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CETOACIDOSIS DIABETICA
HIDRATACION EN LA CETOACIDOSIS DIABETICA. ¿COMO INFLUYE
LA VELOCIDAD DE INFUSION?
DANIEL G. CAPUTO, FERNANDO
VILLAREJO, GRACIELA B. VALLE, PABLO DIAZ AGUIAR, CARLOS J. APEZTEGUIA
Servicios de Clínica
Médica, Terapia Intensiva y Nefrología, Hospital Nacional Profesor
Alejandro Posadas, Haedo, Buenos Aires
Key words: diabetes, cetoacidosis diabética, hidratación,
acidosis hiperclorémica
Resumen
La
cetoacidosis diabética (CAD) se acompaña de severa depleción
hidroelec- trolítica; aunque habitualmente se utiliza hidratación
abundante, el ritmo de reposición de fluidos en esta patología
continúa siendo controvertido. A fin de determinar la velocidad de
infusión de líquidos adecuada en la CAD sin patología asociada, se
realizó un estudio prospectivo, randomizado, en 27 pacientes
sometidos a dos planes terapéuticos diferentes sólo en el ritmo del
aporte de líquidos. Un grupo (14 pacientes) recibió solución salina
al 0,9% a una velocidad de 1000 ml/h, y otro grupo (13 pacientes) a
500 ml/h; el flujo de reposición hidrosalina se redujo a la mitad
después de 4 horas de tratamiento. Al ingreso y a las 2, 4, 8, 12 y
24 horas se realizaron determinaciones del estado ácido-base en
sangre arterial, y de sodio, potasio y cloro en plasma. Ambos grupos
fueron similares en las determinaciones bioquímicas al ingreso. Todos
los pacientes corrigieron el cuadro de cetoacidosis y no se observó
mortalidad ni complicaciones. No se hallaron diferencias
significativas para ninguna de las variables metabólicas entre los
grupos de tratamiento en ningún momento de la evolución. Se concluye
que resulta igualmente efectivo utilizar una velocidad de reposición
de líquidos de 500 ml/h que de 1000 ml/h, en cuanto a la
morbimortalidad de los pacientes con CAD no asociada a severa
depleción de volumen. El uso de cantidades modestas de fluidos para
la hidratación en estos pacientes resultaría en menores costos.
Abstract
Hydration
in diabetic ketoacidosis. How much influence does the rate of infusion
have?. Diabetic ketoacidosis (DKA) involves severe volume depletion;
usually a large volume of saline solution is used, but fluid
reposition rate remains controversial. With the aim of properly
defining fluid administration in DKA without associated illness, we
performed a prospective, randomized study in 27 patients under two
therapeutic regimes which differed only with regard to the repletion
rate. Group 1 (14 patients) received 0.9% saline solution at a rate of
1000 ml/h, and group 2 (13 patients) at 500 ml/h. At admission to the
hospital, at 2, 4, 8, 12 and 24 hours, arterial acid-base status and
plasma sodium, potassium and chloride levels were measured.
Both groups had similar biochemical characteristics at admission. All
patients corrected the ketoacidotic disorder and there was neither
mortality nor complications. We did not find any significant
difference in any of the metabolic deter-minations among the different
groups along the evolution. With regard to baseline determinations, in
both groups, arterial pH increased after two hours. No changes were
observed in anion gap, chloride, sodium or potassium among the
therapeutic groups.
We conclude that, regarding morbidity and mortality, in DKA patients
without severe volume depletion it is equally effective to infuse 500
ml/h as 1000 ml/h as fluid repletion rate. Administration of modest
amounts of fluids in these cases would result in reducing costs.
Dirección postal: Dr. Carlos J. Apezteguia, J. B. Alberdi
940, 1706 Haedo, Provincia de Buenos Aires, Argentina
Recibido: 24-IV-1996 Aceptado: 14-VIII-1996
Es un hecho conocido que la cetoacidosis diabética (CAD) se acompaña
de un importante déficit de volumen que afecta al líquido
extracelular, como así también al compartimento intracelular.1 Tal
depleción de volumen tiene un rol fundamental en la fisiopatología
de la CAD y contribuye a la morbimortalidad de la misma. Por lo tanto,
la terapéutica con fluidos en la rehidratación de la CAD es uno de
los pilares del tratamiento. Sin embargo, no existe un acuerdo acerca
de la velocidad de reposición de fluidos en esta patología.2, 3, 4
En caso de ser escasa la rehidratación, pueden resultar comprometidas
la situación hemodi-námica y la perfusión renal, mientras que si el
aporte de fluidos es excesivo se incrementan las pérdidas urinarias
de precursores de bicarbonato (Co3H-),5, 6 generando acidosis
metabólica hiper-clorémica con requerimento de tratamiento
prolongado.7 Más aún, con planes de hidratación exagerados pueden
aparecer efectos adversos relacionados con la sobrehidratación, como
edema pulmonar y cerebral.8, 9, 10
Se planificó este estudio prospectivo utilizando dos planes
terapéuticos para la CAD, los cuales sólo difirieron en la velocidad
de administración de fluidos.
Material y métodos
Fueron estudiados 27 pacientes adultos internados en el Hospital
con diagnóstico de CAD, en los servicios de Clínica Médica o
Terapia Intensiva. Los criterios de inclusión requeridos fueron:
1) glucemia mayor a 250 mg/dl; 2) acidosis metabólica con CO3H-
plasmático menor a 12 mEq/l; 3) cetonemia positiva.
Se excluyeron aquellos pacientes que presentaron: 1) shock; 2)
diuresis menor de 40 ml/hora durante las primeras tres horas de la
admisión; 3) insuficiencia renal evidenciada por urea plasmática
mayor de 100 mg/dl; 4) evidencias clínicas o antecedentes de
insuficiencia cardíaca.
Los pacientes fueron randomizados al azar en dos grupos de
tratamiento. El grupo 1 (14 pacientes) recibió aporte de solución
salina isotónica a una velocidad de 1000 ml/hora durante las primeras
cuatro horas, con disminución a 500 ml/hora durante las siguientes
cuatro horas; se agregó luego, según tolerancia, líquidos por vía
oral o régimen de Dieta-Insulina-Tiempo.
El grupo 2 (13 pacientes) fue hidratado con solución de cloruro de
sodio 0,9% a razón de 500 ml/hora las primeras cuatro horas, con
reducción a 250 ml/hora las cuatro horas posteriores.
El resto del tratamiento fue el mismo en ambos grupos. Se utilizó
insulina cristalina por vía endovenosa: 10 unidades inicialmente,
seguidas de 0,1 U/Kg/hora.
Al descender la glucemia a 250 mg/dl se reemplazó el plan de
hidratación previo por solución de Dextrosa al 5%.
Se utiliz·reposici? de bicarbonato de sodio como soluci? 1/6 molar en
los pacientes cuyo pH plasm?ico de ingreso result·ser igual o menor a
7,00.
Se realizó reposición de potasio en forma de cloruro de potasio,
entre 15 y 30 mEq/litro de solución parenteral infundida, cuando la
diuresis hubiera superado los 50 ml/hora y el dosaje de potasio
plasmático resultara igual o menor a 5 mEq/litro.
Se realizaron determinaciones del estado ácido-base en sangre
arterial y de sodio (Na+), potasio (K+) y cloro (Cl-) plasmáticos al
ingreso (hora 0) y a las 2, 4, 8, 12 y 24 horas de la determinación
inicial. Se calculó el anión-gap plasmático según la fórmula
Anión-gap = Na+ - (Cl- + CO3H-)
La glucemia fue determinada (o fue estimada mediante tiras
reactivas) en forma horaria. Hematocrito y urea se analizaron al
ingreso y a las 8 y 24 horas de la admisión.
La evaluación estadística fue realizada mediante análisis de
varianza con test de Tukey para los datos cuya distribución era
normal, o Kruskal-Wallis con test de Dunn como técnica no
paramétrica, según correspondiera. Los datos se presentan como
medias aritméticas ± 1 desvío standard; fue aceptado un nivel de
significación mínimo de p de < 0,05. Para el análisis
estadístico se empleó el software CSS/Statistica, versión 3.0.
Resultados
En cuanto a los datos demográficos, sólo se observó una
diferencia significativa en las edades de ambos grupos (Tabla 1). Al
evaluar las variables clínicas (grado de deshidratación, estado
hemodinámico, estado de conciencia y signos vitales) no se observaron
diferencias significativas entre ambos grupos al inicio del
tratamiento. Tampoco se presentaron diferencias en las variables
humorales (hematocrito, urea, glucemia, ionogra-ma, estado
ácido-base).
En cuanto al incremento del pH, a partir de la hora 2 los valores
diferían en forma estadís-ticamente significativa con respecto a los
de la hora 0, tanto en uno como en otro grupo (Tabla 2). Igualmente,
el tratamiento estadístico de los valores del CO3H- mostró que en
los dos grupos los valores de la hora 2 fueron diferentes de manera
significativa a los de la hora 0, sin evidenciar diferencias
estadísticas entre ambos grupos (Tabla 3).
Al evaluar los datos del sodio, el potasio, el cloro y el anión gap,
no se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos de
tratamiento (Tablas 4 y 5).
Tanto en el Grupo 1 como en el Grupo 2, la glucemia descendió a
valores estadísticamente significativos a la hora 2, en comparación
con los registros iniciales (Tabla 6).
El hematocrito y la urea descendieron significativamente a las 8 hs de
iniciado el tratamiento, en ambos grupos (Tablas 7 y 8).
En ninguno de los grupos hubo pacientes que presentaran complicaciones
importantes; tampoco se observ·mortalidad.
Discusión
En la bibliografía, las opiniones son muy variadas en cuanto al
ritmo de hidratación inicial recomendada para la CAD: desde 7
ml/kg/hora hasta 28 ml/kg/hora (500 ml/hora a 2000 ml/hora para un
adulto medio).1,3,11,12 Así como han sido descriptos efectos
benéficos de una abundante hidratación acerca de la corrección de
la hiper-glucemia,13 la utilización de grandes volúmenes de fluidos
en el tratamiento de la CAD ha sido postulado como generador de
acidosis hiperclo-rémica en el curso de la recuperación del episodio
de acidosis diabética.14 Este mecanismo estaría fundamentado en: 1)
pérdida de cetonas (precursoras de CO3H-) a consecuencia de la
poliuria, y 2) desproporcionada ganancia de cloro con respecto al
sodio al infundir grandes cantidades de cloruro de sodio isotónico.
Este estudio muestra que el grupo de pacientes tratado con una
reposición de fluidos moderada revirtió el cuadro de CAD en todos
los casos, sin evidenciar complicaciones en relación al régimen que
utilizó un mayor aporte de fluidos. Si bien los grupos se
diferenciaron en la edad, consideramos que esto no ha influido en la
evolución. Interpretamos que la persistencia de acidosis metabólica
entre los pacientes del grupo 1 obedece a la generación de
hipercloremia; si bien la comparación entre ambos grupos no mostró
diferencias estadísticamente significativas en los dosajes de cloro
plasmático, ello podríamos atribuirlo a que el número de
observaciones resultó insuficiente.
Aunque no hemos observado otros efectos adversos relacionados con la
sobrehidratación durante la utilización del plan de hidratación
más amplio, la bibliografía pone en claro la relación entre estos
planes de hidratación y la aparición de edema pulmonar y edema
cerebral.8, 9, 10 Estas complicaciones han sido reportadas más
frecuentemente en pediatría. De tal modo, una abundante hidratación
puede demorar la recuperación de la acidemia debido a la aparición
de acidosis hiperclorémica.14 Ello, sumado a la posibilidad de
presentación de complicaciones y a la utilización de mayor cantidad
de soluciones parenterales, puede incrementar los costos del
tratamiento en comparación con un régimen de hidratación moderada.
La rehidratación con menor administración de fluidos constituye, por
tanto, una alternativa preferible ante el amplio aporte de volumen
habitualmente utilizado. Debe quedar claramente establecido, sin
embargo, que aquellos pacientes con severo déficit de volumen o los
que presentaran shock al ingreso deben ser tratados con generosa
expansión, o incluso con coloides para restablecer el estado
hemodinámico.
Acerca del tipo de fluidos a infundir, tampoco existe consenso
definitivo en la literatura. Algunos autores proponen la utilización
de soluciones hipotónicas (cloruro de sodio al 0,45%).15 Ello se
fundamenta en que las pérdidas urinarias son hipotónicas en cuanto a
los electrolitos, y que el déficit hidroelectrolítico en la CAD
ocurre predominantemente a expensas de agua libre. Este tratamiento
estaría justificado en aquellos pacientes con hipernatremia inicial.
Sin embargo, en otras comunicaciones se postula que es m? probable el
desarrollo de edema cerebral cuanto mayor es la velocidad de correcci?
de la osmolaridad plasm?ica.16 Por ello, si bien no todos los autores
coinciden acerca de los factores etiológicos de esta complicación,17
resultaría riesgosa la corrección con soluciones hipotónicas.16, 18
Otro punto de controversia radica en la utilización o no de
bicarbonato de sodio cuando la acidemia es severa.19, 20 En el
presente estudio no se presentaron efectos indeseables por la acidemia
ni por la reposición de bicarbonato de sodio en los casos en los que
fue administrado.
No hemos utilizado bicarbonato de sodio en los pacientes que
desarrollaron acidosis hipercloré-mica durante la recuperación de la
CAD. Algunos autores7 consideran útil su administración en esta
situación debido a la lentitud de la restitución del equilibrio
ácido-base, que requiere excreción renal de ácido como ion amonio.
Sin embargo, esta no es una conducta uniformemente recomendada.
En conclusión, consideramos que en pacientes sin severa depleción de
volumen ni estados hipertónicos una moderada reposición de fluidos
isotónicos es segura y se asocia a una adecuada recuperación del
cuadro de CAD, con menor posibilidad de complicaciones
Bibliografía
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TABLA 1.— Características demográficas de la población
Grupo 1 Grupo 2 p
(n = 14) (n = 13)
Edad, años 39,1 ± 17,6 28,4 ± 16,0 <0,05
Mujeres (%) 8(57,1) 8 (61,5) NS
Hombres (%) 6(42,9) 5 (38,5) NS
Evolusión (años) 8,5 ± 5,1 5,2 ± 1,8 NS
NS: diferencias no significativas
TABLA 2.— Variación del pH durante el estudio
Hora Grupo 1 p* Grupo 2 p*
(n = 14) (n =13)
0 7,04 ± 0,08 7,10 ± 0,10
1 7,06 ± 0,08 00NS 7,12 ± 0,12 00NS
2 7,11 ± 0,06 <0,05 7,19 ± 0,08 <0,001
4 7,18 ± 0,07 <0,001 7,23 ± 0,08 <0,001
8 7,26 ± 0,06 <0,001 7,27 ± 0,06 <0,001
12 7,31 ± 0,06 <0,001 7,31 ± 0,05 <0,001
24 7,34 ± 0,08 <0,001 7,37 ± 0,06 <0,001
* Significación respecto de la hora 0.
NS: diferencias no significativas
Las diferencias entre ambos grupos no alcanzaron significación
estadística.
TABLA 3.- Variación del CO3H- (mEq/L) durante el estudio
Hora Grupo 1 p* Grupo 2 p*
(n = 14) (n = 13)
0 4,4 ± 2,5 5,8 ± 3,4
1 5,4 ± 2,5 00NS 7,2 ± 3,6 00NS
2 6,9 ± 2,5 < 0,05 9,1 ± 4,3 < 0,01
4 9,4 ± 2,6 < 0.001 11,0 ± 4,7 < 0,001
8 11,7 ± 2,7 < 0,001 14,6 ± 5,3 < 0,001
12 14,3 ± 3,7 < 0,001 15,8 ± 4,4 < 0,001
24 15,5 ± 4,5 < 0,001 18,0 ± 3,9 < 0,001
* Significación respecto de la hora 0.
NS: diferencias no significativas.
Las diferencias entre ambos grupos no alcanzaron significación
estadística.
TABLA 4.— Variación del Na+ y el K+ durante el estudio
Hora Sodio (mEq/L) Potasio (mEq/L)
G.1 (n = 14) G.2 (n = 13) G. 1 (n = 14) G.2 (n = 13)
0 136,5 ± 6,8 138,5 ± 5,3 5,14 ± 1,20 4,71 ± 0,79
1 139,1 ± 8,7 139,0 ± 6,0 4,52 ± 0,67 3,73 ± 0,81
2 137,5 ± 7,5 140,7 ± 4,8 4,23 ± 1,10 4,25 ± 0,41
4 137,8 ± 5,3 137,5 ± 3,2 4,36 ± 0,97 4,16 ± 0,50
8 134,8 ± 4,4 137,7 ± 5,1 4,23 ± 0,89 3,96 ± 0,55
12 135,2 ± 3,3 137,9 ± 4,3 3,92 ± 0,71 3,78 ± 0,46
24 135,5 ± 4,2 134,4 ? 5,4 4,02 ± 0,80 3,95 ± 0,40
Las diferencias entre ambos grupos no alcanzaron significación
estadística
TABLA 5.— Variación del Cl- y el Anión-Gap durante el estudio
Hora Cloro (mEq/L) Anión gap (mEq/L)
G. 1 (n = 10) G. 2 (n = 10) G. 1 (n = 10) G. 2 (n = 10)
0 106,9 ± 15,6 100,8 ± 8,9 27,0 ± 12,9 37,0 ± 12,7
1 117,3 ± 17,8 107,5 ± 10,6 17,0 ± 15,5 23,4 ± 14,8
2 110,5 ± 12,9 111,2 ± 11,1 18,6 ± 13,4 24,7 ± 11,2
4 113,7 ± 14,3 106,2 ± 7,2 17,5 ± 13,0 22,9 ± 9,3
8 113,5 ± 12,8 105,4 ± 8,2 11,1 ± 8,9 19,0 ± 12,6
12 109,8 ± 11,1 111,3 ± 10,1 12,4 ± 10,8 17,1 ± 8,8
24 112,7 ± 13,7 105,3 ± 8,3 12,2 ± 14,3 16,5 ± 9,4
Las diferencias entre ambos grupos no alcanzaron significación
estadística.
TABLA 6.— Variación de la glucemia (mg/dl) durante el estudio
Hora Grupo 1 p* Grupo 2 p*
(n = 14) (n = 13)
0 527 ± 219 445 ± 160
2 354 ± 204 < 0,05 291 ± 63 < 0,005
4 295 ± 100 < 0,005 231 ± 68 < 0,001
8 313 ± 75 < 0,005 196 ± 65 < 0,001
12 224 ± 88 < 0,001 176 ± 43 < 0,001
24 184 ± 50 < 0,001 179 ± 73 < 0,001
* Significación respecto de la hora 0.
Las diferencias entre ambos grupos no alcanzaron significación
estadística.
TABLA 7.— Variación del hematocrito (%) durante el estudio
Hora Grupo 1 p* Grupo 2 p*
(n = 14) (n = 13)
0 45,8 ± 5,8 42,1 ± 6,1
8 36,7 ± 5,4 < 0,01 36,3 ± 9,8 < 0,05
24 36,0 ± 4,4 < 0,05 33,8 ± 4,0 < 0,05
* Significación respecto de la hora 0.
Las diferencias entre ambos grupos no alcanzaron significación
estadística.
TABLA 8.— Variación de la urea (mg/dl) durante el estudio
Hora Grupo 1 p* Grupo 2 p*
(n = 14) (n = 13)
0 61 ± 35 48 ± 20
8 42 ± 43 < 0,01 29 ± 12 < 0,01
24 22 ± 04 < 0,05 27 ± 10 < 0,05
* Significación respecto de la hora 0.
Las diferencias entre ambos grupos no alcanzaron significación
estadística.
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