Actualizado 18 de febrero, 2022
Es sabido que el intestino humano contiene miles de millones de bacterias, el microbioma intestinal, que pueden tener efectos positivos y negativos en la salud humana. Cuando está en equilibrio, produce numerosos compuestos que promueven la salud pero con una mala alimentación, tabaquismo, falta de actividad física u enfermedad lleva al microbioma a producir compuestos que desencadenan múltiples trastornos crónicos no transmisibles en personas con alto riesgo genético, incluido el infarto de miocardio, angina o insuficiencia cardiaca.
También era sabido que el microbioma intestinal está alterado en las enfermedades cardíacas crónicas y que sintetiza en esas un compuesto bacteriano llamado trimetilamina que, después de modificarse en el hígado del huésped humano, causa arteriosclerosis.
Sin embargo, estos hallazgos de microbioma intestinal alterado son cuestionados porque se basan en estudios de personas tratadas con medicamentos que per se pueden modificar el microbioma intestinal o debido a que la enfermedad cardíaca puede desarrollarse en las primeras etapas de sobrepeso y diabetes tipo 2, que también se caracterizan por tener microbiomas intestinales alterados.
Para responder a esas críticas un consorcio europeo de investigadores estableció el proyecto de investigación MetaCardis para investigar el papel de los microbios intestinales en las enfermedades cardiometabólicas.
Los investigadores reclutaron a 1 241 personas de mediana edad de Dinamarca, Francia y Alemania, incluidas personas sanas, personas con obesidad y diabetes tipo 2 pero sin un diagnóstico de enfermedad cardíaca y pacientes con infarto de miocardio, angina de pecho o insuficiencia cardíaca. Los investigadores cuantificaron alrededor de 700 especies bacterianas diferentes y estimaron sus funciones en el microbioma intestinal y compararon estos hallazgos con más de 1000 compuestos que circulan en la sangre, muchos de los cuales son sintetizados en el intestino
Los hallazgos, publicados en Nature Medicine de esta semana señalan que la mitad de bacterias intestinales y compuestos sanguíneos son modificados por el tratamiento farmacológico y no estaban directamente relacionados con la enfermedad cardíaca o con la diabetes o la obesidad, que ocurrían antes del diagnóstico de la enfermedad cardíaca. Respecto a la mitad restante, el 75 % de los cambios en el microbioma intestinal ocurrieron en las primeras etapas del sobrepeso y diabetes tipo 2, muchos años antes de la aparición de signos o síntomas que sugieran una enfermedad cardíaca. Los análisis complementarios de estos compuestos en la sangre reflejan el desbalance del microbioma intestinal.
Estos cambios en el microbioma persistieron en pacientes con enfermedades cardíacas donde el microbioma enfermo se caracterizó por una pérdida de células bacterianas y de competencias bacterianas y una menor cantidad de bacterias que producen compuestos beneficiosos como ácidos grasos de cadena corta y por el contrario más tipos de bacterias que producen compuestos nocivos a partir del metabolismo de ciertos aminoácidos , colina y L-carnitina.
Los autores sugieren que los estudios del microbioma intestinal podrán dar una base más confiable para analizar los factores de riesgo en enfermedades como la coronaria, caracterizada por su heterogeneidad y a menudo multifactoriales.
Talmor-Barkan Y, Bar, N, Shaul AA. et al. Metabolomic and microbiome profiling reveals personalized risk factors for coronary artery disease. Nat Med (2022). https://doi.org/10.1038/s41591-022-01686-6