En una época, ya lejana, más de un estudiante de medicina había leído libros que, nos atrevemos a
decir, intervinieron en la elección de la carrera: La ciudadela, Los verdes años, La ruta del Dr. Shannon (A. J. Cronin), Servidumbre humana, El velo pintado (W. Somerset Maughan), Cuerpos y almas (M. van der Meersch), La historia de San Michele (A. Munthe), Sinuhé el egipcio (M. Waltari), El doctor Arrowsmith (S. Lewis), El camino de un investigador (W. B. Cannon), por mencionar algunos. Fueron éxitos de librería, premios de cursos, regalo de familiares y padrinos a los nuevos bachilleres. Muchos se transformaron en éxitos de taquilla en el cine. La mayoría de los autores eran médicos, otros se basaron en la vida y obras de médicos reales. Están pasados de moda. Nuevos autores y libros los reemplazaron, pero el género persiste. ¿Influirán, como en el pasado, esos libros exitosos del género en elegir la medicina como profesión?
Archibald Joseph Cronin fue el autor del género más exitoso de su época. Hijo único de padre de origen irlandés y católico y madre escocesa presbiteriana nació, creció y estudió en Escocia. A los 7 años perdió al padre, enfermo de tuberculosis. Con la madre se fueron a vivir con los abuelos maternos. Buen alumno y deportista comenzó a estudiar medicina en la Universidad de Glasgow con una beca de la Fundación Carnegie en 1914. En la Primera Guerra Mundial fue subteniente cirujano en la Royal Navy (1916-1917), se graduó de médico en 1919, diploma en salud pública en 1923, miembro del Royal College of Physicians en 1924, en 1925 se doctoró en medicina en Glasgow 2,3.
Ejerció en pueblos de Escocia y pueblos mineros de Gales, allí fue inspector de minas de carbón. En
1926 se trasladó a Londres, primero atendió en Harley Street, luego en su propio consultorio en Notting Hill, le fue muy bien en la práctica privada. Pero en 1930 enfermó de úlcera duodenal, le mandaron seis meses de reposo absoluto en el campo y dieta. Entonces descubrió que su vocación era la literatura 3. En tres meses de ese año escribió Hatter’s Castle (El castillo del sombrerero) que se publicó en 1931 y fue un éxito de librería inmediato. Cronin, convertido en escritor, dejó el ejercicio de la medicina para siempre.
Las experiencias de Cronin fueron la fuente de sus historias, autobiográficas, repetidas, que aun decoradas y modificadas le causaron contratiempos por las transparentes alusiones a personas y situaciones reales. Cronin consiguió ser una molestia para el poder médico establecido por revelar al público la corrupción e incompetencia en la práctica de la medicina en esos años.
Cronin se hizo rico y famoso. Pasó los años de la guerra (1939-1945) en EE.UU., nómada inveterado, finalmente ancló en Suiza los 25 últimos años. Murió el 6 de enero de 1981, allí está enterrado. El obituario en Lancet dice: Dr. A. J. CRONIN, the novelist and author of The Citadel, died on Jan. 6.
Sus novelas fueron traducidas a varios idiomas, muchas adaptadas al cine: La ciudadela en 1938, un año después de publicada, y hay versiones posteriores, Las llaves del reino en 1944; Los verdes años en 1946. Se adaptaron para la radio y luego a la televisión: la serie Dr Finlay’s Casebook, basada en la novela Country doctor se trasmitió desde 1962 a 1971, y luego en la radio de la BBC como Doctor Finlay: The Further Adventures of a Black Bag, desde 2007 al 2009. Un médico y cinéfilo argentino ha rastreado y elaborado detalladas tablas donde identifica cada obra de Cronin adaptada al cine y la televisión 5.
Su novela más famosa es La ciudadela (1937) (Fig. 1). De una encuesta de Gallup en el Reino Unido, en 1938, resulta que “impresionó” (impressed) a más personas que ningún otro libro excepto la Biblia” 2. Resúmenes del contenido de esta novela se encuentran en los artículos que mencionamos en las referencias y el libro es fácil de conseguir en el inglés original o sus traducciones. Reseñas y comentarios escritos más de 70 años después de publicada prueban su permanencia 6,7. La ciudadela es, en esencia, la historia de las épicas venturas y desventuras de un médico idealista desconforme con el statu quo, y una dura crítica de la práctica de la medicina en el Reino Unido en los años entre las dos guerras mundiales (1918-1939).
Con anécdotas no podemos medir cuanto influyó La ciudadela en sus lectores para elegir la medicina como carrera. Se midió la influencia del libro sobre estudiantes en los comienzos de la carrera de medicina en Corea del Sur. A 50 les dieron, para leer y ver, una copia de La ciudadela y un DVD con la primera versión de la película (1938). Pasado un mes y dos semanas los reunieron en grupos de discusión de siete, luego un representante de cada grupo presentó la opinión del grupo en un debate abierto. Después del debate, se les pidió un reseña reflexiva de la novela centrada en tres preguntas: 1) ¿Cuál debería ser la recompensa del médico? Respuesta: El 66.7% de los alumnos prefirió la recompensa espiritual (honor, aprobación satisfacción), el 33.3% la recompensa material. 2) Entre mantener los ideales o abandonarlos por prestigio y riqueza, situación en la que se encuentra el personaje principal ¿Qué haría usted? Respuesta: El 60%, prefirió mantener los ideales y el 40% cambiarlos por prestigio y riqueza. 3) ¿Tendría el coraje de revelar la corrupción de la comunidad médica? Respuesta: El 30% tendría el coraje de revelar la corrupción médica mientras que el 64% no se atrevería 8. ¿Cuáles serían las respuestas, hoy, entre nosotros?
Sobre la influencia de La ciudadela en la instauración del National Health Service en el Reino Unido, decisión del gobierno en 1946, en vigor desde el primero de julio de 1948, las opiniones van desde la vehemente defensa de su importancia, a la ponderada consideración. Para algunos tuvo mayor influencia que el Beveridge Report (1942), la base del Estado de Bienestar 9. McKibbin, historiador de la Universidad de Oxford, sostiene que la concepción del National Health Service es irrelevante en La ciudadela 2. O´Mahony, médico del Cork University Hospital de Irlanda y escritor crítico de la medicina actual, admite que “tiñó el punto de vista de los que leyeron el libro y vieron la película” 3.
Cronin fue para unos un autor low brow (literalmente de frente estrecha), otros lo ascienden a middle
brow (frente mediana), un autor de libros fáciles de leer, nada cultos ni intelectuales, vulgares; calificación que, de paso, califica a sus lectores. La ciudadela es melodramática. Para expresar el efecto de su lectura usaremos “las palabras de los otros”, que las dijeron antes y mejor, las repetimos: “One finishes a Cronin book with a faintly warm, sentimental glow, feeling a slightly better person. Cronin’s books contain no ambiguity, no irony, no mockery. The Citadel is still worth reading today (“Terminamos un libro de Cronin con un tibio resplandor sentimental, sintiéndonos personas un poco mejores. Los libros de Cronin no contienen ambigüedad, ironía, ni burlas. Vale la pena leer La ciudadela hoy” 3.). Es cierto, pero releerla hoy no produce el mismo efecto en el lector maduro o longevo que alguna vez fue adolescente, las flaquezas de la novela se hacen visibles. Aun así admitamos que un “buen mal libro” (Orwell 10) puede influir sobre las decisiones individuales y, si “tiñe el punto de vista”, sobre las de una sociedad.
Juan Antonio Barcat
e-mail: jabarcat@yahoo.com.ar
1. Cronin AJ. The citadel. New York: Grosset & Dunlap, 1937. La ciudadela. Traducida al castellano por Enrique Pepe. Buenos Aires: Claridad, 1950.
2. McKibbin R. Politics and the Medical Hero: A. J. Cronin’s The Citadel. English Historical Review 2008; 123: 651–78.
3. O´Mahony S. AJ Cronin and The Citadel: did a work of fiction contribute to the foundation of the NHS? J R Coll Physicians Edinb 2012; 42: 172-8.
4. Cronin AJ. Adventures in two worlds. New York: McGraw Hill, 1952.
5. D’Ottavio Cattani AE. Archibald Joseph Cronin: un médico-escritor entre la literatura y el cine. Rev Med Cine 2009;
5: 59-65. En: http://revistas.usal.es/index.php/medicina_y_cine/article/view/15921/16418; consultado enero 2019
6. Watt G. A potent reminder of life before the NHS. BJGP Library: The Citadel. En: https://doi.org/10.3399/bjgp15X686641; consultado abril 2019.
7. Richardson R. The art of medicine. A J Cronin’s Citadel. Lancet 2016: 387: 2284-5.
8. Hwang SW, Kim H, Kim AY, Hwang K. Analysis of medical student’s book reports on Cronin’s The Citadel: would young doctors give up ideals for prestige and wealth? Korean J Med Educ 2016; 28: 231-5.
9. Jelly O. Cronin’s Contribution (Point of view). Lancet 1981; 317: 936.
10. Orwell G. Good bad books (1945). En: http://www.george-orwell.org/Good_Bad_Books/0.html; consultado abril 2019.