Actualizado 6 de octubre, 2018
Los traumatismos cerebrales son un problema importante de salud pública por la pérdida de vidas, discapacidad y costo de su tratamiento, potenciado por los millones de casos que ocurren cada año en todo el mundo. El total de casos anuales en todo el mundo sería de unos 69 millones de los que mueren 1.5 millones aunque se aclara que existe una disparidad en la calidad de información entre las regiones. Un artículo publicado en Nature Communication basado en un modelo experimental de injuria cerebral abre un poco de luz en este tema con algunos resultados que pueden ser considerados como sorprendentes. Se utilizó un modelo de trauma en ratones con un procedimiento quirúrgico mecánico que emula un trauma cerebral concusivo con mínima mortalidad, la forma más común del trauma leve. Los estudios fueron basados en drop-seq, una técnica que analiza en forma simultánea miles de genes y células del hipocampo a las 24 horas de la cirugía, tiempo pívot en la patogénesis y diagnóstico del trauma; los datos se compararon con los animales controles. Se halló que la expresión de múltiples genes están aumentados o disminuidos y en particular se prestó atención a la actividad aumentada del gen Ttr (Transporter transthyretin), producido en el hígado en particular, y encargado del transporte de hormona tiroidea y eliminación del amiloide.Un agregado importante a los resultados es que los investigadores comprobaron un mejor comportamiento de los animales traumatizados tratados con tiroxina (T4) 6 horas luego del trauma. Este hallazgo experimental abre las puertas para una posible aplicación terapéutica humana si es posible comprobar el efecto de la hormona T4 en restaurar el circuito alterado de Ttr , mejorando las funciones cognitivas como el aprendizaje y la memoria.
Arneson D, Zhang G, Ying Z et al. Single cell molecular alterations reveal target cells and pathways of concussive brain injury. Nat Commun 2018; 9:3894. doi: 10.1038/s41467-018-06222-0.