Actualizado 2 de agosto, 2022
(Global report on infection prevention and control. World Health Organization 2022)
El informe muestra que ningún país o sistema sanitario está totalmente libre de infecciones asociadas a cuidados de salud o adquiridas en internación.
Siete por ciento de los pacientes internados en cuidados intensivos en países de altos ingresos (HICs) y 15% en los países de medianos y bajos ingresos (LMICs) adquieren por lo menos una infección asociada durante su internación. Hasta 30% de los pacientes internados en salas de cuidados intensivos (UCI) adquieren allí nuevas infecciones, con una incidencia entre 2 y 20 veces mayor en LMICs que en HICs, en especial en neonatos. Casi la mitad de los casos de sepsis con disfunción orgánica tratados en UCI de adultos, han sido adquiridas en el hospital.
Durante la pandemia de COVID-19, la transmisión de SARS-CoV-2 en centros de salud ha sido un enorme problema. Hasta un 41% de los pacientes internados con COVID, habían adquirido esa infección en centros de atención de la salud, especialmente en 2020.
En 2021-2022, una encuesta mundial detallada sobre los requisitos mínimos para los programas nacionales de prevención y control de infecciones (PCI) realizada por la OMS, mostró que existía un programa de PCI activo (en funcionamiento con planes de trabajo y presupuesto anual) en el 54.7 % de 106 países. Sin embargo, solo el 3.8% de los países participantes cumplían con todos los requisitos mínimos para el IPC. Se clasificaron los grados de cumplimiento en C, D y E.
Argentina y la mayoría de los países de ALC (América Latina y Caribe)se ubican en grado C:
Disponen de un programa nacional de PCI y un plan operativo y directrices nacionales para PCI en la atención de la salud. Hay establecimientos de salud seleccionados que están implementando las pautas, con monitoreo y retroalimentación.
Chile y Uruguay se ubican en grado D, con un programa nacional de PCI, de acuerdo con las directrices básicas de la OMS, implementado en todo el país. Todos los establecimientos de salud tienen sistemas de agua y saneamiento y los materiales y equipos necesarios para realizar PCI, según las normas nacionales.
El mayor grado de cumplimiento es E: con programas de PCI establecidos y en funcionamiento en todos los niveles, de acuerdo con los componentes básicos de PCI de la OMS. El cumplimiento y la eficacia se evalúan y publican regularmente. Los planes y la orientación se actualizan en respuesta al seguimiento. En este nivel se sitúan EE.UU., Canadá, varios países de Europa occidental, Australia y Japón.
De acuerdo a este informe, la implementación de un paquete de medidas que incluya una mejor higiene de las manos, programas de uso de antibióticos e higiene ambiental en los centros de salud, reduciría la carga de la resistencia a antimicrobianos (RAM) en un 85 %. Se encontró que la higiene de manos y la higiene ambiental en los establecimientos de salud son las intervenciones que más ahorran costos: implementarlas reduciría a más de la mitad el riesgo de morir como resultado de infecciones con patógenos RAM, y también disminuiría las internaciones de larga duración, las complicaciones a largo plazo y la carga para los sistemas de salud en al menos un 40%.
Sin embargo, los resultados muestran que la mitad del mundo no implementa completamente esos estándares de PCI y sanidad e higiene del agua (WASH). Algunos países africanos y de Europa del Este carecen totalmente de un programa de PCI, e Italia, India y algunos países africanos tienen planes de PCI y WASH, pero no los han puesto en práctica. Cuando se implementan, solo los establecimientos de salud seleccionados, en algunos países de altos ingresos, están monitoreando los programas.
WHO. Global report on infection prevention and control, 23 May 2022. En: https://www.who.int/publications/i/item/9789240051164
Balakrishnan VS. WHO’s first global infection prevention and control report. The Lancet (Newsdesk), p 1122, August 2022. En: www.thelancet.com/infection Vol 22