Actualizado 14 de julio 2017
Casi tres cuartos de los enfermos de lupus sistémico presentan síntomas neuropsiquiátricos y hasta hace muy poco tiempo la causa de esas alteraciones era desconocida por completo. Un reciente trabajo publicado en Nature da luz a esa pregunta utilizando un modelo de enfermedad en ratones. El modelo remeda algunos aspectos de la enfermedad como un déficit neurológico evidenciado por una defectuosa respuesta cognitiva y de comportamiento en pruebas experimentales así como una elevada respuesta de células productoras de interferón.
El interferón tipo I y su receptor participan en la respuesta inmune a la infección viral y este sistema está sobre activado en individuos con alguna enfermedad auto inmunitaria. Los autores excluyeron una invasión de células del sistema inmune en el sistema nervioso central que pueden explicar esta respuesta exagerada, demostrando que las células de la microglia son las responsables de ese fenómeno anormal.
Las células de la microglia, como parte de su papel en el sistema nervios, engloban material de las células y la respuesta exagerada debido a un estado inflamatorio las mantienen en un estado se sobreactividad que llevan a una reducción en la densidad de sinapsis en el cerebro de los ratones enfermos.
El análisis del ARN de la microglia les permitió a los autores identificar una serie de up-regulations en numerosos genes asociados a la respuesta por interferón, mientras que el estudio con microscopía electrónica mostró la ingestión de material neuronal que llevan a una reducción en el número de contactos sinápticos.
El tratamiento de los ratones con anticuerpos que bloquean la señal mediada por el receptor del interferon tipo I previene la aparición de signos neurológicos aunque su uso terapéutico debe ser considerado con extremo cuidado dado el papel esencial de este mecanismo en la defensa de la salud neuronal ante numerosas agresiones del medio que las rodea.
Bialas AR, Presumey J, Das A et al. Microglia-dependent synapse loss in type I interferon-mediated lupus. Nature 2017; 546: 539-43.