocuidado. Esta mejoría se atribuye al uso de drogas antiresortivas
y al tratamiento fisiátrico.
La calcitonina, en su forma nasal y en altas dosis inhibe la
resorción ósea por un efecto directo sobre el osteoclasto activo, y
además presenta un efecto analgésico por la liberación de
endorfinas 1. El pamidronato endovenoso indicado en altas dosis se ha
usado ampliamente en pacientes con mieloma múltiple, enfermedad de
Paget e hipercalcemias tumorales, observándose mejorías del dolor,
permitiendo una mejor calidad de vida. Su efecto inhibitorio óseo es
rápido y persiste en el tiempo. La disminución del componente
inflamatorio del hueso alivia el dolor. El uso de los bisfosfonatos
por vía intravenosa sortea la barrera inestinal e ingresa
directamente en el tejido óseo inhibiendo rápidamente la actividad
resortiva 2. Con el uso de ambas drogas, en esta paciente se obtuvo un
descenso de la calciuria y la normalización de otros marcadores de la
resorción ósea como los cross laps. Las tiazidas se utilizaron con
el objeto de aumentar la reabsorción tubular renal de calcio
coadyuvando con el tratamiento antiresortivo.
El trabajo conjunto con técnicas de kinesiología como
electroanalgesia, magnetoterapia y masoterapia en etapas tardías
contribuyó favorablemente en la recuperación de la paciente.
Dado que la pérdida ósea más rápida se produce en los primeros
meses del tratamiento por las altas dosis de corticoides y
ciclosporinas, es fundamental la prevención primaria de todo paciente
que será sometido a estos tratamientos. La evaluación basal debería
incluir la densitometría ósea y las pruebas de laboratorio del
metabolismo óseo y mineral, para así tomar las medidas preventivas
adecuadas.
Existe consenso en que para la prevención de la osteoporosis
corticoidea es necesario un aporte de 400 a 800 U/día de vitamina D y
1.5 g/día de calcio 3. Otros autores sostienen la necesidad de un
tratamiento preventivo con sustitución hormonal.
Una correcta evaluación basal discrimina la terapéutica a adoptar,
como en esta paciente en que la importante hipercalciuria hizo
necesario el uso de tiazidas junto a los antiresortivos y el uso de
vitamina D quedó contraindicado.
Los bisfosfonatos no solamente se han utilizado con éxito en el
tratamiento de la osteoporosis metacor-ticoidea, sino que también
fueron indicados en la prevención de la misma principalmente cuando
existe alto recambio óseo1. Con el uso preventivo de pamidronato por
vía endovenosa en forma trimestral más un adecuado aporte de calcio,
se ha observado aumentos de la densidad mineral ósea, tanto en la
columna lumbar como en el cuello femoral (3.2% y 2.2%
respectivamente), en contraste con la pérdida ósea con el aporte
único de sales de calcio (5.3% en ambos sitios) en pacientes tratados
con glucocorticoides5-6. La calcitonina, tanto por vía subcutánea
como por vía nasal, también disminuye la pérdida ósea por
corticoterapia3-7.
Comentarios adicionales sobre efectos de la administración de
corticoides y ciclosporinas sobre el tejido oseo
La osteoporosis y las consecuentes fracturas son una de las
principales complicaciones de la corticoterapia crónica. La pérdida
de masa ósea se produce de una manera bifásica, con una primera fase
de pérdida rápida, de 8 a 12% en los primeros seis meses, y una
segunda fase de pérdida más lenta, de 2 a 5% anual. Esto se observa
tanto a nivel del hueso cortical como del trabecular, aunque con
predominio de éste último, siendo las principales fracturas, las
vertebrales y las costales, sitios ricos en tejido esponjoso8.
La pérdida ósea se correlaciona con la dosis diaria de corticoides,
la dosis acumulativa y el tiempo de tratamiento. No existe una dosis
umbral para la aparición de éstas complicaciones ya que se ve aún a
bajas dosis y también por corticoides administrados por vía
inhalatoria. Los pacientes que presentan alta remodelación parecen
ser más afectados, como por ejemplo los niños, las mujeres
postmenopáusicas y los pacientes inmovilizados3.
Los corticoides afectan el metabolismo óseo y mineral de diversas
formas:4
1- Disminuyen la formación ósea por un efecto directo sobre los
osteoblastos.
2- Aumentan la resorción ósea, probablemente por hiperparatiroidismo
secundario y por acción directa sobre los osteoclastos.
3- Alteran la absorción de calcio por bloqueo de la actividad de la
vitamina D a nivel intestinal.
4- Aumentan la excreción urinaria de calcio, por la inhibición
corticoidea de su reabsorción tubular.
5- Promueven el hipogonadismo secundario por freno hipofisario de la
secreción de gonadotrofinas.
6- Otros mecanismos involucrados son la disminución de la masa
muscular y los probables efectos inhibito-rios sobre el sistema de
hormona de crecimiento, somatotrofina y factores locales de
crecimiento en el tejido óseo como los TGFb.
A nivel de biología celular ósea se ha comprobado que en la primera
fase los corticoides incrementan la actividad resortiva de los
osteoclastos. En una segunda etapa existiría una disminución de la
osteo-blastogénesis y osteoclastogénesis. Se ha observado también
un incremento de la apoptosis de osteoblastos y osteocitos, esto
último también favorecería la osteonecrosis y las fracturas
observadas en pacientes tratados con corticoides9-10. Estudios
recientes in vitro, han demostrado que tanto los bisfosfonatos como la
calcitonina previenen la apoptosis de los osteoblastos y osteocitos en
cultivos de células óseas tratados con corticoides11.
Con respecto a la ciclosporina, los efectos sobre el hueso son menos
claros. La ciclosporina produce un aumento de la remodelación ósea
con predominio de la resorción y balance óseo negativo, que
aparentemente sería mediado por citoquinas12. Los estudios de
histomorfometría ósea en animales muestran osteopenia, efecto dosis
y tiempo dependiente. Este incremento de la remodelación ósea se
expresa por los niveles de osteocalcina, marcador de la actividad de
los osteoblastos13. El deterioro de la función renal y el
hipogonadismo asociados al uso de esta droga, podrían jugar un papel
adicional12. Recientes estudios demuestran que nuevas drogas
inmunosupresoras como el sirolimus, no producen osteopenia y que su
asociación con ciclosporina en dosis baja presenta una acción
inmunosupresora adecuada sin inducir pérdida del tejido óseo14.
Bibliografía
1. Lane N, Lukert B. The science and therapy of
glucocorticoid-induced bone loss Endocrinology and Metabolism Clinics
of North America 1998; 27: 465-83.
2. Fleisch H. Biphosphonates in bone disease, 2nd ed.London.
Parthenon.1995.38-62
3. Libanatti C, Baylink D. Prevention and treatment of
gluco-corticoid-induced osteoporosis. Chest 1992;102:1426-35.
4. Lane N, Luckert B. The science and therapy of
glucocorticoid-induced bone loss. Endocrinology and Metabolism Clinics
of North America 1998; 27: 465-83.
5. Boutsen Y, Jamart J, Esselinckx W, Stoffel M, Devogelaer J. Primary
prevention of glucocorticoid-induced osteoporosis with intermitent
intravenous pamidronate: a randomized trial. Calcif Tissue Int 1997,
61:266-71.
6. Boutsen Y, Jamart J, Esselinckx W, Devogelaer JP. Primary
prevention of glucocorticoid-induced osteoporosis with intravenous
Pamidronate and Calcium: A prospective controlled 1 year study
comparing a single infusion, an infusion given once every 3 months,
and calcium alone. J Bone and Miner Res 2001; 16: 104-12.
7. Reid I. Glucocorticoid-osteoporosis: mechanisms and management. Eur
J. Endocrinol 1997; 137: 209-17.
8. Manolagas S, Weinstein R. New developments in the pathogenesis and
treatment of steroid-induced osteoporosis. J Bone Miner Res 1999;
14:1061-66.
9. Weinstein R, Jilka R L, Parfitt A M, Manolagas S C. Inhibition of
osteoblastogenesis and promotion of apoptosis of osteoblast and
osteocytes by glucocorticoids: potential mechanisms of their
deleterius effects on bone. J Clin Invest 1998; 102: 274-82.
10. Weinstein R et al.. Anatomi yuxtaposition of apoptotic osteocytes
and avascular necrosis in femurs from patients with glucocorticoid
excess. Bone 1998; 23 (suppl): S 461.
11. Plotkin L, Weinstein R, Parfitt A, Robertson P, Manolagas S,
Bellido T. Prevention of osteocite and osteoblast apoptosis by
biphosphonates and calcitonin. J Clin Invest 1999; 109:1363-74.
12. Epstein S.; Shane E.; Bilezikian, J. Organ transplantation and
osteoporosis. Current Opinion in Rheumatology 1995; 7:255-61.
13. Epstein S. Post transplantation bone disease: the role of
immunosuppressive agents and the skeleton. J Bone Miner Res
1996;11:1-7.
14. Goodman GR, Dissanayake IR, Sodam BR, Gorodetsky E, Lu J, Ma YF,
Jee WSS, Epstein S. Inmunosuppressant use without bone loss.
Implications for bone loss after transplantation. J Bone Miner Res
2001; 16: 72-8.
Fig. 1._ Resonancia nuclear magnética del raquis dorsal y lumbar
en una paciente con enfermedad de Still, tratada con corticoides y
ciclosporinas en altas dosis (T1). Obsérvese las fracturas
vertebrales señaladas por las flechas. (D6 a D12; L1-L2-L4-L5).
TABLA 1
Determinación Basal 4 meses postratamiento Valores de referencia
Calcemia 9.1 8.7 8.5-10.5 mg/dl
Fosfatemia 4.4 3.2 2.4-4.7 mg/dl
Indice Ca u/Cr u * 1015.6 177 < 110 mg/g
Cross Laps 860 144 10-400 ug/mMol creat.
F.A.T. 488 285 40-260 UI/l
F.A.O. 230 152 < 95 UI/l
FSH 4.1 4-13 mU/ml
Estradiol 13 20-178 pg/ml
25OH Vitamina D 24 10-60 ng/ml
DMO L2-L4 0.691 g/cm2
T score / Zscore - 4.1 / -4.2
DMO Fémur C. 0.772 g/cm2
T score / Z score -1.9 / -1.9
*Orina de ayunas.
Valores plasmáticos de calcio, fósforo, 25OH vitamina D, hormona
foliculo estimulante (FSH), estradiol y de los marcadores de
remodelación ósea: calcio urinario expresado por el índice (Cau /
Cruu) , fragmentos del colágeno tipo I (Cross-laps), fosfatasa
alcalina total (F.A.T.) y ósea (F.A.O.) antes y después del
tratamiento con antiresortivos y tiazidas en una paciente con
enfermedad de Still y osteoporosis vertebral. Densidad mineral ósea
basal (DMO por DEXA) de regiones lumbar ( L2-L4) y fémur completo
(Fémur C.) expresada en g/cm2 , T score y Z score. ( T score: número
de desvios estandares con respecto al promedio de la masa ósea del
adulto joven de igual sexo ; Z score: número de desvios estandares
del promedio de masa ósea correspondiente a igual sexo y grupo
etario)
|
|
|
|
|