Actualizado 14 de noviembre 2022.
Aunque el SARS-CoV-2 no infecta las células nerviosas, puede causar daño al sistema nervioso y así entre los síntomas que acompañan al COVID se encuentran las pérdidas del gusto y el olfato y menos común la enfermedad ha tenido un impacto aún más fuerte en el sistema nervioso, con efectos que van desde problemas de concentración duraderos hasta accidentes cerebrovasculares.
Esta semana investigadores de la ciudad de Basilea en Suiza han informado nuevos conocimientos sobre el desarrollo de «neuro-Covid» en la revista Nature Communications.
El equipo investigó cómo se pueden detectar y predecir diferentes grados de neuro-COVID mediante el análisis del líquido cefalorraquídeo y el plasma sanguíneo de las personas afectadas. El estudio incluyó a 40 pacientes con Covid-19 con diferentes grados de síntomas neurológicos. Para identificar los cambios típicos asociados con el neuro-Covid, el equipo de investigadores comparó el líquido cefalorraquídeo y el plasma sanguíneo de estas personas con muestras de un grupo de control. También midieron las estructuras cerebrales de los sujetos de prueba y encuestaron a los participantes 13 meses después de su enfermedad para identificar cualquier síntoma duradero.
En particular se halló un vínculo con una respuesta inmune excesiva en el grupo con los síntomas neurológicos más graves y las personas afectadas mostraron indicios de deterioro de la barrera hematoencefálica y los autores sugieren que podría ser debido a la «tormenta de citoquinas», una liberación masiva de factores proinflamatorios en respuesta al virus.
Se encontraron anticuerpos que podrían cruzar la barrera hematoencefálica porosa hacia el cerebro sumados a una activación excesiva de las células inmunitarias (microglia)
Otro hallazgo significativo fue el hallazgo que las personas con síntomas graves de neuro-Covid tenían un volumen cerebral más bajo que los participantes sanos en lugares específicos del cerebro y particularmente en la corteza olfativa, es decir, el área del cerebro responsable del olfato.
Los datos vinculan ciertas moléculas en la sangre y el líquido cefalorraquídeo con una respuesta inmunitaria abrumadora en el cerebro y un volumen cerebral reducido en ciertas áreas, así como síntomas neurológicos. Estos mismos biomarcadores apuntan a objetivos potenciales para medicamentos destinados a prevenir daños consecuentes debido a una infección por Covid-19. Uno de los biomarcadores identificados en la sangre, el factor MCP-3, juega un papel clave en la respuesta inmunitaria excesiva y los autores creen que existe el potencial de inhibir este factor con medicamentos.
Etter MM, Martins TA, Kulsvehagen L et al. Severe Neuro-COVID is associated with peripheral immune signatures, autoimmunity and neurodegeneration: a prospective cross-sectional study.Nat Commun 2022 Nov 9;13(1):6777. doi: 10.1038/s41467-022-34068-0.