ORIGEN ZOONÓTICO DE LA PANDEMIA COVID-19

Actualizado 12 de octubre, 2021

En una revisión el mes pasado en Cell, 21 expertos científicos de todo el mundo presentan evidencias que la pandemia de COVID-19 comenzó cuando un animal infectado transmitió el virus SARS-CoV-2 a un humano en un mercado de animales vivos en Wuhan, China. Esta teoría es mucho más probable que la que afirma que la nueva enfermedad fue originada en un accidente de laboratorio.

Los expertos analizan los siguientes puntos:
Los mercados de animales son un epicentro para los primeros casos de COVID-19

Los mapas que señalan las ubicaciones geográficas de la primera ola de casos de COVID-19 en diciembre de 2019 muestran que inicialmente surgieron cerca del sitio del mercado mayorista de mariscos de Huanan en Wuhan, China, así como de otros mercados con comercio de animales vivos. En las semanas siguientes, los casos se irradiaron hacia el exterior y ya se reportaron numerosas muertes en enero de 2020, inicialmente cerca de los mercados de animales.

Falta de evidencia de fuga de laboratorio
El Instituto de Virología de Wuhan, a menudo citado como la fuente de una fuga de laboratorio, también está marcado en el mapa, pero está lejos de los mercados de animales vivos. Ninguno de los primeros casos documentados —o muertes excesivas dentro de la primera semana de surgimiento— se localizó cerca del instituto o del personal de laboratorio. Tampoco hay evidencia de que los investigadores del instituto trabajaran con el SARS-CoV-2 ni con un virus estrechamente relacionado.

Las enfermedades infecciosas humanas con frecuencia se originan en animales
COVID-19 no es la primera enfermedad infecciosa por coronavirus asociada con los mercados de animales. Los brotes de 2002 y 2003 de SARS, la enfermedad causada por el virus SARS-CoV, se asociaron con mercados en China que vendían animales vivos. En los últimos 20 años además del SARS-CoV y el SARS-CoV-2, otros cinco coronavirus se han cruzado de animales a humanos- Los autores agregan que no sería inesperado que el SARS-CoV-2 haya ingresado a la población humana de la misma manera.

No hay signos de cambios experimentales en el virus.
Un argumento recurrente para la teoría de la fuga de laboratorio es que el virus, SARS-CoV-2, tiene un sitio de clivaje de furina.En este aspecto los investigadores analizaron secuencias genéticas de múltiples coronavirus y encontraron que el sitio en cuestión es común entre ellos y concluyen además que el código específico del SARS-CoV-2 es imperfecto y no el mejor adaptado a su función.
«No hay ninguna razón lógica por la que un virus manipulado utilice un sitio de división de furina tan subóptimo, lo que implicaría una hazaña de ingeniería genética tan inusual e innecesariamente compleja», escriben los autores.
Si bien una gran cantidad de evidencia científica respalda el SARS-CoV-2 que se origina en la vida silvestre, no se han encontrado esos animales. De todas maneras en el trabajo se señala que no se puede descartar por completo la posibilidad de un accidente de laboratorio

Por último los autores concluyen que la prevención de futuras pandemias requiere la voluntad política de cortar las rutas por las que estos virus ingresan a la población humana y que centrarse en la dirección equivocada impedirá que se produzcan esos esfuerzos.

Holmes EC, Goldstein SA, Rasmussen AL et al. The Origins of SARS-CoV-2: A Critical Review. Cell 2021; . doi.org/10.1016/j.cell.2021.08.017.