En la Decisión Administrativa 1721/2020, publicada el 18 de septiembre1, el Gobierno nacional dispuso las pautas para la adquisición de las vacunas contra el coronavirus y los principios a tener en cuenta para las compras directas de vacuna destinada a generar inmunidad en la población.
Existen actualmente varias vacunas candidatas en fase preclínica o clínica, con diferentes plataformas, que tendrán un altísimo nivel de demanda global en un entorno de suministro limitado, lo que requiere tomar medidas para asegurarse el acceso oportuno. La decisión gubernamental sostiene que «para la selección del proveedor o de los proveedores se deberá priorizar la seguridad sanitaria, la inmediatez en la provisión y los criterios de eficiencia y eficacia en los tiempos de los distintos desarrollos que se encuentran en marcha»1.
¿Qué tipos de vacunas se hallan en etapas avanzadas de desarrollo, en septiembre 2020?2
De vector viral: Adenovirus que expresa la proteína S viral. Las 4 más conocidas son Cansino, Astra Seneca, Gamaleya y Janssen (en fases II/III).
De ADN que codifica la proteína S. Hay 4 vacunas en fase I/II.
De ARN: mARN encapsulado en sistema de nanopartículas lipídicas, que codifica la proteína S: 6 vacunas, de las que Moderna se halla en etapa III y Pfizer en etapa II/III.
De virus inactivado: dos vacunas, Sinopharm (Wuham) y Sinovac Biotech, en etapa III, y dos (Beijing Sinopharm y Chinese Academy of Science) en etapa I/II.
Compuestas por proteínas, que incluyen proteínas recombinantes, partículas semejantes a virus, o a base de péptidos. Hay 9 proyectos, de los que dos (Anhui Zhifei Longcom Biopharmaceutical y Novavax) se hallan en fase II.
La vacuna Oxford-AstraZeneca3
El 12/9 los voceros de la Universidad de Oxford declararon que la pausa aplicada a los ensayos en fase III fue necesaria para permitir la revisión de los datos de seguridad por un comité independiente, y por los reguladores nacionales. Después de este proceso de revisión independiente y por el ente regulador MHRA [Medicines and Healthcare products Regulatory Agency], los ensayos se reanudaron en el Reino Unido4.
Los programas de desarrollo clínico están diseñados para explorar los beneficios de las vacunas, en que la demostración de eficacia es el objetivo principal. Estos ensayos generalmente no tienen poder estadístico para respaldar los análisis de eventos adversos posteriores a la inmunización. Los datos de seguridad allí recopilados son suficientes para caracterizar los eventos adversos más comunes – reacciones locales y sistémicas relacionadas con la inmunogenicidad de la vacuna – que ocurren poco tiempo después de la vacunación. Solo después de administrar la vacuna a grandes poblaciones, post-licenciatura, es posible detectar cualquier evento adverso raro que no se haya observado en los ensayos clínicos5.
El monitoreo de la seguridad de la vacuna después de la licencia, se basa en una combinación de vigilancia pasiva y activa. Los sistemas de vigilancia pasiva son la base de farmacovigilancia, con bases de datos en los que se recopilan informes espontáneos de efectos adversos, como el sistema de notificación CDC/FDA Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS) en EE.UU. y EudraVigilance en la Unión Europea (UE). La vigilancia de rutina para la seguridad está basada en un análisis estadístico por pares que detecta desproporcionalidad entre el número de informes observados y el número de los esperados de un evento adverso para una vacuna (como convulsión febril para la vacuna antineumocócica), seguida de la validación clínica y evaluación estadística de la serie de casos de esa vacuna. Por otro lado, los sistemas de vigilancia activa buscan conocer todos los informes de efectos secundarios en una muestra representativa (sitios centinela).
Una ventaja de estos sistemas es que se conoce el «denominador», o tamaño de la población de la que surgió el efecto adverso post vacunal (EAPV). A esto le siguen análisis comparativos de incidencia de EAPV en subpoblaciones que no han recibido la vacuna (o en un período de tiempo previo a la vacunación para sujetos que experimentaron un EAPV después de la vacunación), usando definiciones de casos estandarizadas y redes del sistema de salud5, 6.
La vigilancia de la seguridad para vacunas COVID-19
La evolución de la infraestructura actual para la vigilancia de la seguridad de las vacunas será fundamental en esta etapa, para la vacuna (o vacunas) contra COVID-19. Existe variación interindividual en las respuestas a esta como a otras vacunas. Y como siempre, se puede aprender de la historia. En los numerosos estudios sobre relación entre vacunación y síndrome Guillain Barré (SGB), no se comprobó un aumento de casos relacionado con la vacunación para influenza A (H1N1). En uno de esos estudios realizado en 5 países europeos: Dinamarca, Francia, Holanda, Suecia y Reino Unido (2009-2010), se concluyó que el riesgo de ocurrencia de SGB no aumentó después de la vacunación, OR 1.0 (IC95% 0.3-2.7), lo que mostró que el efecto de la vacunación podría variar entre un caso evitado de SGB hasta 3 casos en exceso por millón de vacunados6.
Entre 1985 y 2017 se investigó en EE.UU., a través del VAERS, la posible relación entre mielitis transversa, síndrome neurológico aislado, neuritis óptica y otros síntomas neurológicos, y la vacunación contra 3 enfermedades causadas por virus: hepatitis B, influenza, y HPV. Se halló que las tasas de notificación por millón de estos síndromes, se encontraban dentro del rango esperado para la población general. Esos sistemas de vigilancia continúan activos7,8.
Se han descrito casos de mielitis transversa post vacunal, entre ellos uno en EE.UU. post vacunación influenza A(H1N1) nasal9, y otro en Argentina, en 2010, durante la campaña de vacunación contra la gripe A, con vacuna monovalente a virus inactivado de la cepa viral pandémica A/California/7/2009 con adyuvante MF 910.
Las campañas anti vacunas
Abundan las teorías conspirativas sobre las vacunas. Algunas campañas sugieren que la literatura científica sobre vacunas está influenciada por las compañías farmacéuticas, o que las leyes que reglamentan la vacunación son contrarias a los derechos humanos.
Tales campañas de desinformación y conspiración en torno a los riesgos asociados a las vacunas han provocado una disminución del número de vacunaciones en varios países, incluida la Argentina, y la aparición de brotes de enfermedades prevenibles por vacunación, como sarampión, con el consecuente número de víctimas11,12. La percepción pública sobre la revisión de medicamentos y vacunas para el COVID-19 también se ha visto enredada en la política13. La mejor respuesta es una vacuna COVID-19 eficaz, y ampliamente disponible que además, según todo lo indica, es el único camino de salida de la pandemia actual.
Isabel N. Kantor
isabel.kantor1@gmail.com
- Boletín Oficial Nº 34.477 – Primera Sección. 18/9/2020. Ministerio de Salud. Decisión Administrativa 1721/2020 DECAD-2020-1721-APN-JGM – Adquisición de vacunas para generar inmunidad adquirida contra el COVID-19. En: https://www.boletinoficial.gob.ar/suplementos/2020091801NS.pdf
- Evolution of the COVID-19 vaccine development landscape. Supplementary Table 1 | COVID-19 vaccines in clinical development. Nature Reviews Drug Discovery. En: https://doi.org/10.1038/d41573-020-00151-8
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- Fakher Eddin M, Patel J, Rahman A, Souayah N. Development of clinically isolated syndrome after vaccination, a CDC/FDA Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS) study, 1985–2017. (S51.001). Neurology 2018; 90 (15 Suppl). Abstract.
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