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MICROESFEROCITOSIS. PERFIL ERITROIDE Y SU RELACION CON DISTINTAS
PRUEBAS DE LABORATORIO
MOnica
T. F. AixalA, Cecilia N. SarandrIa
Instituto de
Investigaciones Hematológicas, Academia Nacional de Medicina, Buenos
Aires
Resumen
La
esferocitosis hereditaria (EH) es una anemia hemolítica congénita
con microesferocitos en sangre periférica y Coombs negativa. Hay
heterogeneidad en la clínica, herencia y defectos moleculares
(alteración de proteínas de la membrana), pero la EH típica es
autosómica dominante, con anemia, ictericia y esplenomegalia. El
objetivo de este estudio fue presentar nuestra experiencia y
establecer relación entre parámetros hematológicos y bioquímicos,
y pruebas de fragilidad osmótica y autohemólisis tradicionalmente
diagnósticas. En nuestro medio, la EH ocupa el segundo lugar dentro
de las anemias hemolíticas hereditarias, después de la b talasemia
menor. El diagnóstico lo basamos en la microesferocitosis, el
análisis de RGO y la autohemólisis. Se estudiaron 47 pacientes (45
de origen latino y 2, sajón). Doce pacientes no tenían antecedentes
familiares. Valores promedios: hematíes (x1012/L) / hemoglobina
(g/dL): niños (22): 3.84/10.5; adultos (25): mujeres (13):
3.54/10.59; hombres (12): 4.65/13.15. La autohemólisis (promedio %)
estuvo muy aumentada (15.54) y corrigió con el agregado de glucosa
(4.07). La fragilidad corpuscular media (promedio g/dL) estuvo
incrementada tanto en sangre fresca (0.48) e incubada (0.65).
Haptoglobina ausente se encontró en 76.5% de los niños y 26.7% de
los adultos. Reticulocitos, bilirrubina indirecta y LDH estuvieron
aumentadas (medias 336.35 x109/L, 36.25 mmol/L, 236.48 UI/L,
respectivamente). Microcitosis, esferocitosis, policromatofilia,
acantocitosis, punteado basófilo, “células pinzadas” fueron
observados en 43, 41, 41, 12, 11, 1 pacientes respectivamente. Las
alteraciones morfológicas estuvieron más marcadas en los niños. Los
resultados del laboratorio podrían ser consecuencia de la
microcitosis más que de la esferocitosis.
Palabras clave:esferocitosis, hemólisis, fragilidad
osmótica, herencia
Abstract
Microspherocytosis.
Relationship between erythroid profile and different laboratory tests.
Hereditary spherocytosis (HS) is a congenital and hemolytic anemia
characterized by the presence of microspherocytes on the peripheral
blood film and negative Coombs test. Although HS is a heterogeneous
syndrome in terms of clinical severity, inherentes and underlying
molecular defects (deficiency of membrane skeleton proteins), typical
HS has a dominant inheritance pattern and presents anemia, jaundice
and splenomegaly. The purpose of this study was to present our
experience and to establish the relationship between hematological and
biochemical parameters and osmotic fragility and autohemolysis, all of
them considered as traditionally available tests. In our enviroment,
HS is the second most common inherited anemia after b thalassemia
trait. The diagnosis was based on osmotic fragility measurements,
autohemolysis test and microspherocytes in 47 patients (45 of latin, 2
of saxon origin); 12 patients had a negative family history. Mean
values: RBC (x1012/L) and Hb (g/dL): children (22): 3.84/10.5; adults
(25): female (13): 3.54/10.59; masculine (12): 4.65/13.15.
Autohemolysis (average %) was very much increased (15.54) and it was
corrected by the addition of glucose (4.07). Median osmotic fragility
(average g/dL) was increased in both fresh (0.48) and incubated blood
(0.65). 76.5% children and 26.7% adults had absence of haptoglobin.
Reticulocytes, indirect bilirrubin and LDH were increased (average
values 336.35 x109/L, 36.25 mmol/L and 236.48 UI/L, respectively).
Microcytosis, spherocytosis, polycromatophylia, acanthocytosis,
basophilic stippling, pincered cells were observed in 43, 41, 41, 12,
11, 1 patients respectively. Morphologic alterations were more marked
in children. The laboratory findings seemed more a consequence of
microcytosis than of spherocytosis.
Key words:spherocytosis, hemolysis, osmotic fragility,
inheritance
Dirección postal: Bioq. Mónica Aixalá,
Instituto de Investigaciones Hematológicas, Academia Nacional de
Medicina, Pacheco de Melo 308, 1425 Buenos Aires, Argentina
FAX: (54-11) 4805-0712 e-mail: maixala@hematologia.anm.edu.ar
Recibido: 14-III-2001 Aceptado: 20-VI-2001
La esferocitosis hereditaria (EH) es una anemia hemolítica
heterogénea en cuanto a su presentación clínica, bases moleculares,
herencia y morfología eritrocitaria1. A la enfermedad de
Minkowski-Chauffard, como también se la conoce, se la prefiere llamar
microesferocitosis congénita por el número de casos en donde no
está confirmada la patología en los padres. Es una anemia
hemolítica crónica con prevalencia en la población del norte de
Europa en 1 por cada 5000 habitantes. Este número puede no ser exacto
ya que hay portadores asintomáticos sin diagnóstico o bien personas
sanas con aumento de la fragilidad osmótica eritrocitaria2,3.
La EH es el más común defecto de la membrana eritrocitaria. Es una
anemia hemolítica congénita y crónica, con ictericia y
esplenomegalia, causada por alteración de proteínas de la membrana
eritrocitaria, que presenta microesferocitos en sangre periférica y
un incremento en la fragilidad globular osmótica, con prueba de
Coombs negativa.
El esqueleto de la membrana eritrocitaria, el cual recubre su cara
interna, contiene cuatro proteínas mayores (espectrina, actina,
proteina 4-1, ankirina) y otras que colaboran con las interacciones
entre ellas (dematina, tropomodulina, tropomiosina, palidina). La
banda 3, proteína integral, también es fundamental para lograr las
interaciones verticales y mantener la estabilidad de la membrana. Este
esqueleto es el responsable del mantenimiento de la forma, estabilidad
y deformabilidad del eritrocito4,5. Cambios cuantitativos o
cualitativos de muchas de estas proteínas pueden alterar la
integridad y el normal funcionamiento eritrocito, llevándolo a lisis.
Distintos autores han publicado los datos de laboratorio de los
pacientes con esferocitosis hereditaria. Consideramos de interés
presentar nuestra experiencia y relacionar los parámetros
hematológicos y bioquímicos con las pruebas consideradas
tradicionalmente diagnósticas.
Material y métodos
Se estudiaron 47 pacientes en edades comprendidas entre 1 a 76
años: 22 niños (< 15 años) y 25 adultos (13 mujeres y 12
hombres), quienes ingresaron al Instituto entre noviembre de 1983 y
junio de 2000. Dos de los pacientes era de origen sajón y el resto,
de origen latino. El criterio de inclusión fue la presencia de
esferocitos y/o microcitos no hipocrómicos en frotis de sangre
periférica, un test de resistencia globular alterado y una prueba de
Coombs negativa.
Evaluamos a los pacientes con presunto diagnóstico de esferocitosis
hereditaria de acuerdo al siguiente protocolo.
Pruebas generales: hemograma (contador hematológico Coulter ZF y Cell
DYN 1700), reticulocitos6, hierro (PTBS), bilirrubina indirecta
(Jendrassik-Cleghorn), láctico deshidro-genasa (LDH) (cinético),
hemoglobina libre (HbL)6, haptoglobina (Hp) (Inmunodifusión radial).
Pruebas diagnósticas: resistencia globular osmótica (RGO) basal y
postincubación6, autohemólisis espontánea y con glucosa6, estudios
familiares.
Prueba diferencial: Coombs directa.
Pruebas opcionales: test de lisis por glicerol acidificado,
hemopexina, estudio de la hemoglobina, prueba de HAM, test de Brewer.
Este ultimo grupo de pruebas las aplicamos en determinados casos.
Se evaluaron también grupos controles normales de acuerdo a la edad y
el sexo: 23 niños, 20 mujeres adultas y 20 hombres adultos.
Los datos estadísticos se analizaron por el test de Student.
Resultados
La EH ocupa el segundo lugar dentro de las anemias hemolíticas
hereditarias que hemos diagnosticado (Tabla 1). En 12 (26%) de
nuestros pacientes no pudimos comprobar antecedentes familiares.
Los resultados de las pruebas hematológicas, bioquímicas y
diagnósticas se encuentran en las Tablas 2 a 5. Los leucocitos y las
plaquetas fueron normales.
Frotis de sangre periférica: en el 91.5% (43/47) de los pacientes se
presentó microcitosis, y en el 87.2% (41/47) esferocitosis, al igual
que la policromatofilia. En los niños fueron más marcadas las
características morfológicas (Tabla 6) y en cuatro (18%) encontramos
eritroblastos. Estos no se hallaron en ningun adulto. Observamos otras
características morfológicas como acantocitosis y punteado basófilo
en el 25 y 22.5% de los casos respectivamente. En un único paciente
encontramos células “pinzadas”. Se trataba de un adulto con el
menor valor de autohemólisis (3.3%). La presencia de cuerpos de
Howell Jolly se observó sólo en los dos pacientes esplenectomizados.
El 23.5% del total de nuestros pacientes no presentaron anemia de
acuerdo a la edad y al sexo y la mitad de los hombres adultos no tuvo
descenso de la hemoglobina.
En el 25% de los pacientes el CHCM estuvo aumentado. Los valores de
CHCM no se correlacionaron ni con el nivel de hemoglobina ni con el
perfil del test de resistencia globular ni con el patrón de la
autohemólisis. Pero en los pacientes con el CHCM superior a la media,
predominaban la microcitosis y la esferocitosis en grado moderado o
marcado y hubo prevalencia entre los niños.
El 76.5% de los niños y el 26.7% de los adultos tuvieron haptoglobina
no dosable. Es importante aclarar que en el grupo pediátrico donde la
Hp fue dosable, todos los valores fueron inferiores a los normales, en
cambio, dentro de los adultos, el 36.5% de los casos tuvo niveles
normales de Hp.
Los datos de las pruebas de resistencia globular osmótica (RGO) y de
autohemólisis se encuentran en la Tabla 6.
En el test de resistencia globular analizamos, tanto en condiciones
basales como post incubación, el perfil, la fragilidad corpuscular
media y la hemólisis incipiente.
Considerando la clasificación de Dacie7, 8, obtuvimos 33 curvas tipo
I (70.3%), 9 tipo II (19.1%) y 5 tipo III (10.6%). Ejemplos de cada
una están en figuras 1, 2 y 3 respectivamente. De los 14 pacientes
que presentaron curvas II y III, 11 eran niños. No encontramos
relación entre el tipo de curva y el nivel de hemoglobina o el VCM u
otro parámetro bioquímico. Pero, los cinco pacientes del grupo III,
tenían haptoglobina ausente y el valor de la autohemólisis
espontánea era superior a la media de la población.
En referencia a las poblaciones osmóticamente diferentes,
extrapoladas de las curvas de incremento hemolítico, se obtuvieron
cuatro o más poblaciones en el 6.7% de los pacientes, tres en el
37.8%, dos en el 37.8% y una en el 17.7%. En la mayoría de los casos
se trataba de poblaciones con distinto grado de fragilidad y alguna
población resistente (producto del aumento de los reticulocitos)
Con respecto al test de autohemólisis, en los dos pacientes
esplenectomizados la correción fue parcial con el agregado de
glucosa. Y en una niña, de origen sajón, el valor de la
autohemólisis fue el más alto de los obtenidos (35.3%), no corrigió
con el agregado de glucosa, coincidió con la presencia de cola en el
test de resistencia globular y con marcadas microcitosis,
policromatofilia y esferocitosis en el frotis de sangre periférica.
La madre no presentó estas características.
Discusión
Si bien en el 26% de nuestros casos no se pudo comprobar
alteraciones morfológicas en alguno de sus progenitores, nos resultó
de interés considerar algun dato bioquímico o clínico orientativo,
producto de la investigación familiar. En un caso se observó un
ligero desplazamiento a la izquierda en la curva de resistencia
globular en el padre, en otro, el test de lisis por glicerol
acidificado acortado post incubación en la madre. No podemos dejar de
considerar una bilirrubina indirecta o ferremia o hemoglobina fetal
aumentadas en alguno de los padres o historia de anemia microcítica
en algun abuelo. Suponemos que estos casos corresponden a portadores
silenciosos, dentro de la clasificación clínica de acuerdo a la
severidad9.
Aunque la aparición de la sintomatología suele presentarse en la
infancia, también puede hacerlo en el período neonatal e incluso en
el adulto donde la hemólisis está más compensada y la anemia es muy
leve o no existe10,11.
Los pacientes adultos que concurrieron al Laboratorio lo hicieron o
para completar estudios familiares o para conocer la causa de una
anemia leve y crónica que no respondía al tratamiento con hierro, o
simplemente como chequeo clínico de rutina. Uno de nuestros
pacientes, de sexo masculino y de 45 años, fue estudiado por
diagnosticarle esferocitosis a dos de sus tres hijos. En el frotis de
sangre periférica había microesferocitosis, no presentaba anemia y
se le había realizado una colecistectomía unos años antes. Se
trataría de una esferocitosis moderada a típica, de acuerdo con la
clasificación clínica9. Otro caso de interés fue el de un paciente
adulto joven con hemofilia A severa que presentaba una hemoglobina
más baja a la esperada. Al examen del frotis del sangre periférica
había importante porcentaje de esferocitos. Evaluamos a los padres.
Los estudios de la madre, portadora de hemofilia, eran normales. En
cambio el perfil del laboratorio del padre, de 54 años y con
hemoglobina de 16 g/dL, fue compatible con una esferocitosis.
Aunque en muchos casos, al nacimiento, la hemoglobina es normal, se
debe hacer un seguimiento durante los primeros meses de vida por el
grado de anemia que pueda presentarse. La severidad de la anemia,
producto de una inapropiada respuesta eritropoyética y de la
alteración de la función esplénica, puede requerir transfusiones12.
Tuvimos un caso (2.9%) de esferocitosis severa diagnosticada a pocos
meses de vida con alteraciones importantes en los estudios
hematológicos. No presentaba antecedentes en los padres. El test de
resistencia globular fue el más alterado de todos los que hemos
estudiado, con perfiles totalmente atípicos y con lisis del 20% de
los eritrocitos en concentración salina fisiológica.
Bibliográficamente se describe la relación entre la deficiencia
importante de a espectrina, severidad de la enfermedad y carácter
recesivo9, 13, 14, 15.
Si bien los valores en la serie eritroide son variables de acuerdo al
tipo de esferocitosis, en el conjunto de los pacientes, los
parámetros presentaron diferencias significativas a altamente
significativas con respecto al grupo control normal, y más aún en
pacientes cuyo diagnóstico se hizo en edad pediátrica11, 16-19. No
fue condición excluyente la presencia simultánea de esferocitos,
microcitos y policromatofilia para establecer el diagnóstico ni
tampoco la intensidad de cada una de estas características.
En la esferocitosis hereditaria la CHCM suele estar aumentada como
consecuencia de la deshidratación de los eritrocitos9, 11, 20, 21.
Esto confirmaría la relación encontrada con la microesferocitosis en
nuestros pacientes.
El VCM puede estar disminuido, normal o aumentado y depende del grado
de reticulocitosis, del nivel de hierro en sangre y del compromiso
megaloblástico, entre otras causas. Pero sí es de tener en cuenta
que para la descripción de microcitosis en el frotis consideramos dos
dimensiones, a diferencia de las tres evaluadas en el contador
hematológico. Esto provocaría alguna discordancia10 entre el valor
de VCM por contador hematológico y descripción del frotis de sangre
periférica.
La presencia de otras alteraciones morfológicas como acantocitos y
hematíes pinzados pueden sugerir determinadas alteraciones de la
membrana como defecto de ankirina, banda 3 o defectos cualitativos de
la b espectrina4, 9, 13, 16.
Los reticulocitos7, 16, 22 pueden estar elevados de dos hasta más de
diez veces el valor normal. Si bien entre nuestros pacientes la media
fue de 336.35x109/L, casi diez veces la media del grupo normal, en el
37.5% de ellos superó aquel valor y en tres casos el valor absoluto
alcanzó más de veinte veces la media normal. En uno de éstos
(pediátrico) los reticulocitos correspondieron al 38 % de los
eritrocitos del individuo.
La RGO es la prueba de referencia7,16,22. Es importante su análisis
detallado. El equilibrio osmótico se consigue con el rápido
movimiento de sodio y agua hacia el interior de los eritrocitos. Los
eritrocitos van pasando de formas discoidales a esferocíticas y luego
lisan. El gráfico resulta en una curva sigmoidea. En el caso de la
EH, los eritrocitos tienen menor relación área de
superficie/volumen. En medio hipoosmolar, mientras los eritrocitos
normales incorporan agua aumentando su volumen (mayor VCM), los
esferocitos sufren un proceso de fragmentación, con la consecuente
disminución del VCM. Por eso no siempre encontramos una estrecha
relación entre recuento de reticulocitos y magnitud de la poblaciones
resistentes20. En algunos casos, las curvas presentaron perfiles
atípicos como curvas amorfas o líneas rectas (tipo III) lo que
revelaría una alteración bioquímica más heterogénea entre los
distintos eritrocitos (metabolismo, comportamiento osmótico,
estructura de membrana).
El hierro puede estar aumentado como producto de hemólisis, pero no
es infrecuente que en los niños se encuentre disminuido. La
ferropenia puede interferir en los resultados ya que existirá una
población de eritrocitos leptocíticos que son más resistentes al
estrés osmótico. En uno de nuestros pacientes pediátricos, con
historia familiar de esferocitosis, recién se pudo confirmar el
diagnóstico después de evaluarlo en cuatro oportunidades, debido a
sus períodos de ferropenia. Esto alteraba, fundamentalmente, la
interpretación de la RGO.
En muchos casos la prueba de RGO6, 23 no dio los resultados
patológicos esperados y fue necesario sensibilizarla con una
incubación a 37° C durante 24 horas. Así, los hematíes se someten
a un estrés metabólico (aumento del metabolismo de la glucosa por la
vía de Embden-Meyerhoff para compensar los defectos de membrana y
tener activa la bomba sodio/potasio-ATPasa dependiente). Luego de las
24 horas, muchos eritrocitos ya estarán “condicionados” y se
lisarán a concentraciones salinas mayores. No sólo hubo un
importante desplazamiento de la curva hacia concentraciones superiores
de NaCl; también, en el 54.3% de los casos, encontramos un porcentaje
de esferocitos que lisaba a concentración 1.2 g/dL, tomada como
referencia (ejemplo en Figura 4).
Ya que los cambios metabólicos, secundarios al defecto primario de
membrana, son el fundamento de RGO y de la autohemólisis, es
conveniente realizar esta última en forma10, 23 espontánea y con el
agregado de glucosa. Semejante a lo que ocurre con la RGO post
incubación, se somete a los eritrocitos a un estrés metabólico
durante 48 horas. El agregado de glucosa corrige la elevada hemólisis
de estos pacientes. Su adición fue necesaria para compensar el
defecto que presentan los esferocitos. Este patrón de autohemólisis
es sólo compartido con el defecto de triosafosfoisomerasa.
De acuerdo al estado clínico del paciente, puede existir un
porcentaje de esferocitos en estado prelítico que den a RGO la cola
característica y no respondan a la adición de glucosa en la
autohemólisis. Esto habla de un condicionamiento esplénico7, 8, 10,
24 (medio hipoglucémico, hipóxico y acidótico) y no es siempre
constante en cada individuo. En dos casos la autohemólisis no
corrigió con el agregado de glucosa: la niña ya mencionada (35.3 vs
34.8%) y un adulto quien no repitió ese perfil en otro estudio, pero
mantenía un comportamiento atípico en la RGO incubada.
En los estudios familiares nos resultó de importancia la búsqueda de
microesferocitos (aunque no existiera anemia) y la evaluación del RGO
tanto basal como post incubación, y de la autohemólisis. Pero
debimos considerar también la alteración de parámetros bioquímicos
indicativos de hemólisis para la búsqueda de portadores. En algunos
casos donde estas determinaciones no dieron un resultado concluyente
se realizó el test de lisis de glicerol acidificado incubado.
El estudio familiar también colabora para descartar otras causas de
anemias hemolíticas esferocíticas, como la incompatibilidad ABO en
el período neonatal7.
Importante sería el estudio de las proteínas de la membrana, aunque,
al igual que la biología molecular, no es aplicable en la práctica
diaria. Pero debe considerarse que igualmente hay un porcentaje de
familiares estudiados en los que no se puede comprobar la EH ni aún
con el estudio electroforético3, 9. Esto se debe a bajo descenso de
la proteína afectada, desdoblamientos de una determinada proteína,
pérdida de proteínas, entre otras causas. Se sabe que la intensidad
del defecto proteico se relaciona con la expresión clínica de la
enfermedad, los parámetros bioquímicos de hemólisis, los valores
del RGO, la respuesta al agregado de glucosa en la autohemólisis, con
el tamaño del bazo y con la respuesta a la esplenectomía2, 3, 15,
16, 25.
Cuanto más marcada es la microcitosis, más alterado estará el test
de resistencia globular. Si bien no pudimos realizar un cálculo
estadístico, comprobamos que la mayoría de los pacientes con
moderada o marcada microcitosis tenían presencia de cola en el test
de resistencia globular. Si bien la microesferocitosis es bastante
constante en casi todos los pacientes, la microcitosis se halló en
mayor número de pacientes que la esferocitosis. El análisis
detallado de la morfología, su intensidad y la relación con la RGO
permite plantear si la microcitosis en estos pacientes, más que la
esferocitosis, es la causante de los mayores cambios en las pruebas
diagnósticas. O sea, en esta patología un microcito sería la
expresión más alterada. Sería la expresión final antes de llegar a
la lisis, donde se encuentra más agotada su capacidad metabólica,
situación donde hay mayor rigidez y menor deformabilidad al atravesar
la microcirculación esplénica (sitio extravascular de lisis).
En el estudio de nuestros 47 pacientes, a pesar de ser no ser una
muestra muy numerosa observamos heterogeneidad en el laboratorio
hematológico relacionado con los resultados de la RGO, la
autohemólisis e incluso en la morfología eritrocitaria. Nos
podríamos plantear la heterogeneidad en las bases moleculares.
El interés de la presentación fue presentar los resultados de
distintas pruebas de laboratorio en nuestro medio poblacional y
realizar un análisis de dichas pruebas para arribar, desde el
laboratorio, a un diagnóstico presuntivo. Consideramos que las
pruebas, en conjunto, y la RGO especialmente, son diagnósticas. Ante
la sospecha de una presunta microesferocitosis nos resultó de
utilidad la aplicación del protocolo ya expuesto y establecer
criterios de selección basados en el mismo.
Agradecimientos: A María de Luján Calcagno y a Katia
Canalejo por la colaboración en el trabajo.
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Tabla 7.- Morfologia eritrocitaria (% de casos)
Tipo Marcada Moderada Ligera
Adultos 10.2 47.5 42.4
Niños 25.9 53.4 20.7
(Incluye microcrocitosis, esferocitosis y policromatofilia)
Fig. 4.– Test de resistencia globular. Curvas basal y post
incubacion
Basal: u f.c.m.: 0,49 g/dl
Post incubación: - f.c.m.: 0,67 g/dl
Tabla 1.– prevalencia de esferocitosis hereditaria
Patología n %
Síndromes b talasémicos 431 78.0
Esferocitosis 47 8.5
Portadores Hb S 37 6.7
Otras anemias hemolíticas hereditarias* 38 6.8
* deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa, eliptocitosis
hereditaria, deficiencia de piruvatoquinasa, síndromes a
talasémicos, entre otros
TABLA 2.– Grupo pediátrico: pruebas hematológicas
Grupo Hematíes Hb HTO V.C.M. C.H.C.M.
(x1012/L) (g/dL) (L/L) (fL) (g/dL)
E.H. 3.84±0.50 10.5±1.37 0.32±0.05 83.4±6.92 32.90±1.33
Control 4.34±0.43 12.28±0.82 0.38±0.03 88.12±5.13 31.44±1.83
P 0.0004 ~0 ~0 0.006 0.005
TABLA 3.– Grupo adulto femenino: pruebas hematológicas
Grupo Hematíes Hb HTO V.C.M. C.H.C.M.
(x1012/L) (g/dL) (L/L) (fL) (g/dL)
E.H. 3.54±0.41 10.59±1.68 0.32±0.05 91.42±6.61 32.08±1.38
CONTROL 4.58±0.29 12.92±0.63 0.40±0.02 87.48±3.94 32.17±0.65
P ~0 0.002 ~0 0.04 NS
Tabla 4.– Grupo adulto masculino: pruebas hematológicas
Grupo Hematíes Hb HTO V.C.M. C.H.C.M.
(x1012/L) (g/dL) (L/L) (fL) (g/dL)
E.H. 4.65±0.60 13.15±1.80 0.40±0.05 86.82±8.11 33.00±1.41
CONTROL 4.58±0.29 12.92±0.63 0.40±0.02 87.48±3.94 32.03±1.02
P 0.02 0.004 0.002 NS NS
Tabla 5.– Parámetros bioquímicos
Grupo E.H. Control P
RETICULOCITOS 336.35±308.34 34.3±21.37 ~0
(x109/L)
BILIRRUBINA I 36.25±24.36 9.15±5.88 ~0
(mmoles/L)
LDH 236.48±73.15 177.81±49.07 0.0009
(UI/L)
HAPTOGLOBINA 27.00±51.14 129.64±63.13 0.0006
(mg/dL)
Hb libre 3.55±3.86 1.75±1.02 0.02
(mg/dL)
Tabla 6.- Parámetros diagnósticos
Grupo Auto ESP Auto G F.C.M. H.I. F.C.M.p.i.
(%) (%) (g/dL) (g/dL) (g/dL)
E.H. 15.54±10.30 4.07±6.01 0.48±0.02 0.61±0.11 0.65+0.07
Control 1.07±0.65 0.53±0.28 0.43±0.02 0.49±0.02 0.53+0.28
P ~0 0.001 ~0 ~0 ~0
Auto: Autohemólisis
Fig. 1.- Test de resistencia globular. Curva tipo i.
F.c.m.: 0,49 g/dl
Fig. 2.- Test de resistencia globular. Curva tipo ii.
F.c.m.: 0,46 g/dl
Fig. 3.- Test de resistencia globular. Curva tipo iii.
F.c.m.: 0,49 g/dl
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