Actualizado 9 de mayo, 2020
Un artículo en el formato de carta publicado en el J Virol describe una mutación en el SARS-CoV-2 que atenuaría su poder. Los investigadores de la Universidad de Tempe, Arizona, EE.UU y de Cape Town en Sudáfrica analizaron una muestra tomada del primer enfermo en el estado de Arizona, hecho que ocurrió el 26 de enero de este año. Comparando con el virus original de Wuhan hallaron una deleción de 27 nucleótidos en el gen ORF7a. La importancia radica en que este gen origina una proteína accesoria necesaria para que el virus invada e induzca la apoptosis una vez replicado en las células afectadas. Los cuatro meses transcurridos desde la aparición del primer caso hasta llegar a afectar a casi 4 millones de personas podrían ser un tiempo suficiente para que se altere la estructura del virus en los afectados sintomáticos y en este caso con una mutación que podría disminuir su patogenicidad.
Lo llamativo de este resultado es que se da en el medio de una pandemia que ha afectado a 1.34 millones de personas en los EE.UU. de los cuales fallecieron 80 000. No puede excluirse la posibilidad de que este cambio lo vuelva menos agresivo pero a expensas de una mayor duración de la enfermedad en los individuos afectados. Como con todas estas investigaciones, los resultados deben ser ratificados y sus resultados pasibles de tener nuevas interpretaciones acerca de su resultado funcional.
Holland LA, Kaelin EA, Maqsood R, et al. An 81 nucleotide deletion in SARS-CoV-2 ORF7a identified from sentinel surveillance in Arizona. J Virol (Jan-Mar 2020). DOI: 10.1128/JVI.00711-20