El 3 de diciembre pasado se cumplió medio siglo del primer trasplante de corazón, efectuado en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, un acontecimiento mundial que llegó a las noticias de Argentina un día después de la operación (figura). El cirujano fue Christiaan Barnard (1922- 2001), sudafricano, de por entonces 45 años de edad, la donante tenía 25 años de edad con daño cerebral irreparable y el receptor, un hombre de 54 años con una avanzada enfermedad cardíaca y varios infartos. El trasplantado falleció 18 días después por una infección, no sin antes conceder entrevistas periodísticas.
La carrera para lograr el trasplante cardíaco se había iniciado años antes cuando en 1964 James Hardy en Mississippi, EE.UU. trasplantó el corazón de un chimpancé a un hombre moribundo y que latió durante 90 minutos. “El milagro de Ciudad del Cabo” se adelantó por casi un año al cirujano Denton Cooley, que en abril de 1969 implantó un corazón artificial, diseñado por el argentino Domingo Liotta, a un enfermo que vivió tres días. En esos años descolló el norteamericano Michael DeBakey, impulsor de adelantos en la técnica y también competidor anotado en la carrera científica instalada. En nuestro país, Miguel Bellizi en la Clínica Modelo de Lanús realizó el primer trasplante cardíaco en 1968, aunque el enfermo vivió 4 días, intento fallido que se sumó a los casi 100 trasplantes de corazón efectuados ese año en todo el mundo, muchos de ellos temerarios, sin adecuadas condiciones de infraestructura y con resultados muy poco satisfactorios, que generaron una gran controversia ético-científica y acciones legales que se extendieron por años. Citamos algunos de los artículos publicados por el acontecimiento1, 2. Hasta el momento se han efectuado unos 120 000 trasplantes cardíacos, 4000-5000 por año, en la actualidad con una sobrevida de 12 años3. En Argentina, una de las series más importantes es la de la Universidad Favaloro con 442 trasplantes entre 1993 y 20144. Dos digresiones para finalizar esta escueta reseña: La fama de Barnard era inmensa y en febrero de 1968 llegó a la Argentina invitado para el programa de Nicolás “Pipo” Mancera. Su llegada fue un acontecimiento extraordinario con una multitud esperando su arribo al aeropuerto de Ezeiza. La segunda nos retrotrae al entorno histórico de la cirugía que se suma a los de la portada del diario Clarin. Entre los colaboradores de Barnard se encontraba su hermano, y por años se afirmó que lo asistió un cirujano negro –Hamilton Naki– ocultado en las noticias por la política de apartheid en Sudáfrica, una historia iniciada para paliar esa malévola política pero que resultó no ser cierta5.
1. Morris T. The art of medicine. Miracle in Cape Town. Lancet 2017; 390: 2431-2. 2. Stolf NAG. History of heart transplantation: a hard and glorious journey. Braz J Cardiovasc Surg 2017; 32: 423-7. 3. Lund H, Edwards LB, Dipchand AI, et al. The Registry of the International Society for Heart and Lung Transplantation: thirty-third adult heart transplantation report-2016; focus theme: primary diagnostic indications for transplant. J Heart Lung Transplant 2016; 35: 1158-69. 4. Peradejordi Lastras M, Favaloro LE, Vigliano C, et al. Resultados del trasplante cardíaco según el perfil clínico del receptor: 21 años de experiencia. Rev Arg Cardiol 2016; 84: 243-9. 5 Dent DM. Obituary of Hamilton Naki: Obituary was historically inaccurate. BMJ 2005; 331: 517.