Actualizado 15 febrero, 2021
En abril de 2020 unos 1200 millones de estudiantes en todo el mundo dejaron de asistir a clase y en numerosos países el aprendizaje a distancia fue impuesto para evitar la transmisión del SARS-CoV-2. Un estudio sueco publicado en el PNAS analizó los efectos del cierre y apertura de las escuelas y concluyó que la educación presencial tenía un efecto muy menor sobre los contagios de los padres pero que sí los aumentaba en forma sustancial en los maestros. En marzo de 2020, las upper secondary school (edades 17-19 años) pasaron a la instrucción en línea, mientras que las lower secondary schools (14-16 años) permanecieron abiertas. Esto facilitó una comparación de infecciones y enfermedades entre grupos que son comparables en otros aspectos. En el estudio, todos los casos de SARS-CoV-2 confirmados por PCR y todos los casos de COVID-19 registrados en la atención médica hasta las vacaciones de verano (junio) fueron analizados para registrar información sobre contagio en sus familias y maestros.
Los datos señalan que la exposición de los padres a los hijos que concurrieron a las escuelas abiertas en lugar de cerradas resultó en un aumento marginal en el número de infecciones confirmadas por PCR con respecto a los que recibieron educación en línea (OR 1.17; IC95% 1.03 a 1.32). En cambio, entre los profesores de las escuelas abiertas la tasa de infección resultó ser el doble de la de los profesores de secundaria superior (OR 2.01; IC95% 1.52 a 2.67). Esto se extendió a las parejas de los profesores de las lower secondary schools que también tuvieron una tasa de infección algo más alta que sus contrapartes de secundaria superior (OR 1.29; IC95% 1.00 a 1.67).
Se estimó que si las lower secondary schools hubieran adoptado la modalidad en línea, se habrían evitado 500 casos sobre un total de 450 000 padres de secundaria (4.5% de la población). Esto se puede comparar con 53 000 casos confirmados por PCR en la población total durante el receso de verano.
El trabajo brinda información adicional sobre el riesgo de contagio según la ocupación en Suecia. Entre 124 ocupaciones, el grupo más frecuentemente afectado fue el de conductores de vehículos. Los profesores de la upper secondary schools tuvieron un riesgo medio de infección mientras que el grupo de profesores de la lower secondary schools fue el séptimo en frecuencia. La comparación excluyó los trabajadores de la salud que tenían un acceso muy diferente a las pruebas de PCR.
No se estudiaron los efectos del cierre de escuelas en los estudiantes porque los resultados eran difíciles de interpretar debido a las diferencias de edad, acceso a las pruebas, gravedad de los síntomas, comportamientos de riesgos y patrones de socialización. En Suecia no se registraron muertes por COVID-19 en los grupos de edad de 2 a 19 años hasta finales de julio de 2020. La tasa de casos graves también fue baja; se registraron 94 hospitalizaciones entre 1.23 millones de estudiantes en edad escolar obligatoria de 7 a 16 años y 84 entre los 339 000 jóvenes de 17 a 19 años.
Los autores concluyen que el efecto de la apertura de las escuelas es muy limitado para los padres de los alumnos pero que duplican la tasa de contagios en los maestros y por lo tanto deben reforzarse las medidas de precaución.
En un estudio realizado en EEUU y publicado en Pediatrics, los autores rastrearon la transmisión secundaria de SARS-CoV-2 en 11 distritos escolares con casi 100 000 participantes (estudiantes/personal) con educación presencial durante 9 semanas. Encontraron que las infecciones dentro de la escuela fueron extremadamente raras. Concluyen que las escuelas pueden reabrir de manera segura si se adhieren a políticas específicas de prevención del SARS-CoV-2 porque la educación presencial no resultará en un riesgo sustancial de propagación del SARS-CoV-2 dentro de las escuelas para los niños o el personal.
Estos trabajos deben ser interpretados con precaución y sus resultados no son necesariamente extrapolables a países con otras características económicas y socioculturales. Sin embargo, es oportuno señalar que el cierre de las escuelas es una medida costosa con efectos perjudiciales a largo plazo para los estudiantes y la economía de los padres, en especial en los países menos desarrollados.
Vlachos J, Hertegård E, Svaleryd HB. The effects of school closures on SARS-CoV-2 among parents and teachers. Proc Natl Acad Sci U S A 2021; 118: e2020834118. doi: 10.1073/pnas.2020834118.
Zimmerman KO, Akinboyo IC, Brookhart A, et al. Incidence and secondary transmission of SARS-CoV-2 infections in schools. Pediatrics. 2021; doi: 10.1542/peds.2020-048090.
EFECTO DEL CIERRE Y LA APERTURA DE LAS ESCUELAS EN LA TRANSMISIÓN DEL COVID
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