Actualizado 23 de abril 2023
El estudio PROMISE II publicado en el NEJM exploró si un tratamiento mínimamente invasivo para pacientes con una forma grave de enfermedad arterial periférica que se enfrentaban a una amputación MAYOR podría conservar su pierna y mejorar sus vidas.
La isquemia crónica que amenaza las extremidades, o clti, conocida previamente como isquemia crítica, es la etapa final de la enfermedad arterial periférica y, como resultado, las personas con CLTI a menudo experimentan heridas que no cicatrizan, infecciones graves, gangrena y/o dolor crónico en reposo. La enfermedad está estrechamente relacionada con la diabetes y, a menudo, los diabéticos no tienen otra opción de tratamiento más que la amputación del miembro, dado el carácter múltiple, multisegmentario e infrapatelar de las lesiones ateroescleróticas y la falta de una arteria de escape distal para tratamiento endovascular o apropiada para by pass. Por lo tanto, el 20% de los pacientes con isquemia crónica y amenaza de la extremidad no tienen opciones de revascularización, lo que lleva a la amputación por encima del tobillo (infrapatelar o supracondílea) como única opción de tratamiento . La arterialización transcatéter de las venas profundas es un abordaje percutáneo que crea una conexión de arteria a vena para el suministro de sangre oxigenada por medio del sistema venoso al pie isquémico para evitar la amputación.
Los investigadores realizaron un estudio multicéntrico prospectivo de un solo grupo para evaluar el efecto de la arterialización transcatéter de las venas profundas en pacientes con úlceras que no cicatrizan, gangrena o dolor en reposo y sin opciones de tratamiento quirúrgico o de revascularización endovascular. El criterio principal de valoración compuesto fue la supervivencia libre de amputación (definida como ausencia de amputación por encima del tobillo o muerte por cualquier causa) a los 6 meses, en comparación con un objetivo de rendimiento pre especificado del 54 %. Los criterios de valoración secundarios incluyeron la recuperación de la extremidad, la cicatrización de heridas y el éxito técnico del procedimiento utilizando la tecnología Limflow de una empresa radicada en los EE.UU ( https://limflow.com/).
El estudio reclutó 105 pacientes que tenían isquemia crónica que amenazaba las extremidades (clasificados como Rutherford 5, gangrena focal y Rutherford 6, gangrena extensa). La mediana de edad fue de 70 años. De estos afectados, 33 eran mujeres y 45 negros, hispanos o latinos. La mayoría presentaba diabetes e hipertensión arterial. La arterialización transcatéter de las venas profundas se realizó con éxito en 104 pacientes (99 %). A los 6 meses, el 66% de los pacientes tenían supervivencia libre de amputación superando el rendimiento preespecificado objetivo del 54%. Se logró evitar la amputación por encima del tobillo en 67 pacientes (76 % según el análisis de Kaplan-Meier). Las heridas cicatrizaron completamente en 16 de 63 pacientes (25 %) y estaban en proceso de cicatrización en 32 de 63 pacientes (51 %). No se informaron eventos adversos imprevistos relacionados con el dispositivo.
Los autores concluyen que la arterialización transcatéter de las venas profundas es segura y podría realizarse con éxito en afectados con isquemia crónica con amenaza para el miembro y sin opciones de tratamiento de revascularización quirúrgica o endovascular convencional.
Shishehbor MH, Powell RJ, Montero-Baker M et al. Transcatheter Arterialization of Deep Veins in Chronic Limb-Threatening Ischemia. N Engl J Med 2023; 388:1171-80.