|
|
CORRECEPTORES PARA HIV
QUIMIOKINAS Y SUS
RECEPTORES
DOS NUEVOS ACTORES EN LA
FISIOPATOLOGIA DE LA INFECCION POR HIV
RAUL E. DAVARO1, EDGARDO
BOTTARO2
1 Memorial Health Care and
University of Massachusetts, Worcester, MA, USA;
2 Medicina Integral Metropolitana, Buenos Aires
Key words: HIV, chemokines, co-receptors
Resumen
El
reciente descubrimiento de dos nuevos co-receptores utilizados por el
HIV-1 para la penetración de células blanco permite una mejor
comprensión de los mecanismos de interacción virus-huésped. El
concomitante descubrimiento de que estos receptores son utilizados por
quimiokinas allana aún más el camino en la interpretación de la
biología molecular y la fisiopatología de la infección por HIV.
Estos hallazgos permiten planear nuevas estrategias terapéuticas
destinadas a bloquear la interacción virus-receptor.
Abstract
Chemokines
and their receptors. Two new actors in the physiopathology of HIV
infection. The discovery of two novel structures (CXCR4, CCR5) that
act as HIV-1 coreceptors in target cells has allowed a better
understanding of the virus-cell interaction. The recent discovery that
chemokines interact with the same receptors as HIV-1 has shed light in
the comprehension of the viral molecular biology and pathophysiology,
setting the stage for new efforts aimed at blocking virus-cell
interaction.
Dirección postal: Dr. Edgardo Bottaro, Miranda 4402 9° A -
1407 - Buenos Aires
Recibido: 21-V-1997 Aceptado: 24-VII-1997
En los últimos meses se han producido numerosos avances en la
comprensión de la biología molecular del HIV (virus de la
inmunodeficiencia humana). Técnicas novedosas permiten cuantificar al
virus en plasma1-3, nuevas drogas disminuyen la replicación de manera
importante4, y un modelo matemático permite identificar diferentes
poblaciones virales5 con una muy alta capacidad de replicación6.
La reciente identificación de los receptores de las quimiokinas como
cofactores para la penetración del HIV en linfocitos y macrófagos y
la dilucidación de la estructura química y función de algunas
qumimiokinas han permitido dar pasos muy importantes para comprender
mejor los mecanismos de fusión y penetración viral como también
explorar nuevas estrategias que permitan alternativas terapéuticas
diferentes a las disponibles8.
El receptor CD4, primer receptor específico descubierto
Poco después del descubrimiento HIV, se descubrió que éste
ingresaba a los macrófagos y linfocitos colaboradores (helper) a
través del receptor CD49, 10. Rápidamente se observó que si bien el
receptor CD4 era capital para la fusión y penetración viral, el
mismo interactuaba con otras estructuras no identificadas en la
membrana celular. Esto se comprobó realizando experiencias en
células animales modificadas para expresar solamente el receptor
humano CD4. El virus fracasaba en la penetración celular cuando estas
células sólo expresaban dicho receptor11. Esto permitió hipotetizar
que otros factores presentes en células humanas y ausentes en estas
células híbridas eran necesarios para explicar el fenómeno de
fusión y penetración celular12. Esto motivó la búsqueda de
estructuras de membrana que permitieran dilucidar el mecanismo íntimo
de penetración celular utilizado por el HIV.
Lo que sigue es una integración del conocimiento actual de la
interacción virus-huésped y las hipótesis que esto permite
formular.
Tropismo del HIV, un obstáculo para la interpretación del
mecanismo de penetración
Un hecho que complicó la identificación de co-receptores que
interactuaran con el CD4 es la existencia de cepas virales con
tropismo in vitro por diferentes tipos celulares13. Esto sugería la
existencia de penetración viral a través de receptores diferentes en
tipos celulares diferentes, hecho confirmado por los recientes
descubrimientos14.
Existen cepas del HIV con tropismo por células transformadas de
linfocitos o monocitos, que se llaman cepas T-trópicas. Estas cepas
inducen in vitro la formación de sincicios celulares entre las
células infectadas (SI, en inglés syncitium inducing). Otras cepas
del HIV presentan tropismo in vitro por macrófagos y linfocitos
periféricos CD4 y se denominan M-trópicas, éstas no forman
sincicios (NSI en inglés non synciciun induc- ing)15-18.
Cuando se trata de infectar macrófagos in vitro con cepas T-trópicas
se fracasa, lo mismo ocurre con las cepas M-trópicas que fracasan al
intentar penetrar linfocitos colaboradores. Este tropismo por
diferentes tipos celulares de cepas del HIV in vitro sugiere la
utilización de diferentes receptores para la fusión y penetración.
Como veremos abajo este fenómeno de tropismo viral in vitro tiene
correlación in vivo ya que las cepas M-trópicas participan en la
mayoría de los casos de trasmisión heterosexual19.
El tropismo viral por los diferentes tipos celulares es determinado
por la región variable 3 (V3 loop) de la región gp 120 de la
proteína de envoltura viral20.
En células del sistema nervioso central y en células colónicas Levy
describió la galactosil-ceramida como cofactor necesario para la
infección viral, y cuando el virus forma complejos con anticuerpos la
penetración se produciría a través del receptor para la región Fc
de las inmuno-globulinas21.
En síntesis la existencia de cepas virales con tropismo diferente
permite inferir que existen diferentes vías de penetración en tipos
celulares diversos.
Identificación casi simultánea de dos nuevos receptores
En el lapso de 40 días entre el 10 de mayo y el 20 de junio de
1996 dos grupos de investigadores trabajando en centros diferentes
describieron dos tipos de receptores que participan en forma activa
conjuntamente con el CD4 durante la fusión y penetración viral.
Feng et al,22 utilizando una ingeniosa técnica de clonación,
describieron un receptor que asociado al CD4 en células humanas
permitía la penetración del HIV, el receptor fue bautizado
«Fusina» o LESTR (leukocyte-expressed
seven-transmembrane-domain-receptor). Este receptor es utilizado por
cepas T-trópicas del virus para penetrar en linfocitos helper y está
constituido por 7 segmentos diferentes asociados a la proteína G. La
síntesis del mismo está dirigida por un gen localizado en el
cromosoma 223. Paxton et al por su parte describieron el receptor CCR
5 como co-receptor del CD4 para cepas M-trópicas del HIV24, 25. El
gen que dirige la síntesis del receptor CCR5 se ha localizado en el
cromosoma 3p2126. El receptor Fusina, ahora rebautizado CXCR4 y el
receptor CCR5 se describieron en linfocitos y macrófagos
respectivamente22, 24-25.
Dos nuevos receptores utilizados por las cepas HIV M-trópicas fueron
descriptos inmediatamente después, el CCR-3 y el CCR-2b26, 27.
Teleológicamente estos receptores interactúan con mensajeros
químicos solubles denominados quimiokinas atrayendo glóbulos blancos
a las áreas de inflamación. El nombre de «quimiokinas» se debe a
que combinan la capacidad de generar quimioatracción y de actuar como
citokinas28. Las quimiokinas son polipéptidos de 70 a 90 aminoácidos
que se clasifican en alfa quimiokinas y beta quimiokinas29.
Químicamente las alfa quimiokinas también conocidas como CXC tienen
un aminoácido entre los dos primeros residuos de cisteína y el gen
que dirige su síntesis se encuentra en el cromosoma 4. Las beta
quimiokinas o CC carecen de residuos de aminoácidos entre las dos
primeras cisteínas. Estas pequeñas moléculas atraen diferentes
tipos de leucocitos a los sitios de infección. Las alfa quimiokinas
como la Interleukina 8 activan neutrófilos, y las beta quimiokinas
activan linfocitos T, basófilos, eosinófilos, y macrófagos28.
Los receptores para las quimiokinas actúan ante señales muy diversas
como catecolaminas y péptidos29. Estos receptores están asociados al
sistema intracelular de la proteína G. La familia de los receptores
asociados al sistema de la proteína G está constituida por numerosos
miembros, entre ellos: los receptores a las catecola-minas,
acetilcolina, dopamina, histamina, prosta-glandinas, péptidos como la
vasopresina, ocito-cina y angiotensina, y proteínas como el glucagon
y la tirotropina57. El receptor CXCR4 interactúa con la quimiokina
SDF-1 (stromal cell-derived factor 1) cuya función es inducir
proliferación de linfocitos B y reclutar linfocitos T30, 31. El
receptor CCR5 interactúa con varias quimiokinas entre ellas RANTES
(regulated-upon-activation normal T expressed and secreted), MIP-1
alfa (macrophage inflammatory protein 1 alpha), y MIP-1 beta (por
macrophage inflammatory protein 1 beta) producidas por linfocitos
CD824, 25. Es posible que estos receptores respondan no solo a estos
sino también a otros estímulos químicos29.
Posible rol de las quimiokinas. Controversia no resuelta
Es interesante señalar que seis meses antes de la descripción de
los 2 nuevos co-receptores, dos grupos de investigadores identificaron
cuatro quimiokinas con capacidad supresiva de la replicación in vitro
del HIV, por lo que la capacidad supresiva de las quimiokinas in vitro
se conoció antes que los receptores sobre los cuales estas sustancias
actuaban32. Cocchi et al33 publicaron que tres quimiokinas RANTES,
MIP1-alfa y MIP-1 beta producidas por linfocitos CD8 jugaban un rol
importante en el control de la replicación in vitro del HIV en
células mononucleares periféricas. Baler et al34 a su vez
identificaron que la interleukina-16 uniéndose al receptor CD4
producía por mecanismos desconocidos inhibición de la replicación
del HIV24.
Poco después del descubrimiento del receptor CCR5 Moore y Koup24
armonizaron los hallazgos de la acción in vitro de las quimiokinas
con el receptor CCR5. Estos investigadores observaron que las
recientemente descriptas quimiokinas RANTES, MIP1-alfa, y MIP1-beta
interferían en la unión de cepas de HIV M-trópico al receptor CCR5
ya que las quimiokinas y el HIV competirían por el mismo blanco.
El descubrimiento que las quimiokinas inhibían in vitro la
penetración y posterior proliferación de cepas M-trópicas del HIV
permitió formular varias hipótesis: 1) Zanussi35, y Clerici36
postularon que los pacientes infectados con HIV sin descenso de CD4 ni
infecciones oportunistas luego de 7 años y que se clasifican como no
progresores (Long term non progressors, LTNP) producían quimiokinas
en mayor cantidad que los que presentan progresión más acelerada, lo
que explicaría la evolución clínica más lenta de los primeros.
Esta hipótesis no pudo ser demostrada dado que no se observó
diferencia entre los no progresores y los que tuvieron progresión
clínica en la producción media de quimiokinas; 2) Chen y Gupta37
corroboraron la capacidad de los linfocitos CD8 para producir las
quimiokinas RANTES, MIP1-alfa, y MIP1-beta pero estas sustancias in
vitro fracasaron en inhibir la infección de células T ; 3) Blazevic
et al38, corroboraron los hallazgos de Chen y Gupta.
En suma, existen hallazgos que indican que las quimiokinas tienen la
capacidad de bloquear la penetración y posterior replicación del
HIV-1 a la célula blanco in vitro. Dependiendo del tipo de cepa viral
estudiada este bloqueo puede oscilar entre un 7 a un 99%39, 40. No
está claro el efecto que estas sustancias tienen in vivo al competir
por los mismos receptores que el HIV.
Mecanismo de penetración
Descubiertos los nuevos receptores podemos comprender mejor el
mecanismo de interacción, fusión y penetración del virus en
células que poseen al receptor CD4 y la interacción de éste con los
mismos. El HIV se une al receptor CD4 a través de una región de la
proteína de envoltura, la región gp 12013. Posiblemente esta unión
genera cambios conformacionales tanto en el receptor CD4 como en la
región gp 120 de la envoltura viral21. Estos cambios aparentemente
«expondrían» espacialmente regiones químicamente capaces de unirse
al receptor CXCR4 en el caso de cepas T trópicas22. En el caso de
cepas M trópicas el receptor utilizado sería el CCR524, 25. La
proteína de envoltura del HIV tiene dos conspicuas regiones la gp 120
y la gp 4013. Una vez que el receptor CD4 y el CXCR4 o CCR5
interactúan con la región gp120 de la proteína de envoltura, la
región gp 41 de esta proteína sufre cambios conforma-cionales54 e
interactúa con regiones de la membrana plasmática produciéndose la
fusión del virus a la célula y su posterior penetración21. En estos
mecanismos postulados para la penetración del HIV se basan los
conocimientos actuales, pero no explican la penetración en todos los
diferentes tipos celulares afectados por el virus ni la interacción
completa del virus con la célula huésped (Fig. 1).
Tropismo celular, vías de infección
Como expresamos anteriormente existen cepas virales con tropismo in
vitro por diferentes tipos celulares15-18. Este hallazgo tiene
connotaciones prácticas importantes. Las cepas que causan la mayor
parte de la transmisión de la infección por vía heterosexual son
las M-trópicas19, utilizan el receptor CCR5 y en menor medida el CCR3
como co-receptor del CD4 para fusionarse y penetrar en macrófagos y
en linfocitos que tengan estos receptores41.
Las cepas T-trópicas infectan linfocitos T que poseen el receptor CD4
y el receptor para las quimiokinas alfa CXCR4. Existen aún receptores
no identificados como se deduce de estudios in vitro41.
Existen cepas que pueden utilizar ambos receptores y también los
receptores CCR-2b y CCR-326, 27. La desigual distribución de las
diferentes cepas sugiere que es posible que la misma sea consecuencia
de las diferentes vías de trasmisión predominante en cada una de
ellas.
Existen diferentes genotipos de HIV que se clasifican de acuerdo a las
secuencias de los genes env y gag42. El primero de los genes codifica
las proteínas de la envoltura que median la unión y fusión con la
membrana plasmática de la célula huésped. El gen gag codifica las
proteínas de la nucleocápside13. Los subtipos se han clasificado con
las letras del alfabeto latino de A a I. Los subtipos A, C y D
predominan en el Africa subsahariana, el C en India y el E en
Tailandia. El tipo B predomina en América y Europa. Estos nueve
genotipos pertenecen al grupo M. Recientemente se ha descripto un
nuevo grupo, el O, de aparente distribución predominante en Africa42.
Esta diversidad genética tiene importancia médica pues existe
evidencia suficiente que sustenta diferencias en la trasmisibilidad de
las diferentes cepas.
Durante la infección por vía heterosexual con cepas M-trópicas se
han propuesto las células de Langerhans (CL) como un posible blanco
primario del HIV19. Estas células que expresan el receptor CD4 se
encuentran en la mucosa oral y genital. Recientemente, se ha
demostrado que el virus aislado de individuos infectados tailandeses
(predominancia de Cepa E) tenía un mayor tropismo por las CL que el
virus aislado de infectados homosexuales estadounidenses (Cepa B). Los
autores proponen que el subtipo E que se trasmite por vía
heterosexual tendría mejor adaptación a esta trasmisión que las
cepas aisladas de los homosexuales (cepa B) que se trasmitiría más
eficientemente por vía parenteral y homosexual que son las dos formas
de trasmisión predominante en EEUU actualmente. Esto sin embargo no
explica la aparente adaptación de la cepa B a la trasmisión
heterosexual en América Latina donde ésta predomina en la
trasmisión heterosexual.
En suma, existen diferentes genotipos virales con distribución
geográfica predominante para cada uno de ellos que pueden ser
consecuencia de una selección Darwiniana; a su vez, estos genotipos
presentarían una forma de trasmisión predominante en las diferentes
áreas que habitan.
Mutación de los receptores y protección contra la infección
Desde el comienzo de la epidemia y como en toda enfermedad
infecciosa existen individuos que a pesar de haber sido expuestos al
HIV no se han contagiado. El reciente descubrimiento de co-receptores
para el HIV ha permitido demostrar que en algunos casos esto puede ser
parcialmente explicado por modificaciones en los mismos. Samson et
al44 descubrieron un alelo mutante del CCR5: el CCR5D 32 producto de
una deleción de 32 pares de bases que resulta en la síntesis de un
receptor no funcional resistente a la unión con cepas M-trópicas o a
la infección por cepas con capacidad dual macrófago y
linfocito-trópicas. Esta mutación es bastante frecuente en
individuos caucásicos con una frecuencia de 1% para homocigosis y de
15 al 20% para heterocigosis. A pesar de esta alta prevalencia de
homocigosis en estudios realizados en unos 3000 infectados no se
encontraron individuos infectados homocigotas para esta mutación
(CCR5D 32) en EEUU.
En tres individuos homocigotas para la deleción 32 del CCR5
recientemente descriptos, contrariamente a lo esperado se produjo
infección por HIV, postulándose en este caso que la fusión y
penetración se podrían haber producido por los receptores CCR1,
CCR2, CCR3, o debido a la infección con una cepa T-trópica que
utiliza el receptor CXCR445, 55, 56.
En un extenso estudio poblacional se cuantifi- có el polimorfismo del
receptor CCR5 en 406 individuos HIV positivos y en 261 seronegativos.
Los pacientes infectados por HIV, con expresión de defectos
genéticos a nivel del gen para el receptor CCR-5 tuvieron una
progresión más lenta y los no infectados una mayor protección
contra la infección por el HIV a pesar de tener relaciones sexuales
de alto riesgo. Esto señala un efecto «protector» producido por
defectos en este receptor. Como señalamos anteriormente existen virus
con tropismos por diferentes células que son infectadas a través de
diferentes receptores. En este estudio, como era de esperar, los
pacientes con cepas linfotrópicas (que utilizan el receptor CXCR4) no
presentaron beneficios aparentes con mutaciones del receptor CCR546.
Paxton et al47 publicaron sus hallazgos en un grupo de 25 pacientes
con antecedentes de conducta sexual de alto riesgo, definida ésta
como relaciones sexuales con individuos infectados sin mediar
protección. El estudio in vitro de los linfocitos CD4 de estos
individuos mostró que los mismos eran menos susceptibles a la
infección que los linfocitos CD4 de un grupo control. Los linfocitos
CD8 de los pacientes menos susceptibles a la infección mostraron una
mayor actividad de quimiokinas RANTES, MIP-1 alfa y MIP-1 beta. Sólo
dos de estos 25 pacientes tenían cambios conformacionales a nivel del
CCR5 que explicaban la disminución de la susceptibilidad a la
infección.
En la Figura 2 se esquematizan dos vías de penetración diferentes
utilizadas por cepas de virus T-trópico y M-trópico en células con
receptores normales y en células con receptores CCR5 mutantes.
Bloqueo in vitro de la penetración viral. ¿Hacia nuevas
alternativas terapéuticas?
Los últimos adelantos han impulsado líneas de investigación que
tratan de bloquear la penetración del virus a través del bloqueo de
receptores. Es necesario puntualizar que en el pasado el intento de
bloquear la penetración del virus administrando receptor CD4 soluble
no permitió alcanzar resultados terapéuticos útiles48, 49.
Simmons et al50 recientemente demostraron que la administración in
vitro de la quimiokina RANTES modificada químicamente en su extremo
amino terminal para brindarle una afinidad más alta por el receptor
CCR5 inhibía la infección de macrófagos y linfocitos por cepas de
HIV M-trópico. Esto brinda pistas para explorar las potencialidades
terapéuticas de esta sustancia o sustancias similares. Las cepas
M-trópicas estarían involucradas en el 90% de la trasmisión
heterosexual, en consecuencia el receptor CCR5 sería muy importante
en el comienzo y establecimiento de la infección50.
Seisdedos-Arenzana et al51 modificaron químicamente la quimiokina
RANTES eliminando los primeros ocho aminoácidos de la misma. Esto se
tradujo en pérdida de la capacidad quimiotáctica y de la capacidad
de activar leucocitos. Esta proteína modificada mostró una alta
afinidad por el receptor CCR5 bloqueando la penetración in vitro de
cepas M-trópicas de VIH.
Si bien estos dos equipos han logrado demostrar la utilidad in vitro
de estas quimiokinas modificadas químicamente la aplicación de estos
principios in vivo presenta aún numerosos obstáculos. Es necesario
lograr el desarrollo de quimiokinas modificadas que posean únicamente
la capacidad bloqueante de los receptores sin ninguna de las otras
propiedades que las caracterizan.
En suma, el descubrimiento de dos nuevos co-receptores del CD4, la
mejor comprensión de la acción de algunas quimiokinas, la
modificación química de las mismas para bloquear la fusión y
penetración viral y la dilucidación de modificaciones genéticas de
los receptores que permiten explicar la disminución de la
susceptibilidad de algunos individuos al HIV, son parte de los
hallazgos recientes que permiten abrir nuevas vías de investigación
en la comprensión de la biología molecular del virus, su
interacción con el huésped y las alternativas terapéuticas
futuras.52, 53.
Bibliografía
1. Mulder J. Rapid and simple PCR assay for quantitation of human
immunodeficiency virus type 1 in plasma: applica-tion to acute
retroviral infection. J Clin Micro 1994; 32: 292-330.
2. Van German B. A one tube quantitative HIV-1 ARN NASBA nucleic acid
amplification assay using electrochemiluminiscent (ECL) labelled
probes. J Virol Meth 1994; 49: 156-67.
3. Parch C. Rapid and precise quantification of HIV-1 ARN in plasma
using Branch DNA signal amplification assay. AIDS 1995, 8: 446-64.
4. Deeks SG, Smith M, Holodiny M, Kahn JO. HIV-1 protease inhibitors.
A review for clinicians. JAMA 1997; 277: 145-153.
5. Perelson AS, Neuman AU, Markowitz M, et al. HIV-1 dyna-mics in
vivo: virion clearance rate, infected cell life-span, and viral
generation time. Science 1996; 271: 1582-6.
6. Wei X, Ghosh SK, Taylor ME, et al. Viral dynamics in human
immunodeficiency virus type 1 infection. Nature 1995; 373: 117-22.
7. Ho DD, Neumann AU, Perelson AS, et al. Rapid turnover of plasma
virions and CD4 lymphocytes in HIV-1 infection. Nature 1995; 373:
123-6.
8. Havlir DV, Richman DD. Viral dynamics of HIV: implications for drug
development and therapeutic strategies. Ann Inter Med. 1996; 124:
984-94.
9. Dagleish AG, Beverley PC, Clapham PR, et al. The CD4 (T4) antigen
is an essential component of the receptor of the AIDS retrovirus.
Nature 1984; 312: 763-7.
10. Klatzman D, Champagne E, Chamaret S, et al. T-lymphocyte T4
molecule behaves as the receptor for human retrovirus LAV. Nature
1984; 312: 767-8.
11. Maddon PJ. The T4 gene encodes the AIDS virus receptor and is
expressed in the immune system and the brain. Cell 1986; 47; 333-48.
12. Landau NR, Warton M, Littman DR. The envelope glycoprotein of the
human immunodeficiency virus binds to the immunoglobulin like domain
of CD4. Nature 1991; 334: 159-62.
13. Greene WC. The molecular biology of human immunodeficiency virus
type 1 infection N Engl J Med 1991; 324: 308-17.
14. Weiss RA, Claphman PR. Hot fusion of HIV. Nature 1996; 381: 647-8.
15. Gartner S, Markovits P, Markowitz DM, et al. The rol of
mononuclear phagocytes in HTLV-III/LAV infection. Science 1986; 233:
215-9.
16. Castro BA, Cheng-Mayer C, Evans LA, et al. HIV heterogeneity and
viral pathogenesis. AIDS 1988; 2: Suppl 1: S17-S27.
17. Tersmette M, et al. Differential syncytium-inducing capacity of
human immunodeficiency virus isolate: frequent detection of syncytium
inducing isolates in patients with acquired immunodeficiency virus
syndrome (AIDS) and AIDS-related complex. J Virol 1988; 62: 2026-32.
18. Tersmette M. Evidence for a role of virulent human
immunodeficiency virus (HIV) variants in the pathogenesis of acquired
immunodeficiency virus syndrome: Studies of sequential isolates. J
Virol 1989; 63: 2118-25.
19. Soto Ramírez LE, Renjifo B, mcLane MF, et al. HIV-1 Langerhans’
cell tropism associated with heterosexual transmission of HIV. Science
1996; 271; 1291-3.
20. Hwang SS, Boyle TJ, Lyerly KH, Cullen BR. Identification of the
envelope V3 loop as the primary determinant of cell tropism in HIV-1.
Science 1991; 253; 71-4.
21. Levy JA. Infection by human immunodeficiency virus - CD4 is not
enough N Engl J Med 1996; 335: 1528-9.
22. Feng Y, Broder CC, Kennedy P, Berger EA. HIV-1 entry cofactor:
functional cDNA cloning of a seven-transmembrane, G protein-coupled
receptor. Science 1996; 272; 872-7.
23. Federsppiel B, et al. Molecular cloning of the cDNA and
chromosomal localization of the gene for a putative
seven-transmembrane segment (7-TMS) receptor isolated from human
spleen. Genomics 1993; 16: 707-12.
24. Dragic T, Litwin V, Allaway GP, et al. HIV-1 entry into CD4 cells
is mediated by the chemokine receptor CC-CKR5. Nature 1996; 381:
667-73.
25. Deng HK, Liu R, Ellmeier W, et al. Identification of a major
co-receptor for primary isolates of HIV-1. Nature 1996; 381: 661-6.
26. Doranz BJ, et al. A dual- tropic primary HIV-1 isolate that uses
fusin and the beta-chemokine receptor CKR5, CKR3, and CKR2b as fusion
cofactors. Cell 1996; 85: 1149-58.
27. Hyeryun C, et al. The beta-chemokine receptor CCR3 and CCR5
facilitate infection by primary HIV-1 isolates. Cell 1996; 85:
1135-48.
28. Murphy PM. The molecular biology of leukocyte chemoattractant
receptors. Annu Rev Immunol 1994; 12: 593-633.
29. D’Souza MP, Harden VA. Chemokines and HIV-1 second receptors.
Nature Med 1996; 2: 1293-1300.
30. Oberlin E, Amara A, Bachelerie F, et al. The CXC chemokine SDF-1
is the ligand for LESTR/fusin and prevents infection by
T-cell-line-adapted HIV-1. Nature 1996; 382: 833-5.
31. Bleul CC, Farzan M, Choe H, et al. The lymphocyte chemoattranct
SDF-1 is a ligand for LESTR/fusin and blocks HIV-1 entry. Nature 1996:
382; 829-32.
32. Fauci AS. An elusive suppressor. Nature 1995; 378: 561.
33. Cocchi F, De Vico AL, Garzino-Demo A, et al. Identification of
RANTES, MIP-1 alfa, and MIP-1 beta as the major HIV-suppressive
factors produced by CD8 T cells. Science 1995; 270; 1811-5.
34. Baler M, Werner A, Banner N, et al. HIV suppression by
Interleukin-16. Nature 1995; 378: 563.
35. Zanussi S, D’Andrea M, Simonelli C, Tirelli U. Serum levels of
RANTES and MIP-1 alfa in HIV positive long-term survivors and
progressor patients. AIDS 1996; 271: 1431-2.
36. Clerici M, Balotta C, Trabattoni D, et al. Chemokine production in
HIV-seropositive long-term asymptomatic individuals. AIDS 1996; 271:
1432-3.
37. Chen Y, Gupta P. CD8 T-cell-mediated suppression of HIV-1
infection may not be due to chemokine RANTES, MIP-1 alfa and MIP-1
beta. AIDS 1996; 271: 1434-5.
38. Blazevic V, Heino M, Ranki A, et al. RANTES, MIP and
Interleukin-16 in HIV infection. AIDS 1996; 271: 1435-6.
39. Weissman D. Role and potential mechanism of action of chemokines
in HIV replication. XI International Conference on AIDS. Vancouver,
1996.
40. Poli G, Ghezzi S, Alfano M, Vicenzi E. Suppression of HIV-1
replication by RANTES occurs at an early pre-integration level. XI
Internatinal Conference on AIDS. Vancouver, 1996.
41. Moore JP. Coreceptors: implications for HIV pathogenesis and
therapy. Science 1997: 276; 51-2.
42. Hu DJ, Dondero TJ, Rayfield MA, et al. The emerging genetic
diversity of HIV. JAMA 1996; 275: 210-6.
43. Hill CM, Littman DR. Natural resistance to HIV? Nature 1996; 382:
668-9.
44. Samson M, Libert F, Doranz BJ, et al. Resistance to HIV-1
infection in caucasian individuals bearing mutant alleles of the CCR-5
chemokine receptor gene. Nature 1996; 382: 722-5.
45. Biti R, French R, Young J, et al. HIV-1 infection in an individual
homozygous for the CCR5 deletion allele. Nature Med 1997; 3: 252-3.
46. Michael NL, Chang G, Louie LG, et al. The role of viral phenotype
and CCR-5 gene defects in HIV-1 transmission and disease progression.
Nature Med 1997; 3: 338-41.
47. Paxton WA, Martin SR, Tse D, et al. Relative resistance to HIV-1
infection of CD4 lymphocytes from persons who remain uninfected
despite multiple high-risk sexual exposures. Nature Med 1996; 2:
412-7.
48. Fisher RA, Bertonis JM, Meier W, et al. HIV infection is blocked
in vitro by recombinant soluble CD4. Nature 1988; 331: 76-8.
49. Daar ES, Li XL, Moudgil T, Ho DD. High concentrations of
recombinant soluble CD4 are required to neutralize primary human
immunodeficiency virus type 1 isolates. Proc natl Acad Sci USA 1990;
87: 6574-8.
50. Simmons G, Claphman PR, Picard L, et al. Potent inhibition of
HIV-1 infectivity in macrophages and lymphocytes by a novel CCR5
antagonist. Science 1997; 276: 276-9.
51. Seisdedos-Arenzana F, Virelizier JL, Rousset D, et al. HIV blocked
by chemokine antagonist. Nature 1996; 383: 400.
52. Pennisi E, Cohen J. Eradicating HIV from patient: Not just a
dream? Science 1996; 272: 1884.
53. Weiss RA. HIV receptors and the pathogenesis of AIDS. Science
1996; 272: 1885.
54. Chan DC, Fass D, Berger JM, et al. Core structure of gp41 from the
HIV envelope glycoprotein. Cell 1997; 89: 263-73.
55. O’Brien TR, Winkler C, Dean M, et al. HIV-1 infection in a man
homozygous for CCR5 D 32. Lancet 1997; 349: 1219.
56. theodoru Y, Meyer L, Magierowska M, et al. HIV-1 infection in an
individual homozygous for CCRD32. Lancet 1997; 349: 1219-20.
57. Insel PA. Adrenergic receptors. Evolving concepts and clinical
implications. N Engl J Med 1996; 334: 580-5.
Fig. 1.- Interacción entre la proteína de envoltura viral a
través de sus dos subunidades con el receptor CD 4 y los
co-receptores CCR5 y CXCR4 (en este último caso dependiendo del tipo
de célula T-trópica o M-trópica respectivamente). El péptido de
fusión es una estructura de la membrana de la célula blanco que se
une a la subunidad gp 41 de la proteína de envoltura viral, esta
interacción es seguida por la penetración del core viral21, 50.
Fig. 2.- Interacción entre los diferentes tipos de virus M-trópico o
T-trópico con los diferentes sub-tipos de receptores Fusina (CXCR4) o
CCR5 respectivamente. En el esquema inferior se observa la
consecuencia de la mutación del receptor CCR5, esta mutación no
modifica la interacción con el receptor a la Fusina.
|
|
|
|
|