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DISCURSO DEL
PRESIDENTE DE LA SAI
SOCIEDAD ARGENTINA DE INMUNOLOGIA
XLVI Reunión Científica
Mar del
Plata del 26 al 29 de noviembre de 1998
Discurso del Presidente
de la Sociedad ARGENTINA DE INMUNOLOGIA
Dr. Isaac Rivero
Introducción y memoria
La Sociedad Argentina de Inmunología (SAI) se reúne este año
nuevamente en forma conjunta con la Sociedad Argentina de
Investigación Clínica (SAIC), su institución madre, después de
haber tenido reuniones separadas en 1996 y 1997. La experiencia de
aquellas dos reuniones fueron un ejercicio de madurez y
responsabilidad, que nos mostró la capacidad científica y el sentido
de pertenencia de nuestro miembros, así como las fortalezas
organizativas y las limitaciones financieras de nuestra Sociedad.
Supimos aceptar estas últimas alegremente, casi con espíritu de
pobreza.
En ambos congresos se desarrollaron cursos sobre nuevas técnicas, que
resultaron de sumo interés. En mayo de 1997 se realizó nuevamente el
Simposio Internacional sobre avances en Histocompatibilidad e
Inmunología organizado por la SAI, con auspicio de la Unión
Internacional de Sociedades de Inmunología . El organizador de este
evento fue Leonardo Satz, vocal de la Comisión Directiva de SAI
1996-98, que estuvo constituida además por C.Alberto Fossati
(Vicepresidente), Patricia Caravajal (Secretaria), Ana María Eijan
(Tesorera), Eduardo Artz, Oscar Bottasso, Juan Flo, Carmen Lessa,
Luisa Sen, Claudia Sotomayor (Vocales).
Desde la Asamblea de 1996, y por indicación de los miembros, la
Comisión Directiva ha estado trabajando en la organización de un
sistema de certificación y recertificación de especialistas en
Inmunología, según las exigencias de las leyes que rigen el
ejercicio profesional de las especialidades en nuestro país. En la
Asamblea de este año se pondrá a consideración de los miembros de
SAI el trabajo de la Comisión especial designada al efecto, para su
puesta en marcha a partir de 1999.
En estos dos años hemos tenido también algunas experiencias
irreparablemente tristes. La muerte de Leonardo Satz y de Bibiana
Acchino en octubre de 1997 y más recientemente de Mirta Depiante y de
Julio César Morini, resultan heridas difíciles de restañar. A ellos
les brindamos aquí nuestro emocionado recuerdo.
Este año, nuestros miembros han querido nuevamente mostrar los
resultados de sus trabajos en reunión científica conjunta con SAIC.
Seguros de enriquecerse con el diálogo interdisciplinario y con el
rigor que siempre poseen las reuniones de la Sociedad Argentina de
Investigación Clínica. Tendremos, una vez más, la oportunidad de
encuentros científica y humanamente enriquecedores.
La inmunología
Las líneas de desarrollo de los conocimientos de nuestra
especialidad se cruzan continuamente con los de otras. Desde mi
perspectiva, la Inmunología está contribuyendo al descubrimiento de
algunas de las redes básicas de las biociencias, de allí su
extraordinario interés.
En el descubrimiento de este sistema ordenado y abierto que es la
Inmunidad se ha avanzado en múltiples direcciones : por un lado
estamos viendo lo que parece ser la profundidad molecular de las
células y de los diversos elementos humorales que participan en la
red inmunológica. A la par, descubrimos la interacción del sistema
inmune con otros elementos del ser vivo, también integradores, como
el sistema nervioso o el endocrino. Precisamente el carácter
integrador del sistema inmune, su asombrosamente refinada redundancia,
la característica permanentemente dinámica, de elementos macro y
microscópicos, fijos y circulantes, organizados en infinitos
multisistemas locales, colocan a la inmunidad en íntimo contacto con
todos los componentes del ser vivo. Por otro lado, recordemos que una
de las funciones básicas del sistema inmune es su capacidad de
mantener la identidad individual y de responder adecuadamente a
agentes externos. La maravillosa complejidad de los fenómenos que se
producen ad-intra se multiplica enormemente cuando intentamos evaluar
cómo funciona la inmunidad en sus relaciones con innumerables agentes
externos. Es bueno entonces que nos pidan a los inmunólogos que
hagamos el esfuerzo de pensar cómo se insertan nuestros refinados
experimentos en el ser vivo entero y ubicado en su variable medio
externo.
Los que venimos siendo testigos de la evolución de la Inmunología en
los últimos cincuenta años hemos observado que, después de los
primeros descubrimientos del sistema, se llegó a la época en que
creíamos que la Inmunología era una disciplina con entidad propia.
Nos enorgullecía haber llegado a ser una más e indiscutible
disciplina dentro de las biociencias. Sin embargo, estamos viviendo
ahora esta otra etapa, en la que vemos que la Inmunología se expande
en sus insospechadas interacciones, se “diluye” en la enorme
cantidad de relaciones y repercusiones en otros ámbitos de los seres
vivos. El precio de crecer nos deja a algunos la frustración de no
poder seguir ya todos los caminos en que se desarrolla “nuestra
disciplina”. Siempre pensé que no debía morirme antes de que se
terminara el cuento de la Inmunología. Hoy, más realista, me
conformo con haber podido extasiarme ante la asombrosa evolución de
este trozo fundante de la Biología.
Estas características de la Inmunología nos han impuesto siempre una
gran exigencia de estudio y ponen a prueba continuamente nuestros
talentos. La presencia de los inmunólogos es frecuentemente exigida
en los más diversos campos del conocimiento. Los inmunólogos tienen
que estar dispuestos a disertar en congresos o reuniones de las más
diversas especialidades dentro de las biociencias y de las ciencias de
la salud humana, animal y vegetal, tanto en aspectos científicos como
técnicos o metodológicos.
Otra característica feliz de la Inmunología es la
multiprofesionalidad. Trabajamos juntos biólogos, químicos,
médicos, bioquímicos, veterinarios, en saludable interacción. Sin
embargo esta característica impone algunas complejidades agregadas en
los pretendidos ordenamientos legales de la especialidad, a los que
esta Sociedad se ha abocado en los últimos tiempos.
La Inmunología clínica
El impacto de la Inmunología en la salud humana, descubierto como
uno de los primeros hitos en la historia de esta disciplina, ha
crecido también espectacularmente. Este carácter de red de
insospechadas interconexiones que tiene la Inmunología ha conducido
al descubrimiento de la intervención patogénica de mecanismos
inmunológicos en muchísimas enfermedades.
Por haber tenido la suerte de ser Inmunólogo en un hospital general,
tengo una versión muy viva de estas interconexiones de la
Inmunología. Poseo muchas experiencias y anécdotas que no contaré
aquí. Pero permítanme sugerir a los investigadores de cualquier
área o tema de la Inmunología, así como a los Inmunólogos
clínicos, que hagan saber que están presentes en el hospital o en
sus cercanías, para ser llamados a las salas en las clásicas
interconsultas de especialistas. Además sugiero que organicen su
participación multiprofesional en visitas de sala - especialmente
diseñadas - con los residentes de todas las especialidades posibles.
En estas visitas, comprométanse a decir qué piensan de los más
diversos aspectos de la inmunología de cada paciente, cualquiera sea
su diagnóstico. Descubrirán juntos que la Inmunología tiene una
gran riqueza de conocimientos, que ayudará a los residentes a
entender mejor a sus pacientes. De la misma manera, este ejercicio
irá enriqueciendo el bagaje conceptual y abriendo oportunidades de
lectura motivada, exigiendo nuevas aplicaciones metodológicas en el
laboratorio, dando más oportunidades para la reflexión y aumentando
las oportunidades creativas de nuestros investigadores. Los pacientes
son una fuente inagotable de inspiración. No debo omitir, sin
embargo, el riesgo de esta propuesta: con tantas incitaciones externas
el investigador puede diversificar excesivamente sus intereses, cosa
no apropiada para el progreso de las tareas de laboratorio, que exigen
dedicación y concentración. Advertidos de este riesgo, estoy
convencido que una dosis adecuada de estos estímulos incitantes será
indudablemente provechosa para todos.
La Inmunología en esta reunión
Estas características de la Inmunología no han dejado de influir
en lo que solemos utilizar como patrón para medir nuestro éxito en
estas reuniones científicas anuales. Frecuentemente nos quejamos de
cómo estas sociedades básico-clínicas, terminan alojando más a los
básicos que a los clínicos. Hemos visto pasar por estas reuniones, y
por la lista de miembros de la SAI, a profesionales que, teniendo muy
buena formación como inmunólogos, hoy militan en otras
especialidades. Personalmente creo que no está mal que haya sido
así. ¿No tendremos que buscar nosotros la forma de retomar contacto
científico con ellos ? ¿No deberemos inventar un ámbito de
encuentro con cada una de las especialidades de la medicina y con las
otras áreas de las biociencias, aunque sea lentamente y a lo largo de
varios años, sin perder nuestra “identidad” ni nuestra conexión
con SAIC ? Ahora que parece mejorar la infraestructura hotelera, ¿no
habrá llegado el momento en nuestro país de promover reuniones
masivas y de varias especialidades a la par, para facilitar la
creación de ámbitos de encuentro multiespecializado, o
multidisciplinario ?
Observemos la riqueza de los trabajos de Inmunología en esta
reunión, que demuestra de alguna manera, todo lo que he tratado de
decir. Una lectura rápida del programa muestra la tendencia a
ingresar en la profundidad de los fenómenos ad-intra y ad-extra de
los elementos que clásicamente consideramos propios de la Inmunidad,
así como a interconectar nuestra disciplina con las otras
biociencias. Los trabajos que se presentarán utilizan una enorme gama
de recursos tecnológicos, incluyendo los más avanzados de la
ingeniería genética y de la biología molecular. Esta es una ciencia
hecha por médicos, bioquímicos, químicos, biólogos,
farmacéuticos, veterinarios y por otros profesionales. Una ciencia
que es de todos y para todos. Vemos en el programa un apreciable
porcentaje de trabajos que se refieren a aspectos básicos,
experimentales, clínicos o de laboratorio sobre enfermedades humanas.
Aparecen también trabajos realizados por grupos clínicos, otros en
los que éstos se asocian con laboratorios básicos. Comienzan a verse
algunos en los que participa también la industria.
Personalmente considero que esta reunión muestra a los inmunólogos
argentinos trabajando seriamente, con entusiasmo no desprovisto de
ilusiones, con un alto y sano espíritu competitivo, con la confianza
en sí mismos que les permitirá superar las adversidades.
Felicitémonos por todo ello.
Y hagamos de esta reunión otra oportunidad de encuentros
fructíferos, que anudarán amistades y afianzarán esa red invisible
de lazos que une a todas las ciencias y a todos los científicos.
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