Actualizado 30 de octubre de 2020
En un estudio publicado en 20161, un grupo de investigadores argentinos demostró que la administración intermitente de benznidazol (BZ) en pacientes con enfermedad de Chagas crónica resulta en menores tasas de abandono del tratamiento y de fracaso terapéutico, evaluados por PCR cuantitativa (qPCR). Muy recientemente2, estos autores publicaron un seguimiento de la misma cohorte 3 años post-finalización del tratamiento, en el que controlaron estado clínico, carga de parásitos, respuestas humorales específicas anti-Trypanosoma cruzi, y niveles séricos de quimiocinas. Hallaron que 14/17 tuvieron resultados negativos por qPCR, y otros tres, resultados detectables, pero no cuantificables. El esquema de tratamiento intermitente consistió en 12 dosis de BZ, 5 mg/kg/día en dos dosis diarias cada 5 días.
La latencia intracelular de amastigotes de T. cruzi, podría ser un factor para el fracaso del tratamiento, ya que BZ requiere actividad metabólica para ejercer su efecto tripanocida. La administración intermitente de BZ permitió reducir 5 veces la dosis diaria estándar, y abre la posibilidad de prolongar el tratamiento, apuntando a los parásitos latentes que podrían reiniciar la replicación. También, la menor frecuencia de dosificación evitaría la acumulación de metabolitos tóxicos de BZ, reduciendo los eventos adversos.
Un estudio publicado en octubre 20203 demostró, en una experiencia en ratones, que el uso de BZ en un régimen de 2.5 a 5 veces la dosis diaria estándar, una vez por semana, durante un período más prolongado que en el tratamiento actual, eliminó los parásitos que se replicaban activamente y también la población residual, transitoriamente inactiva. Se empleó microscopía de fluorescencia de lámina de luz para monitorear la carga de patógenos y evaluar los resultados del tratamiento. El análisis de las imágenes obtenidas sugirió que los amastigotes inactivos de T. cruzi pueden no ser completamente resistentes a compuestos tripanocidas como el BZ. Aún se desconoce cómo se traduciría este cambio en el esquema de tratamiento en humanos, al igual que los posibles efectos secundarios de las dosis más altas de BZ. Las reacciones adversas ya son un problema con los tratamientos actuales; la esperanza es que los efectos secundarios de una dosis menos frecuente sean más tolerables.
1. Álvarez MG, Hernández Y, Bertocchi G. New scheme of intermittent benznidazole administration in patients chronically infected with Trypanosoma cruzi: a pilot short-term follow-up study with adult patients. Antimicrob Agents Chemother 2016; 60: 833-7.
2. Álvarez MG, Ramírez JC, Bertocchi G et al. New scheme of intermittent benznidazole administration in patients chronically infected with Trypanosoma cruzi: Clinical, parasitological, and serological assessment after three years of follow-up. Antimicrob Agents Chemother 2020; 64: e00439-20.
3. Bustamante JM, Sanchez-Valdez F, Padilla AM, White B, Wang W, Tarleton RL. A modified drug regimen clears active and dormant trypanosomes in mouse models of Chagas disease. Sci Transl Med 2020; 12: eabb7656.