Cada vez que un nuevo conocimiento es capaz de modificar profundamente nuestra estructura de pensamiento, nos llena de ansiedad, puesto que nos obliga a salir del terreno de lo conocido. Lo mismo ocurre cuando se trata de cambios en el campo médico. Ahora bien ¿Qué es la Medicina?
Una definición nos dice que es el arte de prevenir y curar las enfermedades y las ciencias que estudian las enfermedades.
El Arte de la Medicina se practica en la relación que se establece entre dos seres humanos, uno que padece y otro que tiene el conocimiento, habilidades, valores y la voluntad de ayudarlo. Las ciencias que estudian las enfermedades contribuyen con nuevos conocimientos, tecnologías y medicamentos necesarios para elevar a la excelencia la práctica médica.
Sin embargo, como sugiere el Dr. Semeniuk, “la consulta presencial entre el médico y el paciente es la regla de oro de la atención clínica” 1.
A mi entender, el Hombre es capaz de hacer aquello que es capaz de pensar, pero siempre piensa comparativamente.
Siguiendo este razonamiento, veamos la evolución histórica de nuestros conocimientos aplicados a los enfoques médicos.
A partir del siglo XIX, dos teorías opuestas explican las causas de las enfermedades:
1. Los microbios infectantes conocidos -bacterias, virus, hongos- son los responsables de la enfermedad. Este enfoque es dominante en la actualidad y como resultado del mismo, el paciente a menudo se ve atrapado en un ciclo de dependencia del médico.
2. El otro enfoque enfatiza que tales microbios solo pueden infectar, en condiciones propicias, debido a perturbaciones en diferentes sistemas del cuerpo. Es decir, que la clave para que una persona no enferme, es mantener un cuerpo saludable.
Esta perspectiva se sustenta en gran medida en el nuevo conocimiento científico que nos brinda la Física Cuántica. La ciencia médica, aplicando este nuevo conocimiento, está descubriendo la relación que existe entre la mente –sentimientos, pensamientos y emociones– y la salud física. Este enfoque ha permitido logros extraordinarios en la producción de medicamentos y en la tecnología para diagnóstico y tratamiento de las más diversas enfermedades.
Coincido con el Dr. Semeniuk en la importancia de la creación de foros de discusión sobre estos temas para que se aporten ideas con el fin de contribuir a mejorar la salud en general; incluyendo también lo que atañe a la formación académica. La discusión sobre la educación y la práctica médica está abierta desde siempre. A partir de mediados del siglo XX, la adquisición de nuevos conocimientos tomó un ritmo vertiginoso y su incorporación a la práctica médica nos hizo pensar en cómo educar al médico del siglo XXI.
Aquí debo ser autorreferencial, puesto que, desde mi posición de profesor y director de un Centro de Investigaciones en la Universidad de Harvard, planteé la necesidad de reformular la educación médica para el siglo XXI. Producto de este planteo se crean la Escuela de Medicina del Hospital Italiano, la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad René Favaloro, en Argentina, y La Nueva Senda en Educación Médica desde la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en los EE.UU.
A finales de la década del 70, el Hospital Italiano de Buenos Aires renovó sus autoridades. El nuevo director, el Dr. Enrique Beveraggi me ofreció la dirección del departamento de Docencia e Investigación del Hospital.
Luego de estudiar las condiciones del hospital, le propuse crear una Escuela de Ciencias y Artes Médicas.
Él aceptó la propuesta y me puso a cargo del estudio de factibilidad del proyecto. A mi regreso a EE.UU. me reuní con el Decano de la Escuela de Medicina de Harvard, Dr. Daniel Tosteson y le propuse un intercambio educativo tecnológico entre la Universidad de Harvard y la futura escuela de medicina del Hospital Italiano, en pos de generar cambios en la educación del médico del siglo XXI, mediante la creación de una escuela que integrara en su currícula las Ciencias y las Artes Médicas, en el Hospital Italiano.
En esencia, le propuse hacer un esfuerzo intelectual conjunto a partir de este intercambio: la Escuela de Medicina del Hospital Italiano se nutriría de la experiencia de Harvard y la escuela de medicina de Harvard utilizaría nuestro programa como un estudio piloto para cambios en la educación.
Considerando que con los cambios propuestos evolucionábamos hacia la creación de una Escuela Argentina de Medicina, creí importante incorporar al proyecto al Dr. René Favaloro. Luego de reunirme con él y ponerlo en conocimiento, aceptó participar en el proyecto junto con su equipo.
El 2 de Abril de 1982, cuando el proyecto estaba prácticamente elaborado se produce el conflicto con Inglaterra. Ante esta situación el Decano de la Escuela de Medicina de Harvard, el 6 de mayo propuso crear “Una Nueva Senda En la Educación Médica” a llevarse a cabo entre la Escuela de Medicina de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Así, nuestro proyecto de la Escuela Argentina de Medicina quedó pospuesto, pero no murió. Dio origen a dos de las más importantes escuelas de medicina en Argentina y a la Nueva Senda en Educación Médica de los Estados Unidos.
Con respecto a la pregunta por WhatsApp del paciente, si es consejo o consulta, creo que en el futuro no tendría sentido, si los avances científicos y tecnológicos contribuyen a que los cambios sociales se realicen de manera tal que aquellos elementos que hagan al Bien Común, tales como la Ciencia y la Tecnología, Educación, Salud, entre otros, queden fuera de las leyes del mercado y sean patrimonio exclusivo de un Estado que garantice su funcionamiento, reconociendo su valor estratégico y lo asegure como derecho fundamental del Ser Humano, con un presupuesto adecuado para un funcionamiento óptimo, que permita Vivir en Salud.
Juan R. Serur
Profesor Retirado
Ex Director Radiology Research Center Harvard Medical School, Harvard University, USA
e-mail: jrserur1@gmail.com
1. Semeniuk GB. Medicina en la era del WhatsApp. Medicina (B Aires) 2019; 79: 407-8.