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Síndrome de resistencia
a glucocorticoides
Cecilia Calvar, Susana I.
Deutsch, Alberto D. Intebi
Hospital Fernández, Buenos Aires.
Actualmente, el síndrome de resistencia a glucocorticoides (SRGC)
es considerado una entidad muy poco frecuente, habiéndose descripto
pacientes con manifestaciones clínicas y bioquímicas compatibles
así como familiares portadores sanos, que sólo expresan alteraciones
bioquímicas1. La hormona liberadora de corticotrofina (CRH) producida
por el hipotálamo estimula la producción hipofisaria de
adenocorticotrofina (ACTH). Esta última a su vez estimula la
producción adrenal de cortisol y secundariamente de
mineralocorticoides y andrógenos por la glándula suprarrenal. El
cortisol ejerce un retrocontrol negativo sobre la síntesis y
secreción de CRH y ACTH. A diferencia del cortisol, los
mineralocorticoides y los andrógenos no poseen efectos inhibitorios
sobre la secreción de CRH ni la de ACTH. Este último punto es
fundamental para comprender la sintomatología del SRGC.
Los efectos biológicos de los glucocorticoides están mediados por su
unión a un receptor intracelular específico (acción genómica) y
por acciones a nivel de la membrana plasmática (acción no
genómica). Los miembros de la superfamilia de receptores de hormonas
esteroideas comparten una estructura en común. En el extremo
carboxilo terminal se encuentra el dominio de unión a hormonas, cerca
del cual se encuentra el dominio de unión al ADN y en el extremo
amino terminal se encuentra el dominio inmunogenético. En ausencia de
estímulo hormonal, el receptor se encuentra en el citoplasma formando
heterocomplejos a través de la unión de tres proteínas (hsp 90, hsp
70 y hsp 56) en el dominio de unión a hormonas del receptor de
glucocorticoides. La especial interacción con la proteína hsp 90
parecería facilitar la unión del esteroide con el receptor y
aumentar la efectividad en la respuesta a los glucocorticoides. Esta
unión resulta en la liberación del complejo esteroide-receptor de la
proteína hsp 90 y en el desenmascaramiento de dominios responsables
de la dimerización, localización nuclear, unión al ADN y
transactivación. Los monómeros o dímeros de los receptores unidos a
esteroides parecerían introducirse en el núcleo por el
reconocimiento de sus dominios de localización nuclear a través de
proteínas de los poros nucleares. En el núcleo, los glucocorticoides
unidos al receptor ejercen su acción por dos mecanismos. El tipo I es
a través de la unión con porciones de ADN denominadas elementos
respondedores a glucocorticoides (GREs) y es predominantemente
estimulatorio, mientras que el tipo II que es principalmente
inhibitorio involucra la unión del receptor de glucocorticoides con
otros factores transcripcionales diferentes del ADN, como C-Jun entre
otros2, 3.
El SRGC puede ser primario o adquirido. La resistencia primaria al
cortisol es una enfermedad familiar o esporádica, caracterizada por
aumento de las concentraciones séricas y urinarias del cortisol, con
conservación del ritmo circadiano, resistencia adrenal a la
supresión con dexametasona y ausencia de estigmas clínicos de
síndrome de Cushing. La alteración primaria se encuentra a nivel del
receptor de glucocorticoides. Al haber menor acción de
glucocorticoides se produce un aumento de ACTH con el consiguiente
estímulo de la glándula suprarrenal, lo cual provoca aumento de
cortisol, mineralocorticoides y andrógenos. Este incremento de las
concentraciones séricas de esteroides sexuales y mineralocorticoides
sería en parte responsable de las manifestaciones clínicas del SRGC.
Una hipótesis alternativa es la posibilidad de que los niveles
aumentados de glucocorticoides, interactúen con el receptor de
mineralocorticoides ejerciendo de esta forma, un efecto
mineralocorticoide. Este hecho es avalado por la presencia de un 100%
de reactividad cruzada del cortisol con los receptores de
mineralocorticoides4, y además estudios recientes demuestran que la
enzima 11b hidroxiesteroide dehidrogenasa modula la actividad del
cortisol a nivel del receptor a través de su metabolización. Una
alteración a nivel de esta enzima podría tener relación con
distintas patologías relacionadas con el cortisol5. Los estudios
cuali y cuantitativos de receptores de glucocorticoides, revelaron
gran variabilidad en relación con la alteración presente en el
receptor, habiéndose descripto: disminución en el número, y
afinidad de receptores en célula entera y en citoplasma celular,
alteraciones de la capacidad de unión del ADN al receptor y una mayor
termolabilidad6.
Los estudios genealógicos demostraron que podría tratarse de una
enfermedad recesiva, con algunos pacientes heterocigotas y otros
pacientes homocigotas, o bien de una enfermedad autosómica dominante
con penetrancia variable7. En el año 1985, pudo clonarse el gen que
codifica al receptor de glucocorticoides humano, lo que permitió
realizar estudios en la búsqueda de las bases moleculares del SRGC.
De esta manera en 1991 se logró secuenciar el ADNc en la primer
familia descripta, encontrándose una mutación puntual homozigota en
el nucleótido 2054 con la sustitución de un residuo timidina por
alanina lo que determina el cambio de valina por ácido aspártico en
el residuo aminoacídico 641. Recientemente, se han publicado los
resultados de los estudios moleculares llevados a cabo en otras dos
familias afectadas. En dos individuos de una misma familia se
encontró una mutación puntual homozigota en el nucleótido 2317 con
la sustitución de alanina por guanina lo que causa el cambio del
aminoácido isoleucina por valina en el residuo 729 y finalmente en el
año 1993 Karl publica las alteraciones moleculares encontradas en un
caso de SRGC caracterizadas por una deleción puntual heterocigota
asociada a la sustitución de aspargina por serina en el residuo
3637,8. En resumen todas las familias estudiadas hasta el momento
presentaron alteraciones moleculares similares caracterizadas por
mutaciones puntuales.
Debido a la gran variabilidad de alteraciones moleculares, el SRGC
tiene grandes diferencias en la forma de presentación. Las mutaciones
de receptores son mecanismos comunes de resistencia hormonal, como es
el caso de la resistencia a hormonas tiroideas, andrógenos, vitamina
D y estrógenos9-12 todas asociadas a mutaciones de sus respectivos
receptores. Aún no está determinado si todos los casos descriptos de
SRGC son causados por mutaciones del gen que codifica al receptor de
glucocorticoides. Con respecto a esto último es interesante destacar
que se ha publicado un caso de resistencia a vitamina D13 y dos casos
de resistencia a mineralocorticoides14 sin alteraciones de los
respectivos receptores.
Una posible etiología del SRGC que aún no ha sido evaluada es la
posibilidad de que los pacientes presenten anticuerpos contra el
receptor de glucocorticoides como puede verse en otras patologías
hormonales. Con respecto a la resistencia adquirida a
glucocorticoides, se han descripto casos en pacientes con anorexia
nerviosa, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, linfoma maligno y
en pacientes tratados con el antagonista competitivo del cortisol RU
48615. Asimismo se ha descripto la resistencia localizada a GC en
pacientes con artritis reumatoidea, en la hipófisis de un paciente
con síndrome de Nelson15 y en pacientes asmáticos en los que
recientemente se describieron dos mecanismos diferentes de reducción
de afinidad del glucocorticoide: tipo I, inducido por citoquinas y
tipo II independiente de citoquinas3.
Como fue mencionado previamente, la clínica del SRGC es debida en
parte al incremento de mineralocorticoides y andrógenos adrenales por
el aumento de ACTH. En la mayoría de los pacientes publicados se
observa hipersecreción de precursores de aldosterona (corticosterona,
11 desoxicortisol, desoxicorticosterona), provocando hipertensión
arterial (HTA) que en las formas graves de la enfermedad se acompaña
de hipokalemia espontánea o inducida por hidroclorotiazidas. En las
mujeres portadoras del síndrome, el hiperandrogenismo se manifiesta
por acné, hirsutismo y oligomenorrea. Estudios recientes demuestran
que en pacientes que consultan por hirsutismo la incidencia de SRGC es
mayor que la incidencia de hiperplasia suprarrenal tardía,
concluyendo los autores la necesidad de incluir el dosaje de cortisol
libre urinario (CLU) en la evaluación del hirsutismo6. Otros
síntomas poco frecuentes que han sido descriptos son oligospermia,
infertilidad e insuficiencia suprarrenal, mientras que en la
población pediátrica se comunicó un niño con pubertad precoz.
En resumen el SRGC, puede abarcar un amplio espectro desde su
presentación asintomática hasta el cuadro completo con HTA,
hipokalemia, acné, hirsutismo, fatiga crónica y pubertad precoz en
los niños. Por otra parte el SRGC ha sido descripto en pacientes con
linfoma, anorexia nerviosa y SIDA, siendo en estos casos un síndrome
adquirido6. Las técnicas actuales de biología molecular permitirían
un detallado análisis de estos síndromes y su comparación con el de
resistencia primaria.
El SRGC se caracteriza por un aumento del cortisol plasmático. La
concentración y capacidad de unión de la CBG es generalmente normal,
mientras que el cortisol libre plasmático y urinario están
aumentados, lo que descarta la posibilidad de un trastorno en la
portación. Los niveles séricos de ACTH se encuentran elevados en la
mayoría de los casos y sólo algunos pacientes presentaron niveles
normales. La conservación de los ritmos circadianos de cortisol y
ACTH, es un dato de utilidad para distinguir el SRGC del síndrome de
Cushing. El hipercortisolismo se presenta con resistencia a la
administración exógena de dexametasona (DXM). Sin embargo, la dosis
de dexametasona necesaria para inhibir la secreción endógena de
cortisol es variable, de 1,5 a 6 mg. La inhibición con DXM junto con
la presencia de resultados normales en los tests dinámicos (prueba de
CRH, ACTH, hipoglucemia insulínica y test de metopirona), confirman
que no existe alteración funcional del eje
hipotálamo-hipófiso-adrenal. La investigación del sector
mineralocorticoide evidencia aumento de los precursores de aldosterona
(corticosterona, 11 desoxicorticosterona, y dehidrocorticosterona),
mientras que los niveles séricos o urinarios de aldosterona son
generalmente normales con tendencia a valores bajos. El sector
androgénico también está estimulado en la mayoría de los
pacientes, encontrándose aumento en la concentración sérica de
DHEAS y androstenediona. En pacientes con hirsutismo e irregularidades
menstruales se encontró aumento de los niveles séricos de
testosterona y DHEAS. Las glándulas suprarrenales evaluadas por TAC o
ecografía demostraron tener un tamaño normal, o bien la presencia de
hiperplasia bilateral.
Los métodos de evaluación de receptores para glucocorticoides
utilizados para el diagnóstico de resistencia fueron variables según
el estudio, sin embargo todos los autores midieron número y afinidad
de receptores en célula entera ya sea utilizando linfocitos, o
fibroblastos de piel, incubándolos con concentraciones crecientes de
DXM marcada en presencia o ausencia de un exceso de DXM no marcada.
Los resultados de este método mostraron la variabilidad del SRGC ya
que hubo pacientes que evidenciaron tener número disminuido de
receptores o bien disminución de la afinidad y hubo 2 pacientes que
presentaron tanto número como afinidad conservados. Además se
demostró termolabilidad de los receptores y alteración funcional
mediante el test de supresibilidad de DXM en la incorporación de
timidina tritiada por parte de leucocitos mononucleares.
El diagnóstico del SRGC debe ser sospechado en pacientes que
consultan con alguno de los siguientes síntomas: hirsutismo, acné,
pubertad precoz, HTA y/o hipokalemia. Se inicia el estudio con el
dosaje de CLU, que si es normal descarta el SRGC mientras que si está
aumentado debe complementarse con una prueba de inhibición con 1 mg
de DXM para descartar otras causas de elevaciones del CLU
(alcoholismo, depresión, falsas elevaciones del CLU, obesidad), que
habitualmente inhiben bien con 1 mg de DXM. Si no se logra inhibición
del cortisol el próximo paso es la investigación del ritmo
circadiano de cortisol para descartar el síndrome de Cushing y
pseudocushing (alcoholismo), ambas situaciones con ritmo alterado de
cortisol. Si el ritmo circadiano está conservado se deben arbitrar
los medios para el diagnóstico de SRGC.
El hallazgo de alteración en el número y/o afinidad de receptores de
glucocorticoides en linfocitos o fibroblastos hace el diagnóstico de
SRGC y puede completarse con los estudios moleculares con el objetivo
de la búsqueda de mutaciones.
Cabe destacar que en la actualidad el estudio de receptores de
glucocorticoides así como los estudios moleculares no se realizan en
forma rutinaria dadas las dificultades técnicas de los mismos. El
diagnóstico diferencial del SRGC se debe realizar con el Síndrome de
Cushing y los estados depresivos. La mayoría de los individuos
afectados son asintomáticos y no requieren tratamiento, sin embargo
debe realizarse el diagnóstico no solo en aquellos individuos que
presentan síntomas clínicos tales como hirsutismo, oligomenorrea,
acné, HTA, etc., sino también para evitar el tratamiento inadecuado
del síndrome de Cushing. Actualmente, el tratamiento que debería ser
administrado a los pacientes sintomáticos, debe ser considerado
experimental, ya que no hay suficiente experiencia con el mismo. Una
terapia racional sería el uso de un glucocorticoide que logre inhibir
los niveles aumentados de ACTH, y evitar de esta forma el estímulo
sobre los otros sectores adrenales sin desarrollar características
cushingoides. Esta terapéutica se basa en el hecho fisiológico de
que los pacientes con SRGC responden a dosis crecientes de DXM. El
glucocorticoide elegido es la dexametasona; así con el uso de esta
droga a una dosis de 3 mg/día se logró mejoría de los síntomas y
supresión en las concentraciones séricas de mineralocorticoides16.
En cuatro mujeres adultas el uso de dexametasona en dosis de 1 a 1,5
mg/día mejoró el acné e hirsutismo, se normalizó la tensión
arterial y en una paciente se revirtió el cuadro de esterilidad
secundaria. El niño que presentó pubertad precoz se benefició tanto
clínica como bioquímicamente con el uso de este fármaco16.
Por todo esto la dexametasona parece ser útil e inocua en el
tratamiento del SRGC, con monitoreo clínico y bioquímico constante,
utilizando como dosis de inicio 1 mg/día e ir incrementando la dosis
posteriormente en función de la respuesta clínica hasta llegar a 3
mg/día.
En conclusión el SRGC es una forma generalizada de resistencia al
cortisol causada por una alteración funcional de receptores para
glucocorticoides y caracterizada por hipercortisolemia sin otras
manifestaciones de exceso de glucocorticoides. La resistencia
hipofisaria al cortisol provoca un aumento de la concentración
sérica de ACTH con el consiguiente estímulo de la glándula
suprarrenal lo cual desencadena aumento en la producción de cortisol,
mineralocorticoides y andrógenos. El aumento de mineralocorticoides y
andrógenos puede provocar HTA, hipokalemia, hirsutismo, acné y
pubertad precoz, mientras que al haber resistencia periférica al
cortisol, los pacientes afectados no presentan signo-sintomatología
del síndrome de Cushing.
El SRGC se presenta con hipercortisolemia, generalmente familiar, con
ritmo de ACTH y cortisol conservados y respuestas normales a las
pruebas de evaluación hipotálamo-hipófiso-adrenal. Estas
características bioquímicas junto con la presencia de alteraciones
cuali y cuantitativas de los receptores para glucocorticoides y
mutaciones en el gen que codifica para el receptor, hacen el
diagnóstico y son de utilidad para el diagnóstico diferencial con el
síndrome de Cushing y otras causas de hipercortisolismo. Creemos
necesario el dosaje de CLU en todas las pacientes que consultan por
hirsutismo como lo demuestra un estudio reciente6.
Los individuos afectados del SRGC, con evidencia clínica de exceso de
mineralocorticoides y andrógenos adrenales pueden requerir
tratamiento. La dexametasona en dosis controladas suprime la
secreción de ACTH, siendo el fármaco de utilidad terapéutica actual
en el tratamiento del SRGC. Finalmente, quisiéramos no sólo
actualizar el tema sino también alertar al médico tratante a
considerar el SRGC dentro de los diagnósticos diferenciales en
pacientes que consultan por hirsutismo y otros síntomas descriptos
anteriormente ya que la incidencia de este síndrome cambiaría
sustancialmente.
Dirección postal: Cecilia Calvar, Susana I. Deutsch,
Alberto D. Intebi. Hospital Fernández, Cerviño 3356, 1425, Buenos
Aires
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