Luego de la lectura del editorial del Dr. Semeniuk1, con quien comparto muchos de sus criterios, agrego que no podemos mirar solo el presente sino proyectar lo que significa el futuro con la evolución de la tecnología.
En 1920 era difícil pensar en el 2020. En 2020 es más difícil pensar en el 2030 dado lo empinado de la curva de evolución de la tecnología. Tenemos que entender que la tecnología basada en algoritmos es una realidad y puede ser sumamente positiva. Puede democratizar los criterios diagnósticos y tratamientos y reducir la variabilidad. Pensemos en los accidentes de tránsito. Hoy muere una persona por hora en Argentina por accidentes de tránsito. En la enorme mayoría de los casos por fallas humanas (sueño, distracción, celulares, alcohol, drogas), los autos, camiones, manejados por algoritmos pueden causar muertes, pero menos. El problema es que todos los choferes de autos, micros y camiones en muchos casos no están preparados para hacer otros trabajos. En el caso de los médicos, pensamos que lo más importante es el contacto humano y la comunicación. Sin embargo, la mayoría de los médicos falla al conectarse y comunicarse interpersonalmente y no es por el avance de la tecnología.
No podemos seguir ejerciendo la profesión con tecnologías del siglo XXI y con procesos del siglo XIX. Tenemos que adaptarnos, tenemos que reinventar nuestro trabajo. La base de todo está en la educación y allí es donde más fallamos en nuestro país. Las pruebas PISA lo comprueban.
Jorge Lantos
e-mail: jorgelantos@gmail.com
1. Semeniuk GB. Medicina en la era del Whatsapp. Medicina (B Aires) 2019; 79: 407-8.