Daniela K. Montes de Oca. Mandrágora, 2004
Acrílico sobre tela, 30 x 40 cm. Cortesía de la autora.
Nació en Buenos Aires en 1970. Diseñadora gráfica (UBA, 1992), continuó sus estudios con Alberto Breccia en historieta, Carlos Gorriarena en el Curso de Color, Tulio de Sagastizábal y Mariano Sapia en pintura. Trabajó en diseño editorial. Colaboró como ilustradora en diversas revistas, para UNICEF y el Ministerio de Cultura y Educación. Ilustró libros para niños. Ha publicado historietas en la Argentina, México y España. Ha expuesto sus pinturas en la Argentina, España, Alemania y Cuba. Sus historietas han sido seleccionadas en concursos y sitios web de la Argentina, Brasil y Bélgica.
La mandrágora (Mandragora autumnalis Bertol., sin. M. officinarum L.) es una planta de la familia de las Solanáceas, una familia numerosa (se estima con 2.700 especies) a la que pertencen la belladona, el beleño, el floripondio, el tomate, la papa, la berenjena, el tabaco, el chamico, la petunia, entre otras (Lee MR. The Solanaceae: foods and poisons. JR Coll Physicians Edinb 2006; 36: 162-9). La mandrágora tiene una rica historia en la práctica de la brujería, en rituales mágicos paganos o neopaganos, en la literatura y el cine, porque sus raíces bifurcadas se parecen a las piernas de una figura humana y por los efectos que causa su ingestión (Lee MR. The Solanaceae II: The mandrake (Mandragora officinarum); in league with the Devil. JR Coll Physicians Edinb 2006, 36: 278-85. Carter AJ: Myths and mandrakes. J R Soc Med 2003; 96: 144-7). Se dice que su nombre procede del griego y significa «dañino para el ganado». En la medicina antigua se usaban las hojas y las raíces. La raíz contiene alcaloides, tales como la atropina y escopolamina, de estos dependen sus acciones farmacológicas. Se usaba fresca o macerada con alcohol como purgante, para producir sueño, analgesia y aun anestesia.