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células
pluripotentes humanas
La mucosa olfatoria: una
fuente permanente de neuronas
Eugenia
Sacerdote de Lustig1, Alejandro D. Josiowicz1, 2
1 Departamento de
Investigaciones del Instituto de Oncología Angel H. Roffo; 2 Servicio
de Microscopía Electrónica, Departamento de Virología, INEI-ANLIS
Dr. Carlos G. Malbrán, Buenos Aires
Resumen
Los
resultados experimentales sobre trasplantes de células nerviosas
embrionarias en el sistema nervioso central nos indican que estas
células precursoras podrían ser utilizadas para sustituir células
dañadas en las enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo el uso de
células provenientes de embriones humanos es todavía controvertido.
Se necesitan fuentes alternativas, éticamente aceptables que permitan
superar los problemas inherentes al uso de este tipo de tejido. Varias
fuentes han sido propuestas como las células de la médula ósea,
células del bulbo olfatorio y astrocitos. Aquí sugerimos la
utilización de la célula precursora neuronal de la mucosa olfatoria,
con características de células pluripotentes, para la terapia de
reemplazo celular.
Palabras clave:células pluripotentes humanas, mucosa
olfatoria
Abstract
Olfactory
mucosa: a continuos source of neurons. Experimental
transplantation of embryonic nervous cells in the central nervous
system demonstrates that these precursor cells can be used to repair
damaged cells in neurodegeneratives diseases. However, the use of
cells from embryos is still controversial and alternative ethically
accepted sources are needed to overcome the inherent problems. Several
sources have been proposed such as bone marrow cells, olfactory bulb
cells and astrocytes. We suggest the use of neuronal precursor cells
from the nasal olfactory mucosa as an alternative source for
transplantation therapy, since these peripheric cells exhibit stem
cell characteristics.
Key words:human adult stem cells, olfactory mucosa
Dirección postal: Dra. Eugenia Sacerdote
de Lustig. Departamento de Investigaciones, Instituto de Oncología
Angel H. Roffo, Avda. San Martín 5481, 1417 Buenos Aires
Fax: (54-11) 4580-2811 e-mail: invroffo@fmed.uba.ar
Recibido: 12-III-2001 Aceptado: 6-VII-2001
Es bien conocido que muchos tejidos como piel, intestino y médula
ósea tienen la capacidad de renovarse continuamente y en particular
luego de una lesión. A diferencia de estos tejidos, no se conocía
hasta recientemente, que las células nerviosas tuvieran esta
capacidad. El descubrimiento de la neurogénesis en cerebro adulto ha
terminado con el dogma que sostenía la incapacidad de la neurona de
regenerarse en la vida adulta. A partir de 1998, con el descubrimiento
de Eriksson et al.1, quienes demostraron la generación de nuevas
neuronas en cerebro de humano adulto se abrió la posibilidad de
utilizar estas células capaces de multiplicarse para reemplazar
tejido nervioso degenerado.
Estas células con capacidad mitótica presentan características de
células totipotentes2, es decir, células de tipo indiferenciadas
capaces de renovarse y diferenciarse en todos los tipos de células de
un tejido3, 4. Se conocen principalmente dos localizaciones
específicas para las células pluripotentes neuronales en el cerebro
de mamífero adulto: la zona subgranular de la fascia dentada en el
hipocampo y la zona subventricular del cerebro anterior que genera
neuronas que migran al bulbo olfatorio5, 6.
Estas células pluripotentes son sensibles a varios estímulos. Por
ejemplo, in vitro, el factor de crecimiento derivado de plaquetas
(PDGF) induce a estas células precursoras a diferenciarse en
neuronas7. Si se tratan con la hormona triiodotironina (T3) las
células se diferencian en glía8, mientras que el factor de
crecimiento ciliar las induce a diferenciarse en astrocitos9.
El factor de crecimiento epidérmico (EGF) y el factor de crecimiento
fibroblástico básico (b-FGF) permiten la expansión in-vitro de las
células pluripotentes. Si posteriormente a la expansión, estas
células son trasplan-tadas en cerebro adulto darán origen a neuronas
maduras2.
In vivo estos mismos factores (EGF y b-FGF) estimulan la
multiplicación de las células pluripotentes10. Otros factores como
el estrés y la cortisona, en cambio, son inhibitorios de su
crecimiento.
Podemos agregar que con el descubrimiento de las células
pluripotentes del sistema nervioso central se abre la posibilidad de
elevar el número y diferenciación de estas células totipotentes en
elementos nerviosos específicos por medio de estimulación
farmacológica o por medio de factores de crecimiento. Sin embargo,
hasta ahora, no hay evidencia que estas células pluripotentes
permanezcan en el sistema nervioso central en enfermedades
neurodegenerativas como el Alzheimer. Es por eso que el trasplante
neuronal es una alternativa de sumo interés.
Son muchos los trabajos experimentales que demuestran que las células
nerviosas embrionarias implantadas en el sistema nervioso central de
animales, tienen la capacidad de sobrevivir, diferenciarse e
integrarse en el cerebro hospedador. También se demostró que las
células implantadas atenúan las alteraciones cognitivas y motoras en
estos animales lesionados. A partir de estos resultados el trasplante
neuronal adquiere nueva dimensión terapéutica.
Hasta ahora, se ha propuesto y utilizado principalmente tejido
embrionario, proveniente de fetos humanos y en otros casos tejido
proveniente de animales como el cerdo11. Pero dichas fuentes de
embriones presentan discutidos problemas éticos. La escasez de tejido
embrionario a disposición, la estandarización del tejido y el
rechazo son otras limitaciones para el desarrollo de la terapia de
trasplante neuronal.
Las dificultades señaladas limitan el progreso rápido del trasplante
de tejido nervioso humano, a pesar que ya se ha utilizado el tejido
embrionario en enfermos de Parkinson12. Estas limitaciones podrían
ser superadas por la utilización de una fuente accesible,
inmunoló-gicamente compatible y éticamente aceptable.
Una fuente posible de origen extra nervioso son las células de
médula ósea que pueden diferenciarse en varios tipos de células,
aún nerviosas, y que inyectadas por vía sanguínea o peritoneal
llegan al cerebro donde expresan antígenos neuronales12.
Recientemente se demostró in vitro13 que los astrocitos de la zona
subepen-dimal de ratones adultos conservan su capacidad multipotencial
en presencia de factores de crecimiento específicos.
Otra fuente más específica de células pluripotentes, es la del
bulbo olfatorio. Estas células fueron obtenidas y cultivadas de
pacientes adultos luego de intervenciones quirúrgicas y se ha
propuesto utilizar esta fuente de células pluripotentes para
trasplantes en enfermedades neurodegenerativas14.
Consideramos que otra fuente, podría ser la célula pluripotente
neuronal de la mucosa olfatoria, con las ventajas de su muy fácil
acceso y con la posibilidad de utilizarla en autotrasplantes y que
además se diferencia respecto de la médula ósea, al originar
normalmente neuronas.
Estas células totipotentes en la mucosa olfatoria, las cuales
mantienen neurogénesis continua durante toda la vida15, 16,
significan una fuente permanente de neuronas inmaduras que podrían,
en un futuro, ser aptas para la terapia de reemplazo celular en
enfermedades neurodegenerativas.
La mucosa olfatoria es una región especializada de la cavidad nasal.
Histológicamente (Fig. 1) se presenta como un epitelio cilíndrico
pseudoestratificado que contiene diferentes tipos de células, entre
ellos, la neurona sensorial en diferentes estados de diferenciación,
la célula basal y la célula sustentacular (esta última con
características de célula glial). Los cuerpos celulares de las
neuronas maduras se encuentran en diferentes niveles en la capa
epitelial y proyectan sus axones directamente al sistema nervioso
central, haciendo sinapsis con las células del bulbo olfatorio. Las
neuronas olfatorias maduras expresan la proteína marcadora olfatoria
(OMP) que permite su identificación en el epitelio olfatorio17. Tanto
las neuronas olfatorias maduras como las inmaduras expresan b-tubulina
específica de neurona y la molécula de adhesión neuronal (NCAM)18.
En el epitelio, las células basales se encuentran en continua
división y su progenie originaría las neuronas dentro de la cavidad
nasal. Estas células que se dividen continuamente son consideradas
células pluripotentes.
Las células pluripotentes se dividen asimétricamente originando otra
célula pluripotente y una célula precursora neuronal. Mientras que
la célula pluripotente permanece cerca de la membrana basal, la
célula precursora se divide varias veces y da origen a muchas
neuronas inmaduras que migran de la membrana basal a medida que se
diferencian19. La maduración final ocurre cuando el axón de la
neurona olfatoria hace sinapsis en el bulbo olfatorio y sus dendritas
alcanzan la superficie de la mucosa olfatoria.
En la población de células basales se han identificado dos tipos de
células, las células basales globosas y las células basales
horizontales. Estas células pueden distinguirse
inmunohistoquímicamente por la presencia de citoqueratina en las
células basles horizontales y ausencia en las globosas. Además las
células basales globosas son las únicas que expresan la proteína
marcadora de la célula basal (GBC1)20. Si bien muchos estudios
indican que la célula que origina a la neurona olfatoria se encuentra
en la población de las células basales, aún está en discusión si
es la célula basal globosa o la célula basal horizontal la célula
precursora de la neurona olfatoria.
Experimentalmente, la neurogénesis en la mucosa olfatoria puede ser
estimulada al degenerarse masivamente la neurona olfatoria, esto se
logra cortando el nervio olfatorio o removiendo el bulbo olfatorio. De
esta manera, se produce un incremento exponencial en la mitosis de las
células basales seguido por la restitución de las neuronas
sensoriales. Así mismo, se puede provocar un efecto similar con una
lesión química (sulfato de zinc y bromuro de metilo). Parece ser que
el epitelio olfatorio se encuentra en un equilibrio dinámico entre la
multiplicación de las células basales, la diferenciación y la
apoptosis neuronal21, 22.
Son muchos los factores que estimularían la neuro-génesis en sistema
nervioso adulto. En la mucosa olfatoria los factores actúan de manera
secuencial según el estado de diferenciación y localización de la
célula en la mucosa. Además, los factores pueden actuar de manera
autócrina o parácrina como es el caso del b-FGF. Estos efectos
fueron demostrados por Ensoli et al.23 cuando observaron en un cultivo
de la mucosa olfatoria la liberación del b-FGF y además este mismo
factor agregado al medio de cultivo estimula la proliferación de las
células cultivadas. Por lo tanto, este factor tiene acción sobre las
células totipotentes del sistema nervioso central como así también
sobre las células precursoras de la neurona olfatoria, estimulando in
vitro, la proliferación de las células basales globosas24. Otros
factores de acción conocida son el EGF y el factor de crecimieno
transformante alfa (TGF-a) que estimulan la proliferación de las
células basales horizontales en cultivo de epitelio olfatorio
embrionario25.
El TGF-b2 induce a las células basales globosas a expresar marcadores
neuronales como es el N-CAM, iniciando la diferenciación a neurona26.
Cuando la neurona olfatoria desarrolla su dendrita alcanzando el lumen
de la cavidad nasal, toma contacto con el mucus que contiene dopamina
y factor de crecimiento insulínico (IGF). Ambos factores tienen
acciones sobre la neurona olfatoria. La dopamina promueve la
diferenciación de la neurona olfatoria27, y el IGF incre-menta el
número de células proliferantes en el epitelio28.
Valdría la pena probar la acción de las células olfatorias en un
modelo transgénico recientemente desarrollado en ratones, con
déficit en el sistema colinérgico y el comportamiento29, que
presentan características histopatológicas muy parecidas a la
enfermedad de Alzheimer.
La célula olfatoria capaz de multiplicarse también podría ser de
utilidad para sustituir zonas dañadas de otros tejidos como la
retina, donde Nishida et al.30 ya lo han intentado con células
pluripotentes del hipocampo.
Cabe destacar, que ya se ha utilizado a la mucosa olfatoria como
fuente de células gliales para reparar lesiones de la médula
espinal31.
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