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REUNION ANATOMOCLINICA
RETARDO MENTAL, HIPOTERMIA, ESTENOSIS MITRAL Y SEPSIS
Reunión anatomoclínica efectuada en el Instituto de
Investigaciones Médicas Alfredo Lanari el 15-III-1996.
Editores: Dres. Hernán
Lago y Alejandro Grinberg.
A. M. 30 años, sexo femenino. H.C.: 88874, A3060. Fecha de
internación: 22/08/95. Fecha del deceso: 30/08/95.
Motivo de internación: Deterioro de la conciencia.
Enfermedad actual: Con antecedentes de retraso mental presenta, desde
una semana antes, tos con expectoración mucosa, fiebre y
obnubilación.
Antecedentes: No es posible obtenerlos por carecer de familia e
incapacidad de la paciente.
Exámen físico: Presentaba facies abotagada con cejas pobladas,
frecuencia cardíaca de 80 latidos por minuto, frecuencia respiratoria
de 14 y presión arterial de 150/80; la temperatura axilar era 34°,
4C. Se observaron uñas distróficas y edema sacro muy importante
junto a edema de miembros inferiores. El examen torácico mostró
hipoventilación de hemitórax izquierdo con semiología de derrame y
rales crepitantes bilaterales. El pulso aparecía irregular y se
observó ingurgitación yugular hasta por encima del ángulo maxilar.
Se auscultaron dos ruidos y un soplo sistólico moderado en los cuatro
focos. El abdomen a la palpación era blanco, depresible y sin
defensa. El borde hepático se palpaba a 10 cm por debajo del reborde
costal y no se advirtió esplenomegalia. Las pupilas eran isocóricas
y reactivas. Se obtuvieron reflejos craneales normales. Los reflejos
osteotendinosos parecían disminuidos y el cutáneo plantar era
normal.
La radiografía de tórax mostró derrame pleural izquierdo con una
relación cardiotorácica aumentada e infiltrado parahiliar derecho.
Con una FlO2 de 0,21 la PO2 era 53 mmHg, la PCO2 44,8, el pH 7,35 el
HCO3- 24,5 mEq/l y el a/A 0,55. La glucosa, 0,96 g/l, la urea 0,70
g/l, Na 137, K 3,3 mEq/l, hematocrito 23%, los glóbulos blancos
13.500 y la Hb 9,1. El líquido pleural tenía un pH de 7,39 con
glucosa 1,03 g/l, proteínas 1,21 y LDH 113; se contaron 39.000
glóbulos rojos por mm3 y 640 células diversas con 78% de
neutrófilos y 22% de linfocitos y gran cantidad de células
mesoteliales. El ECG demostró fibrilación auricular, una frecuencia
cardíaca de 90, el eje a más de 60°, QRS 0,08 y ST normal.
Se instaló una vía central que mostró una presión venosa de 25 cm
de agua. Como presentaba tiraje intercostal sin respiración paradojal
se inició asistencia respiratoria mecánica y balance hidrosalino
negativo. Se inyectó triiodotironina por tubo orotraqueal (obtenido
por machacado de comprimidos). La paciente presentó hipotensión
arterial, 80/40 mmHg, por lo que se agregó dopamina 7,5 µg/kg.min y
se consiguió la estabilidad hemodinámica y se mantuvo con dopamina
2,5 µg/kg min y 40 mg de furosemida. Se obtuvo material para
hemocultivos, urocultivo y cultivo de esputo. Se colocó un Swan-Ganz
y se trató con ceftriazona-ornidazol.
Al día siguiente permanecía en asistencia respirato- ria con
dopamina, isoproterenol, furosemida y fluidos. Se infundieron
glóbulos rojos. Se mantenía el balance negativo y se observaron
radiográficamente infiltra- dos pulmonares bilaterales; el a/A cayó.
Con una FlO2 de 0,60 la PO2 era 58 mmHg, PCO2 48, HCO3- 25 mEq/l pH
7,31.
El 24/08/95 se auscultaron roncus, sibilancias y rales crepitantes
bilaterales. Persistían edemas en miembros inferiores y flancos. El
hierro era 15 µg/dl, TIBC 300 y la saturación de la transferrina 5%;
el colesterol 129 mg/dl, la T4 libre 0,4 ng/dl, TSH 23 Ul/l, T3 28,5
ng/dl y T4 5 µg/dl; la CPK era 241 UI/l, la LDH 532 UI/l y no se
observaron anticuerpos microsomales. No se advirtieron cambios en los
infiltrados pulmonares y se inició tratamiento con levotiroxina
endovenosa.
Al día siguiente se comenzó con alimentación por sonda
nasogástrica. Una ecocardiografía reveló que el ventrículo
izquierdo presentaba dimensiones normales máximas y función
sistólica adecuada, ventrículo derecho dilatado y movimiento
paradojal del septum. La válvula mitral tenía signos de agresión
reumática con un área de 1,8 cm2 de abertura. Se observó severa
dilatación de la aurícula izquierda y moderada dilatación de la
aurícula derecha. La presión de la arteria pulmonar era 50 mmHg. La
presión pulmonar capilar era 15 mmHg.
El 27/08/96 se agregó dobutamina, 15 µg/kg.min, al tratamiento.
Un día después se suspendieron los sedantes y relajantes que venía
recibiendo. El Glasgow estimado era 7/15; presentaba arreflexia y
Babinsky bilateral. Con FlO2 de 0,60 la PO2 era 77, PCO2- 42, pH 7,53
HCO2- 31 mEq/l, a/A 0,19, creatinina 1,47, GGT 54, LDH 578. Una TC
cerebral reveló hidrocefalia y no se advirtieron lesiones
isquémicas. La Rx de tórax mostró disminución de las lesiones
isquémicas.
El 30/08/95 presentaba mínima respuesta motora de miembro inferior
izquierdo al estímulo doloroso. Los reflejos oculocefálicos eran
normales con fotomotor conservado. Presentó paro cardíaco y no
respondió a la reanimación.
Después del deceso se recibieron tres hemocultivos positivos (de
tres) para Acinetobacter baumannii; el mismo agente fue obtenido por
aspiración endotraqueal.
Discusión clínica
Dr. Roberto Freue: El caso de esta paciente fue dificultoso
por múltiples motivos. Ingresó derivada del Hospital de Clínicas,
en coma y con deterioro hemodinámico. Teníamos antecedentes muy
vagos de que era una paciente con idiocia congénita, hipotiroidismo
y, probablemente, una estenosis mitral con fibrilación auricular
crónica. La paciente tenía sólo estos antecedentes; la hoja de
derivación refería fiebre y tos con expectoración y deterioro grave
del sensorio en la semana anterior a ser trasladada aquí. A su
ingreso estaba en coma, hipotérmica, hipotensa, con edema
generalizado, con signo del godet positivo, ingurgitación yugular 3
en 3, con soplo sistólico en un foco mitral 3 en 6, tenía
semiología de derrame pleural izquierdo y rales crepitantes
bilaterales con tiraje intercostal. Además tenía hepato-megalia.
Se pensó inicialmente que estaba cursando un cuadro séptico,
concomitantemente con hipoti-roidismo y que eso la había llevado a la
hipotermia severa. Además, parecía tener insuficiencia cardíaca a
predominio derecho, por lo que se colocó una vía central que mostró
una presión venosa central de 25 cm de agua, se asumió que tenía
insuficiencia cardíaca y en las primeras horas se le hizo balance
negativo. Yo no estoy totalmente seguro de que la paciente en ese
momento tuviese insuficiencia cardíaca de grado tan importante, dado
que la ingurgitación yugular, los edemas y el intercambio gaseoso no
mejoraron con el balance negativo. Es más, este último lejos de
mejorar empeoró en las primeras horas indicando más un cuadro de
bronconeumonía con distress respiratorio agudo del adulto que de
insuficiencia cardíaca.
Creo que lo más interesante de la paciente es la hipotermia que tuvo
durante toda la internación. La paciente siempre tuvo una temperatura
central menor de 35°C y dentro de las causas podríamos nombrar el
hipotiroidismo previo pero es muy dificil afirmar que tuviera un coma
mixedematoso, es decir, que la hipotermia fuera producto solamente de
la descompensación y de la falta de aporte de hormona tiroidea por un
tiempo prolongado dado que, si bien tenía algunas características en
el examen físico de hipotiroidismo, otras no eran coincidentes, como
el godet positivo, mioedema muy dudoso y, lo más importante, en
ningún momento de la evolución tuvo hiponatre-mia.
La segunda causa de la hipotermia, que creo tiene esta paciente, es la
más frecuente. En general, la hipotermia tiene una causa subyacente,
que en este caso sería el hipotiroidismo y una causa desencadenante,
que, a mi entender, es la bronconeumonía severa y el cuadro séptico.
Entonces, creo que la hipotermia no era exclusivamente por
hipotiroidismo porque no mejoró durante la internación, a pesar de
reponer la hormona tiroidea inicialmente por vía intratraqueal (por
no disponer de endovenosa) y luego endovenosa. La infección inicial
fue pulmonar, se mandó un cultivo de Lukens que mostró flora
habitual del tracto respiratorio superior, no había patógenos en ese
Lukens ni en el siguiente. Recién en los cultivos del día anterior a
la muerte desarrollan un neumococo y Acinetobacter sp, este germen se
aísla también en hemocultivos. Pero es importante tener claro que
esos cultivos son de las fases finales de la internación de la
paciente y que parecen corresponder una infección intrahospitalaria
agregada. Con respecto al cuadro hemodinámico, llama la atención
que, a pesar de tener hipotermia sostenida, la paciente nunca tuvo un
deterioro hemodinámico severo, nunca tuvo un VM bajo, por el
contrario, siempre tuvo un índice cardíaco normal alto compatible
con un patrón de sépsis y no con un patrón de hipotiroidismo. Este
es un dato que no puedo explicar. Lo único que podría decir es que
llegó a tener VM de hasta 8 L/min y que si no fuese hipotiroidea con
el cuadro séptico que tenía quizás si hubiese tenido VM mayor. Se
comportó como una paciente séptica que tuvo una sobre infección
intrahospitalaria por dos gérmenes.
Lo último que quería discutir son las enfermedades previas. Además
de todo lo mencionado, tenía anemia ferropénica a la que durante la
internación no le encontramos causa; tenía coles-terol bajo a pesar
de estar hipotiroidea por lo que yo presupongo que la paciente, a
pesar de ser obesa, estaba desnutrida y quizás la anatomía
patológica nos ayude a ver los depósitos de grasa, y saber si
realmente estaba cursando un cuadro de desnutrición severa crónica.
Quería plantear esto, ya que está descripto que un favorecedor muy
importante de la hipotermia en la sépsis es el déficit de tiamina y
si esta paciente era una persona desnutrida crónica, además con
déficit de tiamina, eso podría justificar el porqué de la respuesta
exagerada a este cuadro infeccioso. En definitiva, no contamos con
antecedentes, pero sabemos que tenía idiocia congénita; sería
interesante discutir si esa idiocia congénita tenía relación con el
hipotiroidismo; además, tenía una valvulopatía mitral que era
moderada, y, a mi criterio, falleció por las complicaciones de una
neumonía de la comunidad y las complicaciones que sufrió durante su
internación en este Instituto.
Dr. Daniel Rimoldi: La primera premisa que debiera establecer
es si esta paciente estaba hipotiroidea y creo que esto claramente se
puede afirmar. El hipotiroidismo surge de la semiología clínica: la
paciente estaba abotagada, tenía infiltración de cuero cabelludo y
lengua, piel seca, ligero mioedema, y los valores de laboratorio que
confirman claramente la semiología de hipotiroi-dismo. Los enumero:
T4 libre 0,4 ng/dl, para un normal que va de 1-1,8 ng/dl; una TSH
elevada, el descenso de la T3 que no es una buena hormona marcadora de
hipotiroidismo, y una T4 total que está dentro de valores normales
bajos. Con los signos clínicos y los valores bioquímicos, uno no
puede decir otra cosa que la paciente era hipotiroidea. El segundo
punto a establecer, es si la paciente con este cuadro de
hipotiroidismo, en algún momento, desarrolló coma mixede-matoso.
Definiendo a éste como la situación extrema del hipotiroidismo en
donde el paciente pierde los mecanismos habituales de compensación, y
entra en un estado en que pierde la homeostasis y los tejidos están
injuriados por los agentes que la tiroides habitualmente cubre como
mecanismo defensivo. Hacer el diagnóstico de coma mixedematoso se
basa en 3 o 4 premisas: 1) que tenga alteraciones mentales o que fuera
una paciente que tuviera un grado de deterioro mental, 2) que tuviera
trastornos de la ter-morregulación y 3) un factor desencadenante que
fue su cuadro pulmonar, evidentemente. Lo que le falta a la paciente,
y que está descripto habitualmente en los comas mixedematosos, es
edad apropiada. Los pacientes con coma mi-xedematoso suelen ser
pacientes de la tercera edad, y esto tiene una explicación, tienen
una producción de calor disminuida. La pérdida de calor no se
produce debido a un mecanismo de compensación que es la
vasoconstricción peri-férica. Por eso la piel del hipotiroideo es
fría, tiene hipoperfusión y eso lo hace para mantener el calor
central. Por lo tanto, uno debe plantear si esta paciente tuvo algún
factor desencadenante del coma mixedematoso y eso es mucho más
difícil de establecer puesto que los comas mixe-dematosos descriptos
en la literatura se dan en pacientes de determinadas condiciones
etarias. En una paciente de 30 años el deterioro mental uno lo puede
atribuir al hipotiroidismo o a que tuviera trastornos mentales
previos.
Para tratar de buscar la etiología del hipoti-roidismo, que sí
existía, uno tiene que pensar cuáles son sus causas habituales. En
este caso concreto, los anticuerpos anti-fracción microsomal eran
negativos, lo que aleja la posibilidad de que la enfermedad fuera
inmunológica, si bien hay un 20% de pacientes con tiroiditis
linfocitaria crónica que tienen anticuerpos negativos. Se debe pensar
cuáles son las alternativas a la causa inmunológica; nos queda la
posibilidad que fuera post-iodo radiactivo o que fuera post-cirugía.
Para aseverar esto, tendríamos que tener historia de hipertiroi-dismo
previo que no podemos asegurar por los datos que tenemos en la
historia. Y hay hipofun-ciones tiroideas que tienen que ver con
trastornos disenzimáticos o con trastornos con producción inadecuada
de hormonas tiroideas pero que se presentan en la infancia. La
diferencia la da generalmente la semiología y la semiología en esta
paciente era muy dificultosa para determinar si era bociosa o no. De
los hipotiroidismos sin bocio, el más frecuente es inmunológico; de
los hipoti-roidismos que cursan con alteraciones morfológi-cas, el
bocio multinodular o nodular es la causa más importante. En
definitiva, creo que esta paciente tiene claramente un hipotiroidismo,
no puedo discriminar adecuadamente si fue coma mixe-dematoso en algún
momento, a pesar de que tiene las tres condiciones para tenerlo pero
le falta una cuarta, que es la edad.
Dr. Eduardo De Vito: Estamos de acuerdo con la secuencia
hipotiroidismo-neumonía -sepsis- hipotermia. A nuestro juicio es más
importante en la mantención del fenómeno hipotérmico durante toda
la internación, el trastorno séptico, y no tanto, el hipotiroidismo.
Es claro que tenía derrame pleural con características de trasudado,
posiblemente atribuible al hipotiroidismo más un infiltrado que pudo
haber progresado en forma de neumopatía, que se hizo bilateral, con
trastorno gasométrico que llegó a ser compatible con distress
respiratorio. Tenía en un momento, presiones de ciclado del
respirador de 28 cm de H2O, con volúmenes corrientes de alrededor de
700 ml, lo cual habla de un compliance moderadamente disminuido. Creo
que tenía sepsis y que uno de los órganos blancos era el pulmón y
seguramente vamos a encontrar una lesión de carácter infeccioso, una
bronconeumonía. El tercer aspecto que quiero mencionar, es la
hipotermia que se diagnostica con temperatura central por debajo de
35°C ¿Cómo clasificaríamos la causa de hipotermia en esta
paciente? Se reconocen cuatro etiologías: la hipotermia por
inmersión en agua helada, la hipotermia neonatal, por trastornos en
la termorregulación, sobre todo en los neonatos prematuros; una
hipotermia secundaria a cirugía, con mucho tiempo de exposición de
vísceras y la cuarta es justamente ésta: la hipotermia secundaria a
enfermedad crítica. En este caso, la causa más importante es el
fenómeno infeccioso, y en segundo lugar, el trastorno endocrino que
se mencionó. Esta entidad, la hipotermia, figura como tal en la
clasificación internacional de enfermedades y por lo tanto, tendría
que figurar en las epicrisis como diagnóstico de egreso. En el
Instituto no hay ninguna hipotermia en los diagnósticos de egreso en
años, lo cual quiere decir que no se pone el diagnóstico de
hipotermia, se lo omite, se piensa que es un fenómeno que no amerita
por lo menos que esté en la epicrisis cuando hay una clasificación
de enfermedad con código, en suma, una entidad bien definida. Creo
que, por año, debemos tener aproximadamente 1 ó 2, por lo menos,
pacientes que en algún momento tenían hipotermia estando en terapia
intensiva y eso está más o menos dentro del rango general. Por
ejemplo, en Inglaterra, en unidades de terapia intensiva encuentran
0,65% de los ingresos con hipotermia y en la Argentina, en el Hospital
de Clínicas, las primeras búsquedas dirigidas de hipotermia, daban
el 1,5% y en años siguientes, alrededor del 2 al 2,5% de los ingresos
en terapia intensiva. ¿Por qué es importante la hipotermia? Porque
ciertos síntomas de hipotermia pueden ser confundidos con los de otra
enfermedad. Por ejemplo, puede haber íleo paralítico a 34°C,
midriasis a 29°C, trastornos gaso-métricos. Y a esto me quiero
referir. Hay consenso general en que la temperatura a la cual deben
ser leídos los gases de un paciente hipotér-mico es a 37°C que es
la temperatura que entrega el analizador de gases. Es indudable que
cuando la temperatura disminuye, la solubilidad del CO2 aumenta y por
consiguiente la PCO2 disminuye y el pH aumenta. Este es un fenómeno
de la sangre in vitro. Este fenómeno in vitro es el que siguen los
ectotermos cuando se ponen, por ejemplo, en hibernación, salvo con
algunas pequeñas diferencias en las pendientes de las curvas y es la
que se ve en el individuo homeo-termo cuando se pone hipotérmico.
Si en un sujeto hipotérmico se leen los gases a 37°C y son normales
a la temperatura del paciente va a tener los gases que le corresponden
de acuerdo a esa estrategia ectotérmica. Pero no hay acuerdo en cómo
medir las alteraciones del intercambio gaseoso. Por ejemplo, cómo
medir el a/A. Eso motivó algunas cartas a los editores del New
England Journal of Medicine de los últimos años. ¿Qué se debe
hacer con la presión alveolar del oxígeno? ¿Se la debe corregir a
la temperatura del paciente, en cuyo caso para hacer un índice
adecuado, habría que corregir la PO2 del paciente a la temperatura
que tiene y sacar, por ende, el a/A? O ser un poco más simplistas, y,
por ejemplo, usar índices un poco más generales, tal como el índice
PO2/FiO2 que no incluiría por lo menos, la presión del vapor de
agua. Otro problema que se plantea cuando uno usa estos cocientes, es
el consumo de oxígeno. En los pacientes hipotérmicos, disminuye,
como así también la producción de CO2, de hecho a 30°C, más o
menos, hay un 25% de disminución del metabolismo. Pero, ¿qué
ocurre? Baja la producción de CO2 y baja la PCO2 porque su
solubilidad aumenta más que la del oxígeno. Por lo tanto, el
cociente respiratorio disminuye. Ejemplo de esto, es que a 30°C
podemos tener un cociente respiratorio de 0,65. Y ahí viene el
problema con el consumo de oxígeno. Este también tiene otra variable
que es la P50 de la curva de disociación de la Hb. Hay trabajos
dirigidos a ver en qué medida la caída de la temperatura modifica la
diferencia arterio-venosa y la P50. ¿Y cuál es la conclusión? Bajo
situaciones de hipotermia, la diferencia arterio-venosa es más
función de la P50 que de la demanda de oxígeno de los tejidos. La
diferencia arteriovenosa debe entonces ser interpretada con cautela en
pacientes hipotérmicos. En esta enferma salvo dos oportunidades que
tuvo una caída a 31°C, previo a la muerte, con 34°C que era con lo
que habitualmente se manejaba, no requería mayores correcciones, pero
a 31°C hubiera sido interesante ver qué pasaba.
Dr. Alejandro Adilardi: El compromiso cardio-vascular era sobre
todo debido a la estenosis mitral más que a otra causa. Cuando fue
internada se consideró el cuadro como insuficiencia cardíaca
congestiva, esto no es raro en hipo-tiroideos en los cuales la placa
de tórax suele mostrar derrame pleural, eventualmente derrame
pericárdico, agrandamiento de la silueta cardíaca e inicialmente se
hace el diagnóstico, y se inicia el tratamiento por insuficiencia
cardíaca congestiva. Los derrames eran seguramente secundarios al
hipotiroidismo, por aumento de la permeabilidad capilar y es probable
que haya tenido algún derrame pericárdico. No estaba dilatado el
ventrículo izquierdo como podríamos esperar en una miocardiopatía
hipotiroidea, aunque también está referido que la dilatación y la
disminución de la función ventricular en el hipotiroi-dismo
raramente lleva a una insuficiencia cardíaca congestiva severa.
Pienso que, si la tenía, ésta debería ser secundaria a la estenosis
mitral que afecta la función ventricular izquierda por la lesión
reumática valvular alterando la motilidad de la región posterobasal
del ventrículo izquierdo, y por el movimiento paradojal del septum
dependiendo del agrandamiento ventricular derecho, también secundario
a la estenosis mitral. Destacaría otra enfermedad que a veces suele
verse en el hipotiroidismo como la cardiopatía isqué-mica por
lesión coronaria debida al aumento de las LDL, dado que estos casos
se manifiestan cuando se comienza a tratar al paciente. Esta
particularidad se atribuye a que al aumentar el consumo de oxígeno y
haber una menor perfusión coronaria, aparecen los signos y síntomas
de isquemia que, en este caso, tampoco aparecieron, ni con el
tratamiento supletorio ni con el tratamiento inotrópico enérgico que
recibió. De modo que tenía una función sistólica globalmente
conservada con esas salvedades dependientes de la estenosis mitral.
Esta paciente ha tenido un compromiso cardíaco leve, dependiente del
hipotiroidismo que debió haberse corregido si la paciente hubiera
sobrevivido y el resto de la evolución está signada por la
neumopatía y luego por la sepsis.
Dr. Gustavo De Feo: Esta enferma podría sólo por el
hipotiroidismo tener disfunción muscular estriada y esto se debe
fundamentalmente a que está aumentada la permeabilidad del sarcolema
en el músculo estriado, al parecer favorecida por el aumento de los
depósitos de glucógeno. Esto lleva a que tenga CPK alta y termina en
una atrofia de las fibras musculares tipo II y no necesitamos de la
hipotermia para que esta enferma tenga disfunción muscular
esquelética. El otro comentario es con respecto al comportamiento
hemodinámico, algo que caracteriza al hipoti-roideo es la liberación
del fenómeno a por disminución de los receptores periféricos b. El
enfermo que no tiene hipertensión diastólica, que es lo que
caracteriza al hipotiroidismo grave y encontramos que tiene
hipotensión sistémica con diastólicas bajas; pensamos que el cuadro
hemodinámico es séptico. Una propuesta alternativa podría ser la
concomitancia , en este caso, de una insuficiencia adrenal, tal vez
producida por el mismo proceso inflamatorio, adrenalitis y tiroiditis
linfocitarias, que en un 20% de los casos, como ya mencionó Rimoldi,
no tiene anticuerpos cuando compromete la tiroides. Así que vale la
pena mencionar que cuando este cuadro hemodinámico se ve asociado a
hipotiroidismo clínico y de laboratorio claro, como tenía esta
enferma, la insuficiencia suprarrenal debe ser considerada.
El otro punto que debemos recordar que salvo que sea un hipotiroideo
grave con temperatura debajo de los 30°C no conviene recalentarlo por
lo que explicó el Dr. Rimoldi: la vasoconstricción periférica está
preservando órganos centrales nobles.
Dr. Salomón Muchnik: Cabe recordar que la velocidad de
conducción nerviosa es muy dependiente de la temperatura. Es decir,
que en la hipotermia los nervios conducen a una velocidad menor y eso
tiene que contribuir, junto al cambio muscular directo, a la
eficiencia del sistema. Yo creo que la explicación de los reflejos
lentos en el hipotiroidismo es un poco la suma de la lentitud de la
fase de contracción muscular más la velocidad de conducción
nerviosa del arco reflejo periférico. Yo no sé que importancia
adicional puede haber tenido una posible encefalopatía anóxica, dada
la hipotensión que tuvo en determinado momento.
Con respecto al retraso mental todavía no se discutió a qué se
debía. En la primera descripción faltan los signos de vía larga,
por ejemplo, no había Babinsky, que se puede hallar en una
encefalopatía anóxica perinatal. Sin embargo, aparece el Babinsky al
final como consecuencia, probablemente, de complicaciones que han
ocurrido en la última fase de la enfermedad. Eso puede descartar
retraso mental por causas perina-tales. La hidrocefalia está
descripta como moderada en la TAC de su última enfermedad.
Probablemente tenía la hidrocefalia desde antes, como consecuencia
del daño cerebral que justificaba el retraso mental.
Dra. Liliana Contreras: Yo la ví una vez y mi impresión era
que no se trataba de un cretinismo; tenía aspecto de hipotiroidea.
Hay individuos de 20 a 30 años que hacen una falla tiroidea grave y
pueden caer en coma mixedematoso como consecuencia de sepsis, como en
este caso. Se habla de bocio; no sé si tenía tiroides palpable. El
cretinismo esporádico se asocia con hidrocefalia y atrofia de corteza
cerebral. El coma mixede-matoso cursa con hipotensión arterial y es
muy raro que no haya tenido hiponatremia.
Dr. I. Casas Parera: La asociación de trastorno mental e
hidrocefalia se vincula a una variedad de condiciones patolóticas
perinatales que son las responsables de un bajo coeficiente mental,
desde el retardo leve a la idiocia. Estas condiciones que provocarían
la hidrocefalia y que eventualmente se compensan en el recién nacido,
son de varios tipos. El más frecuente y el que nos interesa, porque
los afectados suelen alcanzar la edad adulta, está relacionado con la
platibasia, un trastorno del desarrollo de la base del cráneo. Estos
pacientes pueden llegar a adultos y permanecer asintomáticos u
oligosintomá-ticos y muy tardíamente aparecen las manifestaciones
neurológicas o mentales; es decir el paciente puede desarrollar
hidrocefalia, estabilizarse y compensarse durante un tiempo. Las otras
afecciones que llevan a la hidrocefalia son mucho más raras y tienen
interés exclusivamente pediátrico.
Dr. Guillermo Benchetrit: Sería interesante sabe cuál fue el
desencadenante de la complicación respiratoria. Quizás haya sido una
infección bacteriana común y llama la atención que en el examen
directo de aspirado traqueal no se vio la causa. La sensibilidad es
alta pero puede haber sido una infección viral. No hay datos para
aclarar si podía tener HIV y neumocistosis pero la evolución
clínica no parece ser ésa. Creo que esta infección inicial fue la
que motivó toda la complicación respiratoria. La paciente finalmente
hace una sobreinfección bacteriana intrahos-pitalaria con bacteriemia
por Acinetobacter y tiene un neumococo que creo que no jugó un rol
importante. Está descripto que el 20% de las neumonías
intrahospitalarias, son por neumococos. En cuanto a Acinetobacter
recientemente se publicó una serie muy grande de pacientes con
bacteriemia intrahospitalaria por este ubicuo germen hallado tanto en
el medio inanimado como en las manos de los que trabajan con los
pacientes. Es un problema mundial; se documenta, en esta serie, que es
la segunda causa de bac-teriemia por Gram negativos intrahospitalaria.
La mortalidad global debida a sepsis por Acine-tobacter sp es del 44%.
Un 10% de estos pacientes habían tenido neumonía y un 20% tenían
broncorrea con Acinetobacter, sin neumonía. Estos dos grupos tuvieron
una mortalidad del 100% cuando presentaron bacteriemia por
Acinetobacter sp. Los predisponentes a la mortalidad más grandes eran
shock séptico, asistencia respiratoria, y tener una enfermedad que
fuera fatal a corto plazo tal como tenía esta paciente.
En el Instituto la del Acinetobacter es la infección más frecuente
ahora. Y hace 3 años, con la Dra. Predari y el Dr. Javier Finkielman,
hicimos un estudio de colonización de pacientes que ingresaban a
terapia intensiva; el uso de antibió-ticos previos y la asistencia
respiratoria eran los factores predisponentes más importantes. Estos
gérmenes están en el medio ambiente, la presión de selección en
este momento es tal que en una de las salas en el 50% de los pacientes
tratados con antibióticos, se aisló flora multirresistente. Las
manos del personal transportan los gérmenes de un lugar a otro y en
los medios acuosos es donde persisten y donde viven. Habría que hacer
hincapié más en este tipo de cosas que tratar de disminuir la
prevalencia de infecciones por Acinetobacter sp.
Dr. Aquiles Roncoroni: Creo que la enferma tiene insuficiencia
respiratoria y los parámetros son suficientes como para decir que
tenía un trastorno respiratorio agudo. No tengo bien claro el porqué
de la insuficiencia cardíaca. Tengo que pensar que si era por
estenosis mitral, la superficie de apertura estaba posiblemente mal
medida, la aurícula izquierda era grande, y la presión capilar
pulmonar, en ese momento, pudo haber disminuido. Sin embargo, tenía
presión capilar, disminuida e hipertensión pulmonar. De manera que
la otra posibilidad es que la hipertensión pulmonar sea por trastorno
respiratorio agudo. De todas maneras creo que va a tener signos de
insuficiencia cardíaca derecha congestiva y que no vamos a saber si
era por estenosis mitral salvo que en la autopsia se vea una estenosis
mitral más marcada que en el ecocardiograma. Es bien claro que tiene
hipotiroidismo y sepsis; creo que por los datos aportados no es
probable que haya tenido insuficiencia suprarrenal.
Discusión anatomopatológica
Dr. Leonardo A. Paz: El estudio de la autopsia lo realicé
con el Dr. Gustavo González Carteau, él le dedicó mayor atención
al cerebro por lo que describirá los hallazgos en el mismo.
Dr. Gustavo González Carteau: El cerebro pesaba 1300 g y lo
que encontramos fue una agenesia parcial del cuerpo calloso. Este
estaba reducido a una lámina de 1,5 cm de longitud a la altura de lo
que en un cerebro normal es la rodilla del cuerpo calloso, falta el
cuerpo y rodete; o sea, la parte posterior del cuerpo calloso, esto
sería a la altura de los cortes IV y V de Jakob (antero-capsular y
geniculocapsular) (Fig. 1 y 2).
Según Carpenter el cuerpo calloso se origina al tercer mes de vida a
nivel de la lámina terminal (extremo cefálico del tubo neural
primitivo) entre la comisura anterior y el trígono, crece hacia
adelante para unir los lóbulos frontales y luego se extiende hacia
atrás a medida que se desarrollan los lóbulos parietales y actúa
como un puente que facilita el pasaje de fibras interhemis-féricas.
La malformación, en esta paciente, se asoció con otras anomalías
que son: circunvolución del cuerpo calloso pobremente desarrollada y
desplazada hacia abajo. El cuerpo del trígono estaba separado en dos
láminas, estando conservados los pilares. El tercer ventrículo
estaba alargado y comunicado con los ventrículos laterales. Había
ausencia del septum pellucidum. Por encima de las láminas que
corresponden al trígono se observaron áreas redondeadas de sustancia
blanca que corresponden a los haces de fibras mielínicas que
constituyen el cuerpo calloso pero que no pudieron pasar la línea
media y forman lo que se conoce como rama o haz de Probst. Los
núcleos de la base están desplazados hacia atrás, hay colapso de la
prolongación frontal de los ventrículos laterales y leve dilatación
de prolongación occipital y temporal de los ventrículos laterales.
En resumen, la paciente tenía una agene- sia del sector posterior del
cuerpo calloso, la cual es la forma más común de esta anomalía; por
esta malformación podríamos explicar el retardo mental que tenía la
paciente aunque esto no siempre ocurre1 y relacionar, tal vez, la
hipotermia ya que ésta puede asociarse a la hiperhidrosis y agenesia
del cuerpo calloso en el síndrome de Shapiro2-3.
Dr. Leonardo Paz: La glándula tiroides estaba disminuida de
tamaño y el peso era de 10 g, para un normal de 30 a 60 g y había
folículos tiroideos de distinto tamaño, había entonces una
hipotrofia de la glándula tiroides lo que explicaría el
hipo-tiroidismo que presentaba la paciente. En el taco correspondiente
a piel no encontré depósito de mucopolisacáridos por lo que la
paciente no tenía mixedema.
La paciente además presentaba cardiome-galia, el corazón pesaba
543g, había en la válvula mitral una secuela de fiebre reumática
por lo que la válvula se encontraba engrosada, fibrótica; con
acortamiento y fibrosis de las cuerdas tendinosas como consecuencia,
la válvula estaba estenótica e insuficiente al mismo tiempo; lo que
explica la dilatación de la aurícula izquierda, dilatación e
hipertrofia (5 mm) de ventrículo derecho y los signos de
insuficiencia cardíaca congestiva. Además, había hipertrofia del
ven-trículo izquierdo (20 mm) y esto se debe a que la válvula
también era insuficiente por la gran fibrosis que presentaba la
misma. El área de la válvula era de 0,98 cm2, en forma gráfica
podría decir que sólo pasaba la punta del dedo índice (3,5 cm de
circunferencia). En el corazón no encontré manifestaciones de
mixede-ma, el cual se manifiesta como depósito de muco-polisacáridos
entre las fibras miocárdicas; además el hipotiroidismo produce una
miocardiopatía dilatada y en esta paciente había hipertrofia.
En los pulmones había bronconeumonía con compromiso de un 70 a 80%
del parénquima pulmonar, microscópicamente había exudado
inflamatorio agudo, y no encontré gérmenes en el Gram, había zonas
de hemorragias y áreas con macrófagos con hemosiderina. Había zonas
donde la bronconeumonía estaba en organización lo que está hablando
de que transcurrieron por lo menos 7 días. La bronconeumonía se
sumó a la insuficiencia cardíaca que presentaba la paciente siendo
éstas las causantes de la muerte. El hígado pesaba 2180 g y
encontré una cirrosis hepática inactiva, con gruesas bandas de
fibrosis rodeando nódulos de regeneración, en el que había
congestión como evidencia de la insuficiencia cardíaca congestiva.
Esta cirrosis es inactiva, de largo tiempo de evolución, no
encontramos causa que la explique. En estómago había una lesión
ulcerada de 3 cm de diámetro en la unión de cuerpo y antro que
correspondió a una úlcera péptica, el resto de la mucosa presenta
pliegues rojizos. Las glándulas adrenales estaban de forma y tamaño
conservado, sin signos de atrofia, evidenciándose únicamente una
marcada disminución de los lípidos, fenómeno terminal. Los riñones
pesaban 185 g el derecho y 140 g el izquierdo y había signos de
neforangioesclerosis leve. En la médula ósea había hiperplasia de
la serie granulocítica como consecuencia de la infección que
presentaba la paciente.
Diagnóstico Anatómico (A 3060)
Historia de retardo mental
1. Agenesia parcial posterior de cuerpo calloso.
2. Secuela de fiebre reumática: estenosis e insuficiencia mitral,
cardiomegalia (543g), dilatación de aurícula izquierda, hipertrofia
(5 mm) y dilatación derecha. Hipertrofia de ventrículo izquierdo (20
mm). Nefroangioesclerosis benigna. Leve aterosclerosis de aorta y
ramos.
Bronconeumonía bilateral con compromiso del 70% del parénquima.
Estasis visceral generalizado. Depleción de lípidos adrenales.
3. Hipotrofia tiroidea 10 g (N = 30-70g) (coma hipotiroideo?)
4. Cirrosis hepática micronodular, inactiva, de causa desconocida.
Hepatomegalia (2180 g).
Litiasis vesicular. Ulcera péptica gástrica (3 cm). Adenoma tubular
de colon ascendente.
Leiomiomatosis uterina. Cistitis hemorrágica.
Bibliografía
1. Curatolo P, Cilio MR, Del Giudice E, Romano A, Gaggero R,
Pessagno A. Familial white matter hypoplasia, agenesis of the corpus
callosum, mental retardation and growth deficiency: a new distinctive
syndrome. Neuropediatrics 1993; 24: 77-82.
2. Walker BR, Anderson JA, Edwards CR. Clonidine therapy for Shapiro’s
syndrome. QJ Med 1992; 82: 235-45.
3. Bodensteiner J, Schaeter GB, Breeding L, Cowan L. Hypoplasia of the
corpus callosum: a study of 445 consecutive MRJ scans. J Child Neurol
1994; 9: 47-9.
Fig. 2 (a-b): a) Corte de cerebro (Jakob 5). Ausencia de cuerpo
calloso; cuerpo de trígono separado en dos láminas. b) Detalle de
2a. Obsérvese comunicación entre ventrículos medio y laterales.
Fig. 1 (a-b): a) Corte de cerebro (Jakob 4). Cuerpo calloso, parte
anterior. b) Detalle de 1a.
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