A cien años de la gripe: los barcos que la trajeron

 


Hemos leído con interés el excelente trabajo de Isabel Lüthy y col1. Quisimos aquí agregar algunos datos provenientes de dos publicaciones2, 3. Lüthy y col mencionan que el primer barco que trajo la gripe a Buenos Aires sería el Demerara, pero, de acuerdo a las publicaciones que hemos consultado, el Demerara sería el segundo barco en traer la enfermedad. Como menciona Bortz2, el 17 de septiembre de 1918 arribó al dique 4 de Dársena Norte el vapor francés Liger, de 3531 toneladas de registro (Fig. 1). Transportaba pasajeros y carga general. Había zarpado de Burdeos el 7 de agosto, al mando del capitán A. Dubosq, y el médico de a bordo era el Dr. Gastón Roques. Este barco cumplió escalas en los puertos de Dakar, Bahía, Río de Janeiro, Santos y Montevideo. El 12 de septiembre, al zarpar de Santos, se embarcó un grupo de artistas franceses, y el 17 arribó a Buenos Aires con 171 pasajeros, 43 en primera clase, 88 en segunda y 40 en tercera. El mismo día se practicó la inspección sanitaria y se constató que se habían producido casos de gripe durante la travesía y que, al salir de Santos, había fallecido el pasajero François Labere, francés, de 57 años, debido a “pulmonía gripal”. También se comprobó la existencia de un enfermo de gripe llamado Paddy Fadre. Se procedió a la desinfección del buque y al traslado del enfermo a la Casa de Aislamiento (Hospital Muñiz), donde fue tratado y falleció. Él puede ser considerado el caso cero de la epidemia en Buenos Aires2. El vapor inglés Demerara, matriculado en Belfast, de 7292 toneladas de registro, comandado por el capitán F. G. K. Cheret, transportaba pasajeros y carga general. Arribó al puerto de Buenos Aires el 25 de septiembre, se le practicó la visita de inmigración y la inspección sanitaria marítima. Había zarpado de Liverpool el 13 de agosto de 1918 con 9 pasajeros y carga general, formando parte de un convoy de 13 barcos custodiados por seis destructores estadounidenses. Cerca de Irlanda fue atacado por submarinos alemanes y en el golfo de Viscaya recogió a cinco tripulantes de un vapor inglés torpedeado, que fueron desembarcados en Lisboa. El 24 de agosto partió de Lisboa con 20 pasajeros más y, después de hacer escala en Pernambuco, Bahía, Río de Janeiro, Santos y Montevideo, arribó a Buenos Aires con 90 pasajeros, 64 en primera clase, 14 en segunda y 12 en tercera. Al arribar, el médico de sanidad y el jefe interino de sanidad marítima comprobaron que, al salir de Lisboa, se había gestado una epidemia de gripe en pasajeros de tercera clase allí embarcados, quienes fueron atendidos por el médico de a bordo Dr. H. Seager. Cinco pasajeros fallecieron durante la travesía y dos tripulantes del servicio de tercera clase se contagiaron, uno de los cuales murió y el otro, al desembarcar, se encontraba en grave estado a causa de la complicación con neumonía. Fue trasladado a la Casa de Aislamiento, donde se le aplicaron las medidas médicas de práctica. Sería éste el segundo eslabón en la cadena de introducción de la gripe epidémica en Buenos Aires. Como la sanidad marítima argentina no poseía reglamentos ni convenios sanitarios que especificaran el camino a seguir, se adoptaron los principios científicos de la época, ordenándose la desinfección del departamento de tercera clase, la visita médica individual, el traslado del enfermo a la Casa de Aislamiento y la desinfección general de todos los compartimientos del vapor y de todos los efectos susceptibles de ser desinfectados con vapor de agua bajo presión,

pulverizaciones con cresyl, bicloruro de mercurio y gas sulfuroso aplicado con el aparato Clayton (“sulfurador”) en las bodegas y otras dependencias2, 3.

El tercer importador de la epidemia gripal fue el barco español Reina Victoria Eugenia, matriculado en Barcelona y procedente del mismo puerto, que llegó a Buenos Aires el 26 de septiembre de 1918. Pertenecía a la Compañía Trasatlántica Española, registraba 5554 toneladas y transportaba 745 toneladas de carga. Este vapor había partido el 4 de septiembre con 330 pasajeros. Viajaba con médico y boticario y cumplió escala en Málaga, Cádiz, Santa Cruz de Tenerife y Montevideo. Al embarcar pasajeros en los puertos del sur de España, muy afectados por la epidemia, este barco trajo la enfermedad a las costas del Plata. Llegó al dique 4 de Dársena Norte con 1020 pasajeros, 186 de primera clase, 118 de segunda y 716 de tercera. La inspección sanitaria comprobó que durante el viaje habían fallecido 4 pasajeros. Otros dos estaban enfermos al desembarcar. El Departamento Nacional de Higiene aplicó las medidas profilácticas correspondientes3. Quisimos de esta manera recordar los barcos implicados en la llegada de la gripe a la Argentina, los que fueron el equivalente a los aviones en la pandemia de gripe de 2009.

Pablo Young1, 3, Sergio C. Verbanaz 2, Silvana

González 3, Camila Garrido3, Ignacio G. Schiter 3

1Servicio de Clínica Médica, 2Servicio de Infectología, Hospital Británico de Buenos Aires,3Cátedra

de Historia de la Medicina,

Pontificia Universidad Católica Argentina

e-mail: pabloyoung2003@yahoo.com.ar

 


 

1. Lüthy IA, Ritacco V, Kantor IN. A cien años de la gripe “española”. Medicina (B Aires) 2018; 78: 113-8.

2. Bortz J. 1918: La gripe en Buenos Aires. La sociedad porteña en crisis. Americania. Rev Est Latinoam (Sevilla) 2017; 6: 230-61.

3. Berruti R. Antecedentes de la introducción de la gripe de 1918 en Buenos Aires. Consideraciones generales acerca de la salubridad en la ciudad de Buenos Aires. La Semana Médica 1979; 155: 769-76.