Actualizado 25 de febrero, 2020
Comenzando el año, asistimos a una muerte por sarampión, la primera en nuestro país desde 1998 y una por dengue. Nuestra Revista ha publicado en el número 1 de 2020 un editorial sobre la importancia de las vacunas para sarampión: https://www.medicinabuenosaires.com/revistas/vol80-20/n1/93.pdf
El sarampión es una enfermedad infecciosa seria, capaz de matar niños infectados. La única forma de prevenirlo es la vacunación. De acuerdo con el Calendario Nacional de Vacunación de la Argentina los niños entre 1 y 5 años reciben una sola dosis de la vacuna triple viral MMR (por measles, mumps, rubella; sarampión, paperas, rubeola). Pero los menores de un año, grupo altamente vulnerable, no están cubiertos por esa vacunación. Por ello actualmente el Ministerio de Salud indica aplicar una dosis de la vacuna triple viral (“dosis cero”) entre los 6 y 11 meses de edad. Todos los lactantes vacunados en ese contexto deberán recibir además la dosis correspondiente a los 12 meses. Los mayores de 5 años, incluidos los adultos deben acreditar dos dosis de vacuna con componente contra el sarampión aplicada después del año de vida (monovalente, doble o triple viral) o confirmar a través de un estudio de laboratorio la presencia de anticuerpos contra sarampión. En cambio, las personas nacidas antes de 1965 no necesitan vacunarse porque se consideran protegidos por haber estado en contacto con el virus.
La paciente recientemente fallecida en Argentina era una adulta con trasplante renal e inmunosupresión farmacológica y fue víctima de brechas en la cobertura de vacunación contra sarampión en el conurbano bonaerense.
El mayor peligro de esta enfermedad radica en que produce una inmunosupresión que facilita sobreinfecciones, en algunos casos letales. La OMS calcula que en el año 2018 fallecieron alrededor de 140 000 personas alrededor del mundo a causa del brote de sarampión.
En cuanto al dengue, nuestra revista publicó en el 2018 un artículo especial acerca de esta enfermedad, en conjunto con zika y chikungunya:
https://www.medicinabuenosaires.com/revistas/vol78-18/n1/23-28-Med6793-Kantor.pdf
El mosquito transmisor es el Aedes aegypti, reconocible por sus patas con rayas blancas. Las medidas fundamentales están relacionadas con limitar la circulación del mismo. Para ello el Ministerio de Salud de la Nación propone evitar que el agua se acumule, limpiar patios, jardines y canaletas, cambiar diariamente el agua de bebederos y floreros. También protegerse de la picadura de mosquitos mediante repelentes, tabletas y espirales y cubriéndose brazos y piernas.
En la Argentina, el dengue se considera epidémico, predomina en ciertas áreas de las provincias de Salta, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes, Tucumán y Santiago del Estero, y se desplaza hacia el sur durante la estación estival. Se considera dengue probable un caso con fiebre de 2-7 días de duración, dos o más síntomas característicos y una prueba serológica positiva, o contacto con un caso confirmado de dengue en los 14 días anteriores. La recuperación de la infección por un virus del dengue proporciona inmunidad de por vida contra ese serotipo. Sin embargo, la inmunidad por anticuerpos neutralizantes solo confiere protección parcial y transitoria contra la infección subsiguiente por los otros tres serotipos del virus.